En diálogo con CRÓNICAS, el referente del sector agropecuario se refirió a la importancia de la apertura de mercados para la colocación de productos, identificando este como uno de los principales desafíos que aquejan a los productores de la región. En este sentido, agregó que cada vez preocupa más que las decisiones en estos temas se tomen basadas en ideologías, y no haya “una visión a largo plazo, mirando la real necesidad de desarrollo de los países”.
-Usted asumió hace relativamente poco la presidencia de la Federación Rural. ¿Cuáles diría que son los principales objetivos de su gestión?
-Los objetivos que nos planteamos desde el principio tienen que ver, principalmente, con reimpulsar todo en lo que se venía trabajando y fortalecer a la institución como tal y su posición a nivel público. Creemos que fortalecer el gremialismo agropecuario es algo muy importante.
En los últimos tiempos, al solucionarse el tema de la pandemia y poder empezar a hacer las diferentes cosas de manera presencial, se han generado un montón de instancias que están demandando mucho trabajo en la federación. Tenemos que estar y cumplir, porque la posibilidad que tenemos para dar la opinión los productores es en estos diferentes ámbitos. En los últimos tiempos estamos trabajando firmemente en eso y en estos 45 días la agenda de la institución ha estado llena de cosas importantes.
-Teniendo en cuenta la coyuntura de los países de la región, y en el marco de la reciente reunión de la FARM (Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur), ¿cómo calificaría la actual situación del agro en Latinoamérica?
-En las conversaciones con las gremiales de los otros países, lo que se puede visualizar es que, en definitiva, los productores relacionados a la actividad agropecuaria o agrícola tenemos las mismas necesidades y pasamos por los mismos problemas.
Lo que necesitamos, y lo que se solicita de todos los países, es la libertad para poder trabajar, producir y acceder a los mercados del exterior. Esa es una reivindicación general.
Por otra parte, la situación de los diversos rubros en las diferentes naciones depende mucho de cada economía. En los últimos tiempos hemos notado una gran influencia de los gobiernos de turno y de sus ideologías. Esto preocupa mucho a quienes integramos la FARM, ya que, dependiendo de la ideología de turno de cada uno de los gobiernos, se trata de alguna manera de influenciar en esa libertad de poder trabajar, producir y salir a vender el resultado de nuestra producción a los mercados del mundo.
En ese sentido, desde la FARM se intenta salir con el mensaje de la necesidad de que las actividades productivas no estén influenciadas por las ideologías políticas de cada uno de los momentos.
-¿Qué países diría que atraviesan actualmente esta realidad?
-Claramente Argentina está pasando por un momento complicado, por medidas tomadas desde el sector político, con bases ideológicas. Chile es otro de los países que ha tenido un cambio de gobierno importante y hoy está afrontando la posibilidad de un cambio constitucional, que se va a poner a consideración de la población en el corto plazo y, dentro del mismo, hay muchas modificaciones que afectan directamente a la actividad productiva.
Uruguay está en un camino diferente, Paraguay también y, en Brasil, con las elecciones que se aproximan, hay preocupación en los sectores productivos de quién pueda quedar como presidente.
-En esta línea, en anteriores intercambios con la prensa ha manifestado que los problemas que tiene hoy Argentina son similares a los que tenía Uruguay con gobiernos previos. ¿En qué sustenta esta declaración?
-Son situaciones generadas justamente desde la política, basadas en ideologías, y no una visión a largo plazo y mirando la real necesidad de desarrollo de los países. Argentina lo está sufriendo hoy, el sector agropecuario lo está sufriendo, y la verdad es que nosotros, con los gobiernos anteriores, tuvimos problemas importantes, no fuimos escuchados, nos tildaron muchas veces de cosas que realmente los productores no somos ni hacemos.
Conceptualmente, para los gobiernos de izquierda, el productor libre e independiente no está en los planes, y eso es lo que se está pudiendo visualizar en los países de América Latina, donde las izquierdas están actuando.
-¿Y al día de hoy? ¿Cuál es la situación del sector en Uruguay en este momento?
-El sector agropecuario hoy está pasando por un buen momento, con sus luces amarillas encendidas, siempre mirando de reojo, porque la actividad productiva hay que pensarla a largo plazo, entonces, siempre estamos pensando un par de años para adelante.
Pero hoy podemos decir que el Uruguay ha tomado un camino y se ha posicionado a nivel mundial, y esto genera muy buenas expectativas en el futuro próximo.
La situación que está viviendo el Uruguay hoy nos permite decirles a las nuevas generaciones que del sector agropecuario se puede vivir en este país, eso no lo podíamos decir hace unos años.
-¿Cuáles diría que son esas luces amarillas a las que se enfrenta el sector agropecuario?
-Son los problemas que tenemos día a día, como el ataque de los perros sueltos, las situaciones sanitarias, observar lo que sucede con la competitividad, con el precio del combustible, con el valor del dólar. Son todas cosas que tendremos que ir sorteando en este camino, con el objetivo de ser un país que no se conforme solo con ser el primero en esta América productiva, sino apostar en ese futuro a competir directamente con países de otro nivel, como pueden ser Nueva Zelanda y Australia. Estamos en ese camino, pero tenemos que ir superando esos desafíos, ir encontrándoles solución entre todos los ciudadanos país.
-¿Cómo evalúa la agenda de apertura mundial que ejecuta el gobierno? ¿Qué expectativas genera esto para el sector?
-Creemos que es muy importante, por la libertad de poder acceder a los mercados. Nosotros tenemos productos que son reconocidos a nivel mundial por su trazabilidad, su inocuidad, su buen manejo del medio ambiente y el bienestar animal, y eso es algo que hemos logrado los productores uruguayos.
Lo que queremos tener es la libertad de poder acceder a los mercados que lo están demandando. Y por eso, todo acuerdo que se pueda hacer en ese sentido, para el sector productivo es bienvenido.