José Amorín Batlle, presidente del Banco de Seguros del Estado
Tras más de dos décadas en el Parlamento, José Amorín Batlle aceptó el desafío de formar parte del gobierno y encabezar la dirección del Banco de Seguros del Estado. También integra el directorio de la Administración Nacional de Puertos y del Banco República. Al mando del BSE apostará, entre otras cosas, a que la institución deje de ser un monopolio de hecho, como lo es en la actualidad. “Se supone que cuando el sistema esté maduro habrá US$ 20.000 millones para administrar, así que existirá lugar para que haya competencia y que, con márgenes mínimos, igual pueda haber una utilidad”, reflexionó.
– Le tocó asumir en un contexto de convulsión inesperada. ¿Cómo fue la transición y como encontró al BSE?
– Yo asumí 10 días después de que empezó este lío. Antes ya había tenido alguna reunión con el expresidente Mario Castro y fueron bien positivas y productivas. La realidad es que cuando entré había muy poca gente trabajando de forma presencial.
El BSE ya había pensado en un plan de contingencia que comprendía teletrabajo, por lo que ya unas 1.200 personas, de un total de 2.200, teletrabajaban, teniendo en cuenta que 800 son recursos presenciales del sanatorio.
Encontré el banco bastante ordenado, con algunas cosas para hacer y mejorar, pero una institución ordenada.
– ¿Cómo está la situación financiera?
– También está bien. Se terminó el año con una utilidad importante, en el orden de los US$ 50 millones. Treinta de esos 50 millones ya pasaron a rentas generales por pedido de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).
Algunas áreas dan más resultados que otras; la que da más resultado es la previsional.
La gente normalmente no sabe que cuando una persona está activa y la AFAP le administra el dinero, luego, al pasar a la pasividad, ese dinero pasa todo al Banco de Seguros. La ley dice que podría pasar a cualquier empresa aseguradora, pero como las condiciones no son buenas para las empresas, las aseguradoras privadas no se meten en el tema.
El Banco de Seguros le hace frente y estamos trabajando para mantener las reservas necesarias y así asegurarles a los uruguayos que quienes hoy tienen su dinero acá, van a poder cobrar su jubilación o su renta vitalicia durante el resto de su vida a través del banco.
– En el discurso de asunción aseguró que el Banco está funcionando bien pero que se harán algunas modificaciones. ¿De qué se trata?
– Esa es una. Estamos trabajando y empezamos a hablar con el Banco Central del Uruguay (BCU) para que el mercado del seguro previsional se abra a la competencia. Hoy la ley permite la competencia, pero como el diseño no es atractivo las empresas privadas no entran. Yo creo que es bueno que entren, que exista la competencia y que haya dos, tres o cuatro aseguradoras que trabajen en esa área.
Si el mercado se trabaja bien, puede dar utilidades; un margen muy pequeño, pero el volumen es enorme. El banco tiene US$ 4.000 millones y esto recién empieza.
Se supone que cuando el sistema esté maduro habrá US$ 20.000 millones para administrar, así que existirá lugar para que haya competencia y que, con márgenes mínimos, igual pueda haber una utilidad. Tendremos que trabajar en ese sentido.
– Al involucrarse actores privados, ¿no teme que corran riesgo esas pasividades?
– Las personas van a elegir con quiénes van, y ahí el Banco de Seguros del Estado va a correr con una ventaja porque tiene un nombre, una tradición, 110 años de vida; va a haber pagado siempre todos los seguros y porque está el Estado atrás pero, además, interviene el BCU.
El BCU nos pone muchas exigencias, por ejemplo, en qué papeles podemos invertir, ya que no podemos invertir en cualquier cosa. A su vez, nos obliga a mantener ciertas reservas; son regulaciones a fondo que se tendrán que hacer también a las empresas privadas si entran en competencia.
– Hoy es un monopolio de hecho…
– Sí, exacto, de hecho no de derecho.
– ¿Por qué “desmonopolizar” el área previsional y no los accidentes de trabajo?
– Yo soy partidario de la competencia, siempre lo fui y lo sigo siendo. En accidentes de trabajo el Banco de Seguros tiene, indiscutiblemente, la mejor atención. Además, por ejemplo, para la rehabilitación luego de un accidente tiene los mejores técnicos y aparatos del Uruguay y de los mejores de la región.
Quien toma el seguro no es el trabajador sino el empresario, y ahí pesa un tema de precios. Nosotros tenemos que asegurarnos de que el trabajador que se accidenta vaya a tratarse al hospital Banco de Seguros del Estado. Para desarmar el monopolio debería hacerse algo bastante complejo.
“Pensamos en rebajar las tarifas un 5% en el mes de setiembre”.
En este aspecto, también estamos regulados por el BCU; están limitadas las utilidades que podemos recibir en esa área. A su vez, ya rebajamos un 5% las tarifas hace unos meses, y estamos pensando que podemos rebajar otro 5% en el mes de setiembre. Lo que estamos haciendo es tratar de ser absolutamente eficientes y brindar la mejor calidad de servicios. Por eso soy partidario de no cambiar la situación actual: funciona muy bien y estamos haciendo todo para que funcione mejor.
En este caso, vamos a intentar vender servicios del hospital, por ejemplo, de rehabilitación, para afuera. Para eso será necesario hacer acuerdos con distintos prestadores de salud.
– ¿Serían acuerdos con mutualistas uruguayas o con instituciones en el exterior?
– Con mutualistas o con ASSE, pero si hay mercado también para el exterior.
– La gremial de aseguradoras afirma que se debe desmonopolizar la cartera de accidentes laborales que tiene el BSE desde hace más de 30 años, y aseguran que esto “contamina a la competencia”. ¿Qué piensa acerca de este último concepto?
– Que no es así. Pretenden decir que subsidiamos el resto del mercado en competencia con las utilidades de accidentes de trabajo y no es así. Ninguna aseguradora privada le da US$ 30 millones al Estado, ni tampoco ninguna le hace frente al tema previsional porque saben que pierden dinero; nosotros le hacemos frente porque somos el Estado.
La verdad es que el éxito que tenemos nosotros en los mercados en competencia es por el nombre que tenemos, porque es el Banco de Seguros del Estado; hace 110 años que está, no cambia todos los días de nombre. Eso hace que la gente sienta una seguridad.
Las aseguradoras privadas tienen muy buen mercado, nosotros tendremos la mejor relación con ellas, vamos a tratar de trabajar juntos en algunas cosas que tenemos en común como, por ejemplo, tratar de aumentar el mercado asegurador, ya que en Uruguay no hay una cultura aseguradora como lo hay en otros países.
Esto de tratar de masticar pequeños nichos no me parece lo mejor. Yo ofrezco para crecer el mercado más grande que hay, que es el previsional; es enorme y vamos a hacer el esfuerzo para que todos puedan trabajar allí.
“Pretenden decir que subsidiamos el resto del mercado en competencia con las utilidades de accidentes de trabajo, y no es así”.
– ¿Cómo ve el mercado asegurador?
– Es un momento complicado. Hoy la población está con dificultades, entonces es muy probable que la gente, al renovar su seguro, baje la cobertura, por ejemplo, en los seguros de auto. En favor de las aseguradoras, han descendido mucho los siniestros, pero es difícil hacer una evaluación general.
– El Banco de Seguros del Estado y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social firmaron un acuerdo que permitió ingresar el Covid-19 a la lista de enfermedades profesionales. ¿Cómo impacta esto en la caja del BSE?
– Depende de cuánto se disemine el virus. Nosotros temíamos que fuera una cuestión importante, pero si esto sigue así no es mucho, es razonable. Hay 104 personas que poseen relación con el sistema de salud y tienen el nuevo coronavirus. Para que nosotros atendamos tienen que ser privados, poseer seguro de accidente de trabajo y haber contraído la enfermedad en contacto con un paciente. Hoy no son grandes números.
– El gerente de Metlife, Guillermo Heyer, dijo a CRÓNICAS que mayo y junio serían los meses más críticos, ya que es cuando la gente revisa sus estados de cuenta y entre pagar la póliza y comer hoy, elije comer hoy. ¿Lo ve de la misma forma?
– No sé si serán los meses más complicados, pero en nuestro caso, al haber 200.000 personas en seguro de desempleo, hay 200.000 pólizas menos de accidentes de trabajo.
Frente a frente
El presidente del BSE hizo una comparación de dos nuevos edificios que son separados por pocos metros de distancia: el Antel Arena y el nuevo sanatorio del Banco de Seguros del Estado.
“El Antel Arena quizás es el ejemplo de lo que nunca se debería haber hecho y es de lo que habla todo el mundo. El mismo gobierno -a 150 metros- hizo el hospital del BSE y nadie habla de eso. Uno costó US$ 100 millones y el otro US$ 40 millones. Creo que ahí tenemos un problema de marketing. Deberíamos mostrar más esas cosas que tiene el Uruguay”, finalizó.