Convencido de que la unidad es fundamental para lograr que el partido lidere el próximo gobierno de coalición, cuando al expresidente de Antel se le pregunta si no le cierra las puertas a nadie el 1º de julio, en caso de ganar las internas, él contesta que los que deciden son los votantes. Así declaró en una entrevista con CRÓNICAS, donde además confesó que su mayor preocupación a nivel país es el panorama que puede generar el triunfo del plebiscito por la seguridad social y, respecto de la inseguridad, dijo que los militares en la calle no tienen ni la preparación ni un marco jurídico para actuar, y tampoco la referencia histórica “favorece la solución”.
El entrevistado eligió, de la variada carta de La Corte, merluza grillé con puré de calabaza, que acompañó con Sprite Zero. Para extender la sobremesa, optó por un café doble.
Por Mateo Castells | @teocastells
-¿Cuál es su mayor preocupación hoy a nivel país?
-Mi principal preocupación a nivel país es el escenario de la reforma constitucional que promueve el PIT-CNT y algunos sectores del Frente Amplio (FA). Creo que es el mayor riesgo político que tiene Uruguay, que puede tener un efecto tremendo en las posibilidades de crecimiento económico del país, que afecta las certezas jurídicas y que desde el punto de vista de la sostenibilidad del sistema de jubilaciones es catastrófico.
-¿Es sintomático que se hayan juntado 430.000 firmas?
-Me parece que es voluntarismo mágico. Le hacen firmar a la gente haciéndole creer que una reforma constitucional puede resolver los temas de fondo, pagar jubilaciones que no se pueden pagar y jubilarnos a una edad a la que no nos podemos jubilar. Cualquiera, sin mayor explicación y voluntariamente, si cree en esa ilusión, firmaría. Hay que tener la responsabilidad y madurez como dirigentes políticos de hacer esta tarea de explicar a fondo, que es algo que nos corresponde a todos y particularmente a quienes están apoyados por sectores políticos, como la exintendenta de Montevideo, que tiene dos partidos detrás que apoyan la iniciativa. Me parece que a Carolina Cosse se le impone la responsabilidad de decirles a sus simpatizantes qué opina de la reforma del PIT-CNT. No entiendo cómo alguien puede ocultar su posición respecto de esto y pretender ser presidente, porque cualquier presidente enfrentaría un escenario grave en la circunstancia de que esto se apruebe.
-Usted propone, en materia de seguridad, la creación de un Superministerio del Interior y construir tres nuevas cárceles. ¿Qué propone para la rehabilitación?
-En materia carcelaria, los puntos clave de nuestra propuesta son construir tres cárceles más, con capacidad para 500 reclusos y a través de mecanismos de participación público-privada, que por su tamaño permitan que podamos separar reclusos y evitar la convivencia entre reclusos de delitos graves con reclusos de delitos leves, para destruir la famosa universidad del delito. Por el otro lado, somos partidarios de sacar las cárceles de la órbita del Ministerio del Interior, dado que la policía no tiene vocación ni especialización en la rehabilitación, el 70% de los liberados vuelven a delinquir y la mejor manera de proteger a las familias es realmente mejorar el proceso de reeducación y rehabilitación. Nosotros no queremos crear más ministerios, por eso decimos fusionarlo con una unidad existente que está en el Ministerio de Desarrollo (Mides) y darle un carácter de autonomía.
-¿No está de acuerdo con la creación del Ministerio de Justicia?
-No estoy de acuerdo con crear más ministerios. La historia política reciente demuestra que, desde el inicio de la democracia, cada gobierno creó un ministerio.
-Dentro del PC hay distintas posturas en lo que respecta a la seguridad. Está Sanjurjo con un perfil más preventivo y Zubía con una visión más represiva. ¿Dónde se posiciona su precandidatura?
-El abordaje del tema seguridad debe ser amplio. Pasa por la etapa de prevención, contención, represión, rehabilitación y reinserción. Me parece que, en lugar de marcar las diferencias, tenemos que tratar de buscar las coincidencias. Creo que esto vale para toda la política. El tema de seguridad es la primera preocupación de los uruguayos. Esto surge de las conversaciones, de las visitas a los barrios y ciudades, y es un tema que tenemos en nuestro discurso todos los políticos. Los uruguayos han expresado disconformidad con uno y con otro gobierno. Me preocupa que se produzca un hastío de la ciudadanía y sientan que lo que está fallando es el sistema político y que la democracia no está dando respuestas para la seguridad. El día que eso pase y la gente esté dispuesta a sacrificar sus libertades por el temor a la inseguridad, creo que vamos a tener un panorama complicado. Acá se impone realmente el famoso acuerdo nacional. Si el narcotráfico es el principal enemigo de los uruguayos hoy, tenemos que dejar de lado las diferencias y tratar de encontrar lo que nos une.
-¿Qué hace falta para un acuerdo nacional? ¿Realmente lo ve viable?
-Esto es porque estamos en una etapa de competencia electoral y se trata de marcar la mayor cantidad de diferencias, que seguro las tenemos. Yo no estoy de acuerdo con el término de desprisionalización que está en el programa del FA. Me suena a una palabra que puede estar indicando, por su ambigüedad, la liberación de presos. Pero estoy seguro de que hay puntos de encuentro en todos los partidos. Acá hay un tema y es que realmente hay que hacerlo muy rápido, porque el próximo gobierno debe tener un acuerdo, cualquiera sea el partido. Me ofrezco a ser el primero en la fila para procurar encontrar estos puntos en común. Prefiero no señalar las diferencias y tratar de expresar la vocación de encontrar lo que nos une, que creo es urgente.
-¿Está a favor de los militares en la calle?
-Los militares en la calle no tienen ni la preparación ni un marco jurídico para actuar, y tampoco la referencia histórica favorece la solución. En cambio, yo propongo, con el Superministerio del Interior, fortalecer la policía con 1.500 efectivos del cuerpo de la Prefectura Nacional Naval, que es un cuerpo de la Armada, pero con preparación y especialización en la seguridad. No es un cuerpo de guerra, sino que es un cuerpo de seguridad. Me parece que la mejor solución es ponerla bajo el comando único del Ministerio del Interior, para darle capacidad y potencia en el combate del crimen organizado.
-¿Cree que será fácil ponerse de acuerdo en cuanto a la seguridad dentro del partido una vez que pasen las internas? Porque, como le comentaba, son variadas las posturas respecto del tema.
-Estamos dentro de un mismo partido, tenemos que unirnos más que diferenciarnos y particularmente en este tema. He encontrado declaraciones de Sanjurjo en las que él ha expresado coincidencias con alguna de nuestras propuestas y también he visto posturas de Zubía con las que he coincidido.
-¿Cuáles?
-Mirando alguna de las propuestas que hizo, me acuerdo que algunas podían tener sentido. No estoy de acuerdo con la de los militares en la calle.
-Andrés Ojeda, en entrevista con este mismo medio hace una semana, declaró que “no es creíble que un candidato colorado se presente como presidente”. ¿Qué opina al respecto?
-Es un tema que él tendrá que explicar cuando se haga de la precandidatura. Ojeda está candidateándose para ser el presidente del país por el PC y creo que es una posición difícil, si llega a obtener esa candidatura, decir que no está luchando por eso. Alguien que aspira a obtener la candidatura a la Presidencia, de su partido, quiere ser candidato a la Presidencia.
-Se ha hablado mucho de que el PC ha estado muy pegado al gobierno durante esta administración. ¿Cómo se le habla ahora al electorado para mostrarse como un partido independiente y apostar justamente a la Presidencia?
-Yo integré una posición de responsabilidad en este gobierno, lo hice convocado por Lacalle Pou, quien me honró con la distinción por fuera de los acuerdos político-partidarios. Por lo tanto, me parece que se imponía actuar con ese espíritu de colaboración y de coalición, porque fue lo que mandataron los votantes. Estos, en el balotaje, mandataron cumplir con un programa de compromiso de quienes formamos parte de la coalición. No es que estuvimos pegados al gobierno, integramos el gobierno, porque así lo mandataron los votantes y es algo que se imponía. Creo que, en esta nueva etapa, lo que se viene es una nueva coalición. La nueva coalición va a surgir de los entendimientos y de las coincidencias que haya en los programas de cada partido.
-Ha habido mucho fuego amigo en la interna del PC. ¿Cómo se imagina la foto del 1º de julio? ¿Habrá unidad?
-Yo aspiro a ganar la interna del PC, ser el candidato a presidente y encontrar los mecanismos de unidad que el partido requiere, que son fundamentales para llevar al partido a que sea el líder de la coalición. El PC que yo quiero representar es un partido que brinde sostén a la coalición. Y eso se logra con un PC con unidad política. Esto es imprescindible, por lo que voy a encontrar los mecanismos de fraternidad necesarios. Tampoco creo que esta interna se esté conduciendo por carriles que dificulten esa alternativa.
-¿No le cierra la puerta a nadie?
-Los que hablan son los votantes.
-En el apartado económico, usted propone una reducción de impuestos del IASS y el IRPF, que se va a traducir en un ahorro de US$ 500 millones. Muchos especialistas apuntan a que no hay margen para bajar impuestos. ¿Cómo piensa hacerlo?
-Antes de la medida está la visión de una economía abierta y muy competitiva, en la que el Estado no sea un lastre por su peso sobre las posibilidades de crecimiento del Uruguay. El problema de competitividad del país solo se podrá solucionar en el mediano y largo plazo si podemos resolver el déficit fiscal. Podremos encontrar instrumentos de política coyunturales para abordar el famoso atraso cambiario, pero la enfermedad de fondo es el déficit fiscal. Estas medidas enmarcan conceptualmente la necesidad de realmente abatir el gasto. Lo primero que debe tener un candidato en la cabeza es encarar el gasto público. Por ahora soy el único candidato que está promoviendo bajar impuestos. El “cómo” lo resolvimos con un equipo económico, que yo creo que es el mejor del país, y es parte del énfasis que yo estoy haciendo en mi campaña, que son propuestas concretas y equipos probados, con la piel curtida.
-La sociedad suele mirar con suspicacia las propuestas de bajar impuestos.
-Me parece que un candidato que en este contexto no proponga bajar el gasto y bajar impuestos, no está pensando en lo que tiene que hacer Uruguay para crecer. Me genera suspicacia que no sea este el punto principal de la agenda de todos los demás candidatos. Es el tema central de la competitividad del país y el único camino en el mediano y largo plazo para que Uruguay crezca.
-¿Y qué le contesta a los que dicen que no hay margen?
-Que discutan con Isaac Alfie y Julio de Brun.
-Para el IVA, ¿qué propone?
-En este momento, nada. Pero estoy dispuesto a discutir con el que quiera también bajar impuestos. Si soy el único que está proponiendo bajar impuestos, no entiendo por qué se me cuestiona qué impuesto quiero bajar. La discusión, antes de esto, es tratar de bajar los impuestos.
En el apartado tecnológico, Uruguay tiene una oportunidad “formidable”
-Usted se especializa en el sector tecnológico. ¿Cómo ve a Uruguay en la materia? ¿Cree que están las herramientas adecuadas y aggiornadas a lo que es el mundo hoy?
-Es absolutamente imprescindible e ineludible estar asociado a lo que está pasando en el mundo. Está ocurriendo la revolución tecnológica más formidable de la historia de la humanidad. La inteligencia artificial es un fenómeno que es superador de lo que pasó con la imprenta, la revolución industrial y el internet. Me parece que Uruguay tiene una oportunidad formidable porque tiene el talento suficiente, una plataforma tecnológica adecuada y ha sido capaz de generar una industria en el sector informático vinculado al software y al internet, que lo ha posicionado muy bien en términos internacionales y se debe zambullir con optimismo en lo que está pasando en el mundo. Si no lo hace, puede quedar como un país irrelevante. Quiero ser un candidato que imponga en la agenda política el debate sobre estos temas. Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente. Uruguay está mejor que muchos países de América Latina y creo que estamos en condiciones de meternos en este mundo.