Guillermo Domenech, senador de la República y presidente de Cabildo Abierto
Las declaraciones que el senador Guido Manini Ríos vertió la semana pasada en el Parlamento causaron sorpresa dentro de la coalición de gobierno y generaron críticas desde algunos de sus partidos miembros. En Cabildo Abierto (CA) se percibe una “hostilidad” por parte de dichos sectores, “que harían bien en enfocarse en sus temas”, reprochó Domenech. El legislador afirmó que Manini fue malinterpretado y explicó su visión con respecto a los hechos del pasado reciente. “La época de la dictadura no vino porque sí, no fue un capricho de los militares”, opinó.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
-Los recientes dichos de Manini Ríos causaron una polémica importante en el sistema político y generaron el rechazo inmediato del Frente Amplio (FA). Imagino que era la reacción esperada. ¿Cuál fue el propósito de esos planteos?
-Esos planteos responden a una convicción íntima del senador Manini Ríos sobre circunstancias en que la Justicia no ha actuado de la manera esperable. Es muy llamativo que en un momento en que la Justicia prácticamente está paralizada por la epidemia de COVID-19, se haya producido la detención de una persona que venía siendo sometida a procedimientos judiciales y que por razones de edad se encuentra en situación de riesgo. Además se trata de una problemática relativa a hechos ocurridos hace 40 años que el país debió haber zanjado de otra forma.
-¿De qué forma se debió haber hecho?
-Yo entiendo que toda esta situación que viene prolongándose en el tiempo debió haber sido objeto de una solución legislativa que quizás no sea la de la Ley de Caducidad, pero que es próxima a ella. Mucho se habló en aquellos momentos de una amnistía general e irrestricta, y creo que esa amnistía debió haber comprendido también a quienes fueron partícipes de la dictadura militar, civiles y militares. En los hechos no ha habido civiles enjuiciados. Salvo algún caso excepcional, han sido casi siempre militares, y no sé si eso no responde a un prejuicio que existe contra esta institución.
Las personas implicadas en actuaciones ilegítimas fueron muy pocas y han desaparecido o tienen una edad muy avanzada. Se pretende responsabilizar a la institución y a los actuales titulares de la misma, aunque muchos de ellos no eran ni siquiera nacidos cuando ocurrieron estos hechos.
Da la impresión de que hay un interés de orden político y económico en mantener viva una herida que debió haber sanado hace mucho tiempo. Esto no excluye que se continúe investigando el paradero de personas eventualmente desaparecidas. Me parece muy legítimo que los deudos puedan reencontrarse con los restos o tener información sobre la suerte que estas personas tuvieron, es algo hasta humano.
-¿A quién se refiere concretamente cuando habla del interés en mantener viva esta situación?
-El propio exministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, acusó en su momento a algunas organizaciones de responder a esos intereses. No es que uno lo sospeche, sino que ha habido personas que tenían vinculación muy particular con los hechos que motivan todas estas situaciones, que han realizado afirmaciones en ese sentido. Me refiero a organizaciones de todo tipo. No voy a citar ejemplos porque no me parece del caso y porque además nuestra intención es superar esta situación.
Previo a la dictadura se produjeron innumerables asesinatos, rapiñas, hurtos, secuestros, y las víctimas de esos hechos nunca recibieron ningún tipo de indemnización. La época de la dictadura no vino porque sí, no fue un capricho de los militares. Hubo circunstancias que provocaron esa situación anómala en la historia del país.
Nosotros no estamos buscando a los responsables ni creo que los familiares de las personas que sufrieron esos delitos hoy pretendan ningún tipo de indemnización. Sin embargo, hay gente que por los hechos ocurridos durante la dictadura ha cobrado indemnizaciones, ha obtenido reconstrucciones de carreras administrativas, reconstrucción de haberes jubilatorios y pensionarios, etcétera. Pero repito, nuestra intención no es traer al presente hechos del pasado, sino superarlos para afrontar lo que sucede en la actualidad.
-Una de las frases de Manini más criticada por el FA fue: “¿Hasta cuándo se seguirá procesando y encarcelando a militares octogenarios por hechos ocurridos hace cincuenta años?”. Sin embargo, es un pensamiento que el propio expresidente frenteamplista José Mujica ha manifestado en más de una ocasión. Por ejemplo, en 2009 le dijo al diario argentino La Nación: “Yo no quiero tener viejos presos. Viejos de 75, 80 años… Pero no solo los militares, ningún preso a esa edad. Hay algunos viejos que están ahí presos, que Dios me libre”.
-Tenemos una coincidencia en esa apreciación con el expresidente Mujica. Él sin duda asume su responsabilidad en los hechos que sucedieron en este país, pero ha sabido superar las consecuencias que sus propios actos le acarrearon y creo que en este tema tiene una visión acertada, que yo comparto.
Es muy importante que una persona como el expresidente haya hecho estas manifestaciones porque nos generan la esperanza de que, particularmente teniendo en cuenta el prestigio enorme que tiene, en algún momento seremos capaces de superar estas dificultades. Eso hemos tratado de hacer en nuestra breve trayectoria política a nivel del Senado, donde hemos intentado no enfrascarnos en el pasado, trabajando con personas próximas a quienes en su momento tuvieron actitudes contrarias a la legalidad.
-También hubo algunos actores de la coalición de gobierno que manifestaron sus discrepancias, como el ministro de Trabajo, Pablo Mieres, y el canciller Ernesto Talvi. Ambos fueron retrucados en Twitter por el subsecretario de Defensa, Rivera Elgue, que luego dijo que había sido hackeado y más tarde se retractó. ¿Cómo afecta esto a CA?
-No lo afecta en absoluto. CA vino a una fiesta a la que nadie lo invitó y eso genera lógicas molestias, pero llegó con un espíritu no de venganza, sino de superar las dificultades del pasado. Por eso nosotros vamos a trabajar en los proyectos que se presenten, como ya lo hemos hecho, con las restantes colectividades políticas, tratando de hacer nuestro aporte.
-¿A quién le genera molestias CA?
-Nosotros percibimos cierta hostilidad de algunos sectores políticos que harían bien en enfocarse en sus temas y no mirar a CA. Siempre hemos ignorado los reiterados ataques, desde la campaña electoral hasta el presente, y hemos tratado de tener las puertas abiertas para el diálogo.
-¿Hostilidad dentro de la coalición?
-Si el senador Manini hace algunas declaraciones, no me parece adecuado que desde sectores que integran una coalición que pretende apoyar al actual gobierno, se lo critique. Además, se hizo con argumentos equivocados, porque Manini criticó una decisión judicial pero no llamó a desacatarla.
-Pero ¿reconocen que el militar retirado al que hizo referencia (Lawrie Rodríguez) sí cometió los crímenes por los cuales se lo condenó?
-No podemos reconocer la responsabilidad del eventual implicado porque, por lo menos yo, no conozco el expediente en detalle. Lo que decimos es que la Justicia debe ser respetada. Yo ejercí durante 43 años la abogacía y tengo un alto concepto de nuestro Poder Judicial, pero eso no quita que a lo largo de mi vida profesional, en más de una oportunidad, haya recurrido o criticado sentencias, y me reservo el derecho de criticarlas en el futuro cuando no las encuentre ajustadas a Derecho. Se criticó un pronunciamiento judicial, como lo hacemos los abogados, como lo hace la población y como lo ha hecho hasta el propio FA.
-¿Por qué lo dice?
-Porque recientemente un juez de lo Contencioso Administrativo, respondiendo a una demanda de un partido político, ordenó retirar del sitio web de Presidencia una determinada información. Eso fue criticado duramente por jerarcas de Presidencia (del último gobierno del FA) y se ve que fue efectivo porque posteriormente el Tribunal de Apelaciones revocó ese pronunciamiento judicial.
Entonces, estamos ante casos de una duplicidad de criterios verdaderamente asombrosa. Nosotros entendemos que las críticas a las declaraciones del senador Manini han sido equivocadas, sobre todo porque él tiene el derecho de criticar a la Justicia o a quien le parezca, siempre que lo haga en términos correctos. Por otro lado, ello no supone ignorar que a la Justicia se la debe acatar.
-Pero él habló también de que existe venganza con respecto a estos temas, más que justicia.
-Él simplemente lo que hizo fue repetir palabras de la Dra. Azucena Berrutti, exministra de Defensa, así que no es la opinión en solitario de Manini.
-¿Dice entonces que fue malinterpretado?
-Yo no tengo ninguna duda de que fue malinterpretado.
-El pasado lunes, la agrupación Generación, que integra el sector del presidente Luis Lacalle Pou, rechazó estos dichos mediante un comunicado, alegando que la dictadura fue “un período de hondo dolor” donde “el pueblo sufrió las más profundas heridas y aún hoy se encuentra en la búsqueda de verdad y justicia”. ¿Cómo lo tomaron?
-No les dimos trascendencia a esas declaraciones. Son de una agrupación juvenil, están haciendo sus primeras armas en política y nosotros estamos jugando a otro nivel. Creo que demuestran una incomprensión cabal del sentido de las palabras de Manini.
-¿Qué opinión le merece la condena a José Gavazzo por el asesinato de Julio Castro?
-Creo que es necesario comenzar a hablar del futuro y que no nos paralice el pasado. Ello no quita que el asesinato de Castro sea tan injusto como el de Pascasio Báez; el de Roslik tan injusto como el de Burgueño; el de María Clara García como el de Morató Manaro u Oroza García. Sin olvidar a esos y otros muertos, de una orientación política y otra, el presente reclama construir el futuro sin rencores.
La relación con Lust y el contrato con UPM
-¿Cómo es la relación del partido con el diputado Eduardo Lust, que ha sido catalogado de “rebelde”?
-Yo no lo veo como el diputado rebelde y creo que dentro de CA nadie lo ve de esa manera. Está totalmente integrado al partido, no hay ninguna dificultad en el relacionamiento con él y me parece injusta la calificación que se le ha adjudicado.
-Sin embargo, ha protagonizado varias polémicas. En la reciente votación para postergar las elecciones departamentales, fue el único diputado que votó en contra, pese a que había dicho que iba a acompañar el proyecto. ¿Cómo le cayó esa actitud?
-Ese episodio no nos hizo felices, pero tenemos que reconocer que el diputado Lust habló con nosotros, nos dio las justificaciones del caso, nos parecieron satisfactorias y es un hecho superado. Seguramente en el futuro se darán situaciones similares con el mismo legislador o con otro, y quizás hasta yo pueda protagonizar algún hecho parecido, porque es natural en todo grupo humano que haya diferencias; no estamos clonados.
-A eso se le sumó que, aunque después dio marcha atrás, Lust había anunciado su intención de llamar a sala a los ministros de Transporte, Luis Alberto Heber, y de Economía, Azucena Arbeleche, para pedirles explicaciones sobre las negociaciones con UPM. ¿Con una solicitud de ese tipo no se correría el riesgo de generar un quiebre con los demás socios de la coalición?
-Yo no tengo claro que esa fuera la intención del diputado Lust. Él quería recibir una serie de explicaciones y creo que las va a obtener de otra manera, en una entrevista con esos jerarcas.
-Uno de sus planteos fue que según se establece en la cláusula 7 del contrato con UPM, una epidemia es motivo para suspender o renegociar el proyecto. No obstante, el plazo venció el lunes 13 de abril y no se definió esa medida. ¿CA esperaba que eso pasara?
-Yo puedo hablar por mí, no por CA, porque no lo he conversado con los otros legisladores. Creo que ya había una posición empeñada por el presidente de la República de llevar adelante el contrato; lo ha dicho en más de una oportunidad.
Lo que yo espero, por lo menos, es una renegociación que arroje mayor equilibrio entre las obligaciones de las partes. El propio ministro de Transporte se expresó en términos muy duros respecto al contrato con UPM. Es un contrato leonino cuya ilegitimidad nos preocupa, e incluso puede tener graves derivaciones para la salud de nuestra población si se contaminan las aguas del Río Negro. Nosotros esperamos que en una renegociación esos puntos sean contemplados.
Los beneficios que ha obtenido esta empresa multinacional del contrato celebrado durante el anterior gobierno del FA, no guardan equivalencia con las ventajas económicas que puede obtener el país, que le construye un ferrocarril a su medida y le paga por la energía eléctrica a precios superiores a los del mercado internacional.
UPM tiene que hacer concesiones importantes al gobierno para compensar las prestaciones que le está haciendo nuestro país. Confiamos en la habilidad negociadora del presidente para que este contrato recupere un equilibrio en beneficio de la república, porque ya UPM ha sido muy beneficiada.