“El foco no está en cambiar el rumbo sino en hacer énfasis en formas distintas de trabajar”

Jorge Polgar, presidente del Banco República


El presidente del Banco República, Jorge Polgar, aseguró que la institución se encuentra en pleno proceso de transformación en pos de universalizar el acceso al Banco en el marco de la inclusión financiera. “Estamos haciendo los últimos esfuerzos para realmente darle un shock de modernidad a las transacciones”, apuntó. Además analizó el sistema financiero local e hizo énfasis en el rol social que ejerce el BROU.

Por María Noel Durán | @MNoelDuran

-Cuando se asume un nuevo cargo se debe agradecer las cosas buenas y lidiar con las malas de los antecesores, usted asumió como presidente el 15 de junio ¿Cómo encontró al Banco República?

-Sin ningún tipo de sorpresas porque la situación del Banco es conocida y, además,  antes de asumir el cargo estuve un año como vicepresidente, integrando el equipo anterior. Encontré lo que esperaba y ese período me sirvió para trabajar en equipo con Porteiro y conocer más desde adentro los procesos.

No hay sorpresas ni en lo patrimonial, ni en la marca, ni en el compromiso de los trabajadores o en sus clientes.

Es el Banco País, está en todo el territorio y con el compromiso y la seguridad que esto conlleva. A cualquier institución financiera le gustaría contar con estas fortalezas  y esa carta de presentación. Pero por el otro lado el banco está en un mercado en competencia donde lo financiero no es solo depositar o tomar un crédito, sino que hay que mostrarse como un banco ágil, competitivo, algo que es un desafío porque además de público el BROU es antiguo de tradición.

El banco se esfuerza en mostrar y dar suficiente brillo a algo que tiene que es la enorme inversión en tecnología, algo que ya tenía pero que no se presentó con suficiente énfasis. Es algo que los clientes van descubriendo y ahora nosotros estamos haciendo los últimos esfuerzos para realmente darle un shock de modernidad a las transacciones.

Descubrí que había que poner ese énfasis aunque lo más difícil ya estaba que era la inversión en tecnología. Eso le va a permitir al banco atender de mejor manera a sus clientes y reservar la atención presencial para las tareas en las que los bancarios son insustituibles, como la venta y posventa y atención de productos que no tienen gran masividad.

Además estamos transformando el banco para volverlo el motor de las pequeñas y medianas empresas; el banco, por vocación, tiene que atenderlas y hoy están sub-atendidas por el Banco República y por todo el sistema financiero.

“El banco tiene solvencia, la rentabilidad no está en juego”

-¿Cuáles son los principales focos de cambios de aquí en más?

-El banco ya se consolidó como una institución de grandes inversiones. Eso llegó para quedarse pero la prioridad hoy en día está en dar servicios de calidad en general, esto está asociado a menores demoras, entonces se necesita cambiar el modelo de atención.

El banco tiene como objetivo ser el más ventajoso en materia de precios, ya sea en comisiones o tasas de interés. Además, queremos ser percibidos en la práctica como iguales o más rápidos que la competencia, destacarnos en la agilidad y en la modernidad. Para eso se está realizando un conjunto de medidas internas.

Hoy en día el foco no está en cambiar el rumbo sino en poner énfasis en tareas nuevas que requieren formas distintas de trabajar.

Es mejor tener una Cartera diversificada que concentrada en grandes clientes, entonces el aumento de clientes de pequeñas y medianas empresas no solo es bueno para la economía uruguaya sino que es muy bueno para el banco.

Por el lado del público masivo, es necesario el cambio del modelo de atención, más ágil y menos presencial. No queremos que las sucursales estén desbordadas por transacciones que pueden hacerse de forma remota. Incluso tenemos algunos servicios que tienen mejores incentivos comerciales si se realizan por la web que si son en persona.

Para banca persona tenemos la ambición de poder utilizar este período para lograr un aumento en el ahorro de las familias, ese es un cambio cultural.

Otro cambio cultural es transaccionar a través de los canales digitales, algo a lo que todos nos acostumbramos porque no hace tanto nos enteramos que las tarjetas de cajero también son tarjetas de débito.

El banco tiene la responsabilidad de generar los canales de comunicación, y en ciertos casos, de educación con nuestros clientes para mostrarles las bondades que tiene la tecnología en su propio beneficio. Anticipar lo que hubiera llevado cuatro, cinco o seis años de costumbres y hacerlo en uno o dos años, es la diferencia entre aprovechar el cambio tecnológico para dar saltos de calidad y eficiencia.

Con las formas de ahorro pasa lo mismo, deben ayudar los otros costos que tiene el ahorrar, que se relacionan con la inmediatez del consumo, la dificultad para hacer el depósito o para resistir las tentaciones.

Sobre la cuenta sueldos en particular estamos diseñando un producto que es el ahorro en sueldo; en este sistema la persona se compromete y se autoimpone ahorrar un monto de su sueldo, desde $500 hasta montos más altos y todos los meses el banco retira ese monto y hace un depósito a plazo un año a una tasa del 12% que es más del doble de la tasa de pizarra del mercado.

-Como usted comentaba, la implementación de la ley de inclusión financiera implicó un antes y un después en la forma de transaccionar,  ¿cómo ve el desarrollo de esta política?

Es un gran cambio en el sistema económico no solo en el sistema bancario. Para el Banco República es un gran desafío porque lo enfrenta a competencia en segmentos en los que no tenía competencia, al mismo tiempo es una gran oportunidad porque está obligando a dar productos de mayor calidad porque el mercado es más competitivo y permite aprovechar las inversiones que se habían hecho y que no se estaban rentabilizando porque podían tener más clientes de los que tenían.

Ahora hay una gran cantidad de clientes más y el banco tiene sobradas condiciones para atenderlos pero para eso tiene que cambiar lo más difícil que es la forma en la que trabajamos.

Es un real cambio en la economía y esperamos que lo sea también en el financiamiento de las pequeñas empresas y también que repercuta en el ahorro de las familias, aunque nos lleve más tiempo.

JorgePolgar

-Pone énfasis en el cambio de la modalidad de trabajo, ¿cómo se transforman los procesos en una infraestructura de la magnitud del Banco República?

-Una parte importante es que el plan de transformación del banco sea conocido por los funcionarios. Hay un plan estratégico a 2020 que articula los cambios en la dirección deseada para que no sean esfuerzos aislados.

Estas transformaciones funcionan cuando los clientes son los que reclaman el cambio, el modelo tradicional de atención en horario de oficina bancario es para un sistema financiero de pocos, no se ajusta -aún en un país pequeño como el nuestro- a modelos de atención eficientes y de calidad que es a lo que apuntamos.

-Siempre se elogió a la banca uruguaya por su transparencia y sus reglas de juego claras, entre otros aspectos, ¿cómo la ve hoy en día en comparación con la región?

-Hoy en la región lo que más se discute es la coyuntura: la crisis de los países vecinos, la baja performance económica y cómo Uruguay viene resistiendo la mala performance de los vecinos.

En el pasado, Uruguay estaba acostumbrado a ciclos económicos muy virulentos, en los que la desaceleración económica estaba asociada a crisis importantes. Lo que nos permite hablar hoy de desaceleración y no de crisis es, entre otras cosas, la salud del sistema financiero. Un sistema financiero fuertemente regulado-habrá quienes opinen que demasiado-, solvente, que hizo todos los ajustes luego de la crisis de 2002, no hay bancos zombies en la economía, eso es conocido y es valorado. Por eso, además, el Banco República puede seguir atendiendo a sus clientes de la misma manera aún en la parte baja del ciclo.

-¿Cómo ve el mercado a nivel local?

-El Banco República tiene una identidad propia empresarial que le permite ser líder en muchos mercados. El banco no está en desventaja en ninguno de los mercados. Hoy el negocio transaccional de cobrar y pagar por servicios se hace a través de las propias redes bancarias, en particular del BROU que viene creciendo mucho en este sentido. Tiene una competencia dura pero en ese mercado, por ejemplo, la competencia no solo está en los otros bancos sino también en la tecnología.

Los bancos son cada vez más universales en el sentido de que están presentes en más mercados, entonces el banco tiene más competencia porque los demás empiezan a parecerse más al Banco República. El principal desafío del BROU es que estamos subiendo la vara en el sentido de cómo queremos ser rentables: queremos aumentar los ingresos por los servicios que les damos a los clientes, aumentar nuestra cartera de clientes en pequeñas y medianas empresas y optimizar los procesos de atención a las personas.

“Hoy el banco ya no es la mitad del sistema financiero, es un poco menos porque el mercado está más concentrado y hay más competencia”

-Hay un desarrollo importante de aplicaciones tecnológicas, billeteras electrónicas y emisores de dinero electrónico, ¿Existe la posibilidad de que el BROU se alíe con alguna de ellas?

-Hay que analizarlo en cada caso y pensarlo con una cabeza empresarial abierta, siempre con un perfil conservador en materia de los riesgos que se asumen.

-Se habló que iba a haber cierre de sucursales, usted lo desmintió pero aseguró que sí habrá cambios, ¿cuáles serán?

-Forma parte de las transformaciones de las que hablamos. La presencia territorial es parte necesaria e imprescindible para que más clientes puedan acceder pero en eso siempre nos vamos a quedar cortos si no hay otra forma de universalizar los servicios y eso tiene que ver con la tecnología.

El banco mantiene todas sus sucursales pero hay algunas muy pequeñitas abiertas hace décadas que por el tipo de transacciones que tienen y el nivel de demanda pueden atender, con un poco de paciencia de la localidad, dos o tres veces por semana. Eso lo ensayamos en seis localidades pequeñas y los clientes se acostumbraron también a utilizar otros canales de atención. Ahora tenemos 14 localidades adicionales para incluir en este régimen. El Banco República mantiene todas sus sucursales abiertas pero cambia la forma de atender.

-¿Hay una responsabilidad del Banco de poner énfasis en su rol social?

-El Banco está en deuda con las localidades en las que no está presente. Hay que seguir universalizando las formas de atención para llegar hasta donde no está hoy con sus propias sucursales.

-Como economista, ¿cómo ve al país de aquí a unos años en el marco de este momento de desaceleración?

-De aquí a unos años, claramente veo recuperación. Desde el punto de vista de la salud del banco y de la salud de las empresas que tiene como clientes no está el ciclo marcado de problemas estructurales. Va a ser un ciclo sin ninguna de las agravantes a las que estamos acostumbrados en estas latitudes.