Lestido: “Hay que revisar los Consejos de Salarios y traerlos a la realidad de hoy, sin que nadie pierda derechos”

ENTREVISTA

Julio César Lestido, presidente de la Cámara de Comercio y Servicios

En entrevista con CRÓNICAS, el presidente de la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay (CCSU), Julio César Lestido, dijo que el atraso cambiario existe y es algo que perjudica, y resaltó que para crecer “hay que exportar”, para lo que hay que tener un costo del Estado “más flexible”, que hoy es “alto”. Además, consultado al respecto de la propuesta de reducción de la jornada laboral sin pérdida salarial que plantea el PIT-CNT, se mostró dispuesto a estudiar lo que se busca implementar, pero dejó en claro que dadas las condiciones actuales “es difícil”.

-¿Considera que es favorable para el sector comercio y servicios la situación actual de la economía del país?

-Son las reglas de juego que tenemos y nosotros como comercio y servicios nos fuimos adaptando a esas reglas fijadas. Lo que sí podemos resaltar es que hay un atraso cambiario, pero más que las reglas de juego económicas del país, hay que ver otros aspectos que son fundamentales para el desarrollo de la actividad. Hay cosas que nosotros podemos manejar y otras que no. La situación de Argentina del año pasado ha sido muy compleja para el sector comercio y servicios, por ejemplo.

-Mencionaba la situación del atraso cambiario. ¿Cómo evalúa el valor del dólar?

-Nosotros reconocemos que hay un atraso cambiario que ronda en el orden del 10% y 15%. Evalúo que es algo que perjudica, porque lo importante del país es que pueda exportar. El país crece exportando, si el sector exportador o el productor se ve afectado por una diferencia cambiaria, evidentemente termina repercutiendo, al final del día, en el sector comercio. A nosotros nos interesa que todos los sectores funcionen bien, porque si todos funcionan bien, la gente consume, comercializa y utiliza más servicios. Entonces, pensar que la diferencia de cambio solo es favorable para el sector importador, es estar mirando el árbol y no el monte. 

-En pleno año electoral, donde surgen debates, propuestas y especial atención a las problemáticas que atraviesa el país, ¿dónde residen sus principales preocupaciones?

-Yo separo el tema electoral de los temas en los que el país debería enfocarse. Nosotros elaboramos el documento que se llama «El Pacto por la Patria», que se los presentamos a los distintos partidos políticos con representación parlamentaria, y lo que dice es muy simple. Entendemos que, siempre sobre la base del diálogo y el fortalecimiento de las instituciones, hay temas que debemos abordar para llevar adelante el país que queremos. Nosotros queremos un país más competitivo y que nos permita crecer para el bienestar de la sociedad. Para crecer hay que exportar y para exportar debemos tener un costo del Estado más flexible, que hoy es alto. No solamente en términos económicos, sino en todo lo que tiene que ver con una burocracia que entorpece y enlentece las operaciones. Las certificaciones y los trámites para poder exportar, importar o abrir una empresa, que se dupliquen documentos y que se cobren tasas que no tienen sentido, son cosas que enlentecen. A las empresas les cuesta tiempo y plata, y muchas veces cuando piden que se apruebe un producto, cuando se aprueba y se pide a la fábrica, ya dejó de hacerse o cambió el modelo, y ahí hay que arrancar de nuevo todo el proceso.

-Como decía antes, en el 2023 la diferencia cambiaria con Argentina afectó severamente al sector. ¿Cómo vienen monitoreando la evolución que ha tenido la economía del país vecino?

-La venimos monitoreando con cuidado. Daría la sensación de que en el último mes la diferencia cambiaria se disparó levemente, pero a nosotros nos preocupa el lado argentino y el brasilero. La diferencia cambiaria con Brasil es algo crónico y permanente en el tiempo y con Argentina es más oscilante. Es más brusco, pero de más corto tiempo. El lado brasilero afecta mucho más, porque es más sostenido en el tiempo y afecta enormemente al mercado y al comercio chico de la frontera brasilera. Hay una situación compleja y bastante difícil, que hay que trabajarla.

-Dentro de las propuestas económicas de Álvaro Delgado hay distintas medidas que apuntan a abaratar ciertos productos, principalmente los de higiene personal, que son aquellos que tienen la mayor brecha de precios entre Uruguay y sus vecinos. ¿Cómo ve este tipo de propuestas?

-Lo veo bien. Todo lo que pueda redundar en beneficio del consumidor final, es positivo. Nosotros siempre somos proclives a eso y en definitiva estamos dependiendo de quien consume. Siempre tenemos que pensar en el consumidor, para poder llegarle con el mejor precio y el mejor producto posible. Y que haya precios más baratos, nosotros lo vemos como algo bueno.

-Y además de la diferencia cambiaria que mencionaba, ¿qué otros factores considera que estén incidiendo negativamente en la situación del sector?

-Tenemos que mirar para adelante. Hay un mundo que está cambiando, que nos ofrece muchos desafíos para los que hay que estar preparados y uno de los principales son los nuevos tipos de trabajo que están apareciendo. Y con esto no quiero generar una alerta ni mostrar que estoy en contra de nada. Tenemos los Consejos de Salarios y entendemos que hay que trabajar en ello, pero tenemos que pensar y revisar esos Consejos y traerlos a la realidad que se está viviendo en el mundo hoy, sin que nadie pierda los derechos. Nuestra posición es que nadie pierda los derechos y que esos derechos puedan funcionar. Que no pase que, cuando el mundo va por otro lado, nosotros tengamos una rigidez, que al final del día te lleva a que no puedas incorporar más gente a tus plantillas.

Lo más importante es buscar adecuar la realidad a las situaciones que estamos viviendo. Tenemos que hacer cambios más rápido de lo que veníamos haciéndolo, porque el mundo va cambiando más rápido de lo que cambiaba en el pasado y hoy tenemos que adaptarnos a esos cambios. Pensar en el mundo del trabajo y mirarlo desde el punto de vista de las reglas de juego que tenemos desde hace tiempo, corresponde, y es responsabilidad de todos poder sentarnos y analizar cómo avanzamos hacia adelante y con qué tipo de trabajo nos vamos a enfrentar. Y eso debe estar acompañado de bajar el costo del Estado, que hay que reducir de forma importante. También hay que abrir más al Estado, donde nosotros hablamos de ajustar las relaciones laborales y revisarlas para adaptarlas al tiempo que estamos viviendo hoy. Eso nos va a permitir ser más eficientes y crecer, que es lo que necesita Uruguay.

-¿Qué postura tiene al respecto de la iniciativa del PIT-CNT de reducir la jornada laboral a 40 horas semanales y sin pérdida de salario?

-Como cámara estudiamos todas las propuestas antes de decir que no. La palabra “no” es algo que trato de usar lo menos posible. Cuando la tengo que usar, la uso, pero trato de decir que no lo menos posible. Lo importante es sentarse y hablar. Lo que sí tenemos que ver es qué impacto va a tener y cómo está la situación del mercado hoy. Si vos me decís que la propuesta es simplemente la reducción de la jornada laboral de 48 a 44 horas, o de 44 a 40, te digo que así no se puede. Eso es sin dudas un costo para la empresa, que va a repercutir en el consumidor final, que es una realidad. Porque si la empresa no lo traslada, la empresa se funde. Y si las empresas se funden, se acaba el empleo. Los dos se necesitan para convivir.

Hay que tener al empleador, al que es creativo y el que genera empleo, pero hay que dejarlo desarrollarse para que él pueda generar empleo y contratar. Ahora, si me decís que, por otro lado, van a trabajar menos y se va a pagar por las horas que no se están trabajando, hay que tener en cuenta lo siguiente: si no hay algo a cambio que compense ese desfase, o se traslada en un aumento de precios, con todo lo que conlleva, o la empresa lo absorbe hasta que pueda sostenerlo. En ese panorama, nos quedamos sin empleo y el país no crece, y se generaron otros problemas.

Estudiemos la reducción, yo no te digo que no, pero dadas las condiciones de hoy, es difícil. Primero hay que hablar de productividad, no solo por sector, sino por empresa. No todas las empresas dentro del mismo sector son iguales y no todas tienen la misma disposición y el mismo tamaño. Entonces, hablar de productividad general es muy difícil. No estoy en desacuerdo con tratar el tema, pero, ¿qué hago yo con esas dos horas que quedan libres? Si es lineal y no se estudia la productividad, esas dos horas las tengo que cubrir con algo porque voy a tener ineficiencias, y si tengo ineficiencias voy a tener costos más elevados y va a ser más difícil competir. Y si yo no compito, cierro la empresa. Esto se busca para que la persona tenga más tiempo para disfrutar, vivir más y tener más tiempo con su familia, que me parece que está bien, pero en la práctica se da muy poco. Esto puede generar que haya personas con doble empleo.


“En este último trimestre no se viajó a Argentina como en 2023, lo que repercute en la situación del sector”

-De la última Encuesta de Actividad de la CCSU se desprende que los rubros agencias de viaje y hoteles fueron de los que salieron peor parados. ¿Qué reflexión hace sobre esto?

-La gente dejó de moverse a Argentina como lo hizo en 2023 y viajó menos, lo que afectó a las agencias de viaje. También, Uruguay es un país más caro que sus vecinos y la gente viene menos para acá. Entonces, en ese tipo de efectos, hemos tenido problemas. La hotelería sufre porque hemos tenido menos visitantes, porque también en los países de donde provienen la mayor cantidad de turistas a nuestro país, la situación económica es distinta. Mientras tanto, en 2023 viajaron muchos uruguayos. Es verdad que a Argentina fueron muchos en auto, pero los que viajaron por agencias de viaje o en barco, son los que movieron la aguja en este apartado. Este último trimestre no se viajó como se había viajado el año pasado a la Argentina, lo que termina repercutiendo en los balances y en la situación del sector.