Uruguay es el único país del Mercosur que formará parte de la iniciativa de fomento de inversión del gobierno estadounidense llamada Asociación de las Américas para la Prosperidad Económica (APEP por su sigla en inglés), que busca promover la cooperación económica regional. Entrevistado por CRÓNICAS, el encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en Uruguay explicó cuál es su alcance y las principales perspectivas que presenta.
-¿Por qué Uruguay fue el elegido para este programa?
-En octubre de 2023 Estados Unidos y Uruguay cumplirán 156 años de relaciones diplomáticas ininterrumpidas. Nuestras relaciones diplomáticas y comerciales de larga data constituyen una excelente base sobre la cual es posible seguir construyendo y generando oportunidades para nuestra gente. Nuestros valores compartidos e historia de entendimiento hacen natural que exista voluntad compartida de trabajar juntos en una iniciativa de estas características. Estados Unidos, Uruguay y los otros nueve países que se sumaron a esta fase inicial de la alianza, lo que buscan es generar una mayor integración económica en la región, aumentar la colaboración en materia de aduanas, facilitar el comercio, la logística y las buenas prácticas reglamentarias, entre otros objetivos.
-¿En qué consiste y cuál sería su alcance?
-El objetivo de la APEP es fomentar la competitividad regional, la resiliencia, la prosperidad común y las inversiones inclusivas y sostenibles, al tiempo que diseña y brinda respuestas a la crisis climática. Los objetivos generales están orientados a alcanzar acuerdos de alto nivel en áreas críticas como la competitividad, la resiliencia, la prosperidad compartida, y la inversión inclusiva y sostenible.
-¿Cuáles son los desafíos que implica para ambos países?
-Los países que participamos de esta etapa inicial de la APEP entendemos que el bienestar y la seguridad económica sostenible están fuertemente vinculados.
Nuestro enfoque es integrador, y se basa en los derechos humanos en materia de política económica de modo que nadie quede por fuera, en especial miembros de grupos históricamente infrarrepresentados y vulnerables, como los pueblos indígenas, los afrodescendientes, las mujeres, los jóvenes, las personas LGBTQI+, adultos mayores, personas con discapacidades y miembros de poblaciones rurales. El estado de los derechos humanos es muy dispar en el hemisferio y hace que las prioridades en cada país puedan ser diferentes. Nos une el propósito común de responder a las necesidades de nuestros pueblos a través de la buena gobernanza que conduce a oportunidades económicas robustas y a un crecimiento económico sostenible e integrador.
Como desafío principal podría mencionar el acordar un marco de trabajo que refleje nuestras expectativas y que permita a ambos países obtener beneficios tangibles en un plazo razonable.
También entendemos que la recuperación económica poscovid y las presiones inflacionistas en el mundo son obstáculos para conseguir crecimiento sostenible y parejo. Estas condiciones exigen una mayor colaboración regional y este puntapié inicial se trata de eso.
-¿Cuáles son las oportunidades que se abren para Uruguay y su relación con Estados Unidos?
-La principal oportunidad que se abre para los trabajadores y empresas de Uruguay, sobre todo las pequeñas y medianas, es la de ampliar su participación en la economía bilateral y regional.
Hemos manifestado que Uruguay es un país productor de recursos digitales y que esta es un área de desarrollo con gran impacto en el PBI del país.
Recientes estudios independientes han indicado que, si se incluye la exportación de servicios al evaluar el PBI de Uruguay, Estados Unidos es ya su principal socio comercial. La cooperación en esta área es sin dudas la llave para generar más oportunidades comerciales.
La iniciativa APEP incluye conversaciones para establecer entornos de confianza y seguridad para la economía digital y el desarrollo de infraestructuras y plataformas digitales seguras y resilientes. Son desafíos en esta área reducir la brecha digital, promoción de competencias digitales, el aprovechamiento equitativo de las herramientas digitales ya disponibles y la masificación de la alfabetización digital.
-¿Qué objetivos tiene la APEP y cuáles son las principales expectativas al respecto?
-La APEP es una iniciativa de importancia histórica para impulsar el crecimiento económico del hemisferio, abordar las principales cuestiones que serán definitorias en las próximas décadas y consolidar una mayor cooperación económica para que trabajadores, empresas y ciudadanos todos se beneficien de los lazos económicos y la integración con sus vecinos más cercanos.
Es nuestra intención que la alianza sea una iniciativa abierta e integradora que incorpore en el futuro a otros socios del hemisferio que compartan nuestra visión, objetivos y compromiso. Como dijo el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, durante la ceremonia de lanzamiento de la APEP, “no hay región con la que Estados Unidos esté más profunda y personalmente conectado que las Américas”. Por eso confiamos en que, trabajando juntos, seremos capaces de lograr que nuestro hemisferio siga estando entre las regiones económicas más dinámicas del mundo.