El intendente de Montevideo, Christian di Candia conversó con CRÓNICAS acerca de los entretelones de su administración en el marco de una campaña que tiene al intendente electo, Daniel Martínez, como candidato a la Presidencia. Di Candia aseguró que ve en el transporte el mayor problema a futuro y señaló: “Estamos en un sistema que no deja de estar estructuralmente en crisis”.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
– ¿Qué evaluación hace de la ciudad hoy, en comparación con el día que asumió el cargo?
– La ciudad, en realidad, es el conjunto de muchas cosas. Es la infraestructura, son las obras, las calles, los parques, los espacios públicos, y también es la gente que vive en ella. De hecho, yo hago un énfasis muy fuerte cada vez que tengo que plantear alguna nueva medida definida por la Intendencia (IM) en que las personas son tan importantes como la infraestructura, las calles y las inversiones.
Creo que si yo tuviese que rescatar algo es que creo que la ciudad se ha acostumbrado a tener un intendente de la edad que tengo yo. Y ese reconocimiento o ese cariño, me parece que para la ciudad y el sistema político va a ser súper importante.
El sistema político uruguayo no acostumbra a tener referentes jóvenes…
No, sin duda. Es un sistema político súper gerontocrático, donde las renovaciones empiezan a figurar a partir de los 60 años. Esa es la realidad, cuando en muchísimas parte del mundo a la edad que tengo yo nadie dudaría o podría dudar que pudiese ser una candidatura a la Intendencia o a un cargo ejecutivo, legislativo o a otro nivel.
Sin embargo acá sí sucede, y siempre uno tiene que estar atento en lo externo y en lo interno a ese posible “botijeo” que puede haber. Pero, en ese sentido, viene bien.
– En las últimas semanas dejó sin efecto una licitación para un conjunto de camiones recolectores que se iban a entregar a privados para finalizar el conflicto con Adeom. ¿No considera que esto termina perjudicando la limpieza de la ciudad?
-Y en el tema de las licitaciones específicamente, yo no estaba convencido y creo que logré convencer a todo el gabinete, porque la decisión fue tomada por todo el gabinete en unanimidad, salvo el director que estaba en ese momento en Desarrollo Ambiental. Entendimos que no era una solución real en este momento la privatización de diez camiones de limpieza para el servicio de la ciudad.
¿Por qué? Bueno, porque por lo menos en mi mirada de la gestión de residuos y del desarrollo ambiental de Montevideo, los procesos de cambios tienen que ser bastante más profundos y no están tan asociados a quién maneja o no maneja un camión, sino sobre el modelo de gestión de residuos que nos imaginamos en adelante.
Nosotros estamos haciendo un hincapié muy fuerte y necesario en la reutilización, el reciclaje, la clasificación. Todo ese énfasis puesto en la cadena de la gestión de los residuos, en la educación de la gente, en las casas, pensar si es compatible con el actual sistema de levante de residuos, si lo será en un futuro, si habrá que extenderse con otro tipo de contenedores o con otro tipo de gestión en el resto del departamento.
O sea, ¿es momento, cuando estamos haciendo todo esto, y está terminando un mandato, de privatizar diez camiones? A mí me parecía que no, que no era la respuesta, por lo menos en una mirada a mediano y corto plazo. Quizás podía ser alguna respuesta complementaria al sistema actual para hoy, pero incluso hasta por un tema generacional yo me obligo a tener que pensar más allá de la mirada mía de estos meses, o sea, tratar de mirar un proceso más de mediano y largo plazo.
– ¿Cómo ha sido la relación con Adeom?
– Nosotros cuando asumimos, dijimos que el hecho de que existiera un nuevo ejecutivo en Adeom y un nuevo equipo ejecutivo en la administración departamental, para nosotros era una ventana de oportunidades. Yo creo que el Ejecutivo nuevo entendió que tenía que existir un cambio en la actitud de trabajo, y en la forma de construir el diálogo con la administración. Tuvimos algunos roces en los primeros meses, pero lo cierto es que logramos encauzar esas conversaciones.
Además con la incorporación del PIT-CNT a pedido de Adeom y con el aval nuestro como un garante de las conversaciones ha funcionado, y viene funcionando bien.
– En agosto, Eduardo Brenta señaló que el «conflicto de fondo entre Adeom y la IM es quién manda». ¿Coincide?
– Por momentos ha pasado. Y me refiero a que ha habido una intención hasta este último período de diálogo que muchas veces se intentaba cogestionar decisiones de la IM más que acatar órdenes de vías jerárquicas. Y en eso siempre, nosotros nos hemos plantado muy firmes en que quien decide en la IM es el partido político, la administración que la gente decidió cuando hizo una elección.
Puede ser que en algunos momentos haya sido así, no es el diálogo que tenemos ahora.
– ¿A la IM le quedaron todas las obras viales para realizar sobre el final del período?
– No todas, pero sí sobre todo las grandes. Las que correspondían al fondo capital.
Para nosotros sería ideal que toda la ciudad esté con las calles ya prontas y no en estado de obras. La cuestión es que hay algunos instrumentos como son los fideicomisos, sobre todo el fideicomiso del fondo capital que la implementación llevó bastante tiempo burocrático.
Pero en realidad responde básicamente a eso, y a que Montevideo necesitaba un shock de infraestructura muy fuerte. En los hechos, podríamos estar haciendo muchas más obras de las que estamos haciendo. Tomamos algunas decisiones de postergación, justamente, para que el tránsito pudiera ser lo más fluido posible dentro de las dificultades que generan las obras.
– ¿Qué obras destacaría como las principales de este período?
– Podríamos hablar de 200 obras, entre vialidad, espacios públicos, espacios culturales; pero seguramente hay cuatro o cinco que van a ser icónicas que quizás no se vean ahora, pero sí que se van a ver en cinco, diez, quince o veinte años.
“Yo creo que el traslado de la Unidad Alimentaria de Montevideo va a ser uno de los hechos más importantes de este período”
El túnel de Avenida Italia, todas las obras de infraestructura viales del oeste de la ciudad -Belloni, Instrucciones, San Martín-, y sin duda alguna el traslado de la Unidad Alimentaria de Montevideo. Se logra con un mercado y una unidad alimentaria que va a ser de las más modernas de América, permitiendo generar otros eslabones de la cadena productiva.
Yo creo que va a ser uno de los hechos más importantes de este período.
– Si tuvieras que nombrar un tema en particular como el gran tema urgente a solucionar en Montevideo, ¿cuál sería?
– Creo que el desafío mayor que tenemos por delante es transporte. Porque creo que va a faltar un salto cualitativo -que lo venimos dando- muy bueno.
Estamos en un sistema que no deja de estar estructuralmente en crisis, que la caída de boletos recién este año logró detenerse -desde hace diez años venía cayendo-, la gente no deja de optar por el vehículo privado más allá de las decisiones que nosotros hemos ido tomando. En algún momento vamos a tener que repensar toda la matriz de transporte. Es muy difícil, primero por lo que implica de inversión de infraestructura, de inversión tecnológica, y además porque también va a requerir un repensar toda la estructura de retiros y convertir laboralmente a mucha gente desde otros lugares.
– Pensando a futuro, ¿piensa en postularse como intendente de cara a las próximas elecciones?
– No es una decisión que tenga tomada, que tampoco depende exclusivamente de mí. En este momento diría que es muy difícil que eso pase.