Faye O’Connor, embajadora de Reino Unido en Uruguay
Luego de que Ian Duddy terminara su periodo como embajador del Reino Unido en Uruguay, a la residencia ubicada en la zona de Parque Batlle llegó Faye O’Connor. La diplomática, que trabajó en los últimos años en México y Nueva York, había solicitado con anterioridad a Uruguay como destino. En entrevista con CRÓNICAS, destacó la visión que el país tiene para abrirse hacia el mundo. A su vez, expresó que ve con buenos ojos el tratado entre la Unión Europea y el Mercosur.
Por Romina Peraza | @romiperaza
-¿Cuáles serán sus prioridades en Uruguay durante su tiempo en el país? ¿Dónde enfocará su gestión?
-Mi primera prioridad fue establecer muy buenas relaciones con el nuevo gobierno. Porque asumieron, llegó la pandemia y mi predecesor no tuvo muchas oportunidades de conocerlos y empezar a trabajar con ellos.
Mi segunda prioridad es ampliar las relaciones entre los países. Esto no solo tiene que ver con las relaciones entre los gobiernos, sino también entre nuestras empresas, el flujo de comercio, las relaciones educativas y el intercambio de estudiantes entre nuestros pueblos. Quiero fomentar un mejor conocimiento en el ámbito cultural de los diferentes pueblos, pues los dos países, por ejemplo, tienen pasión por el fútbol.
Mi tercera prioridad tiene que ver con desafíos globales. Nosotros vamos a ser anfitriones de la cumbre de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático el año que viene, y contamos con el apoyo de Uruguay -que en este contexto es un país de referencia en la región- para avanzar en acciones más ambiciosas para bajar las emisiones de carbón.
-¿Cómo ve a Uruguay posicionado en la región?
-Uruguay tiene una reputación muy buena. Muchas naciones europeas y occidentales tienen la impresión de que Uruguay es el país más liberal de la región y más abierto al libre comercio, con una mejor protección para las mujeres y con una mejor idea de cómo avanzar con ellas como actores de crecimiento económico. Además, posee un sistema educativo que es de los mejores en esta zona del mundo. También tiene una apertura hacia las relaciones con otros países.
Hay una perspectiva que parece que algunos de los países, especialmente en el sur de la región, están más cerrados a las relaciones con otras naciones; en cambio Uruguay siempre ha mostrado su interés en ser socio con otros países. Así lo vemos nosotros y esa visión tenemos. Por tanto, hay oportunidades enormes para intentar incrementar nuestro flujo comercial. Para algunas empresas británicas la atracción tiene mucho que ver con el tamaño del mercado, y por eso piensan en Brasil o México. Pero también muchos de nuestros exportadores están buscando una plataforma que sea más similar a los mercados de Europa; y en ese contexto Uruguay tiene mucho que ofrecer.
-Su antecesor mostró siempre la intención de su gobierno de entablar diálogos comerciales con Uruguay. ¿Han avanzado las conversaciones? ¿Hacia dónde se iría?
-Creo que estamos avanzando, aunque la pandemia está complicando a todos en lo que refiere a las relaciones comerciales. Pero, por ejemplo, nosotros reabrimos nuestra oficina comercial en 2017 y desde ese momento hemos organizado con nuestros socios uruguayos dos delegaciones de empresas uruguayas que han ido hacia el Reino Unido, y tres empresas británicas han venido aquí. Me pone muy contenta que año a año ha crecido la cantidad de empresas británicas que quieren hacer negocios aquí. Es más, tenemos tres inversiones británicas en los últimos 12 meses que son destacables.
–¿Qué tipo de productos cree que podrían incrementar su comercialización entre ambas naciones de cara al futuro?
-El flujo de productos más grande tiene que ver con alimentación y bebidas. Ustedes nos exportan muchos productos cárnicos y otros relacionados con la agricultura, además de alimentos para animales. Y nosotros les exportamos bebidas, especialmente alcohólicas, pero también muchos productos farmacéuticos.
De nuestra parte estamos apoyando con mucho interés el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre la Unión Europea (UE) y Mercosur porque eso cubre bastante el flujo de estos bienes.
Estoy con mis pares en la región fomentando que mis colegas en Londres piensen muy en serio cuándo van a empezar las negociaciones con los países del Mercosur.
-Si bien ya no son parte de la UE, ¿qué opinión tiene acerca del tratado entre este bloque y el Mercosur? ¿Y de las últimas decisiones que tomó el Parlamento Europeo?
-Por ahora estamos apoyando a nuestros socios europeos. El factor complicado de este acuerdo es que no es un TLC sencillo. La UE no hace este tipo de acuerdos usualmente, sino que su preferencia es hacer un acuerdo de socios. Esto implica más temas, además de contenidos económicos o comerciales.
La UE tiene algunos requisitos medioambientales y eso sí es importante, porque el bloque europeo está pidiendo a todos sus países que tengan algunas obligaciones importantes referidas a estos temas. Entonces, para asegurar que no estemos impulsando un comportamiento negativo relacionado al cambio climático es importante que tengamos esto como un factor en un acuerdo.
No veo ninguna posibilidad de que el Reino Unido tenga un acuerdo con el Mercosur que no tome en cuenta el factor medioambiental, especialmente por nuestro liderazgo en el tema.
Es una pena que después de tantos años de buscar un acuerdo entre el bloque sudamericano y la UE, lo consiguen y sea complicado implementarlo -casi inmediatamente después de haberlo logrado- por algunos requisitos que estaban ahí claramente.
-¿Qué perspectivas tiene acerca del acuerdo entre la UE y Reino Unido?
-Aunque parezca difícil, todavía tengo esperanzas de que vamos a lograrlo. Yo tenía un equipo de negociadores en las Naciones Unidas -en Nueva York-, entonces entiendo cómo las negociaciones funcionan, y veo emoción y tantos anuncios públicos como una señal bastante buena. Eso indica que las dos partes son serias. Ambos quieren intentar usar todas las herramientas que tengan a su alcance para empujar al otro hacia un compromiso más aceptable.
-¿Y qué podría tomar el Mercosur del Reino Unido para poder implementar su acuerdo con la UE?
-Depende un poco de si es posible ayudar a Brasil con los desafíos que tiene ahora con sus bosques, con sus cuidados de la Amazonia. He hablado en la Expo Prado con algunos granjeros del Interior, que han encontrado algunas maneras para cultivar alrededor de los bosques y no talarlos. Creo que hay experiencias aquí y en la región que pueden ayudar a Brasil. Y quizás eso colabore un poco en la dinámica entre la UE y el Mercosur en relación con el acuerdo.
-Reino Unido salió de la UE. ¿Uruguay debería hacer lo mismo en el Mercosur?
-Creo que lo mejor es no tener una opinión pública. Pero tengo entendido que al gobierno uruguayo le importa mucho explorar cómo puede hacer para que el Mercosur funcione de una manera productiva, relacionado al comercio fuera del bloque. He escuchado que muchos dicen cosas muy favorables sobre cómo funcionan las relaciones entre el bloque, relacionado con el flujo de bienes o de electricidad. Pero es cada vez más obvio para algunos que el bloque no está apoyándolos en la apertura con otros países; que es lo que este gobierno uruguayo piensa que es necesario. De hecho, como mi país es muy proclive del libre comercio, estamos de acuerdo con esto. Entonces vamos a apoyarlos, si podemos, en su exploración. ¿Cómo? Quizás reenfocando el Mercosur en algunos de sus objetivos originales, que se basaban en usar su poder colectivo para hacer un mejor comercio con otros países.
-¿Cómo es su relación con Francisco Bustillo?
-Tuvimos una reunión con el canciller para presentar mis cartas credenciales antes de ver al presidente. Pero también nos vimos en la Expo Prado y he tenido algunas reuniones con algunos de su staff. Me parece que es muy capaz. Obviamente, es un diplomático profesional, y eso ayuda mucho. Él tiene mucha relación con otros ministros simplemente por haber estado en el servicio diplomático tanto tiempo.
Me parece que a Bustillo también le interesan mucho nuestras relaciones comerciales.
En política exterior, ¿Uruguay debería dar otros pasos?
Tengo entendido que el nuevo gobierno está revisando su papel internacional y viendo qué funciona y qué no. Pero no tenemos preocupaciones respecto a cuánto pueda llegar a cambiar la política de Uruguay, porque siempre ha sido muy activa, multilateralmente muy abierta a relaciones con los demás países y muy comprometida a colaborar con otras naciones para enfrentar los retos que existen en el mundo. Entonces, no estamos pensando que eso vaya a cambiar mucho; quizás sí se lleven a cabo algunos retoques en políticas que eran muy alineadas con el gobierno anterior.
-¿Cuáles serían esas políticas?
-Su enfoque hacia el problema en Venezuela, que ya hemos visto un cambio de opinión, con una señal muy clara por parte del presidente mismo, de que ellos están en contra del gobierno de Maduro y no piensan que es legítimo. Ese es un anuncio muy claro.
El manejo de la pandemia
-¿Qué opinión tiene del manejo de la pandemia por parte de Uruguay?
-He felicitado a todos porque realmente veo que es uno de los pocos países que ha logrado, de una manera u otra, tener niveles de contagios muy bajos. Eso tiene que ver con las acciones del gobierno, que fueron muy rápidas: cerrar las fronteras, manejar distancia social y accionar inmediatamente después de tener dos casos en el país.
Ayudan algunos factores fuera de su control, como el tamaño de la población, o que no es un país de tránsito. Han escuchado mucho a sus científicos… El papel del grupo de científicos que ha asesorado al presidente ha sido clave. Para mí es un ejemplo de un manejo muy bueno de esta pandemia. El desafío es que siga así, porque la gente se cansa y esto es un reto para absolutamente todo el país.
-¿Y en Reino Unido?
-Ha sido más complicado para nosotros. Somos un país de tránsito, además del tamaño de nuestra población. Geográficamente, solamente Inglaterra y Gales tienen una superficie igual a la de ustedes, pero con una población de 77 millones de habitantes.
Creo que se han tomado todas las medidas para manejarlo. Estoy orgullosa de que nosotros hayamos dado el paquete financiero más grande en el mundo, con más de 200.000 millones de libras en apoyo a las personas que no pueden trabajar todo el tiempo. Ha sido un reto, y lo sigue siendo.