Michele Santo, economista y master of arts en Economía de la Universidad de Chicago
Según explicó Santo en entrevista con CRÓNICAS, si Milei tiene éxito en Argentina, va a poner a Uruguay en una situación “altamente complicada”, porque será un competidor “formidable” de la producción uruguaya. A su vez, explicó que un país puede tener altos precios en dólares si es competitivo y productivo, que “no es el caso de Uruguay”, y agregó que el tema del tipo de cambio será uno de los primeros desafíos que enfrentará el gobierno de Orsi. Por otro lado, destacó que “mucho de lo que piensa Gabriel Oddone, futuro ministro de Economía, no es lo que piensa el MPP, el PCU, Carolina Cosse o Fernando Pereira.
-¿Qué reformas cree que le quedaron pendientes a este gobierno?
-Creo que las cosas que quedaron pendientes son aquellas que quedaron pendientes para Uruguay en los últimos 40 años, que son en las que se ha avanzado en una velocidad muy reducida y que en gran medida explican que la tasa de crecimiento del país a mediano y largo plazo es tan baja, salvo en los períodos donde nos subimos a una bonanza externa o a situaciones regionales que nos tendieron a favorecer. Con esto, me refiero a temas de desregulación, de mayor apertura externa, de reformas en el mercado laboral y a la reducción de la carga impositiva. En definitiva, se trata de una agenda como la que está impulsando el presidente Javier Milei en Argentina, con una realidad completamente distinta. Nosotros deberíamos apostar a más desregulación, más reducción del tamaño del Estado y mayor apertura externa. Si bien ha habido avances, es claro que el ritmo ha sido insuficiente, en una sociedad que además no aparece muy predispuesta al cambio.
-¿No sería viable que esto se solucione en el próximo período de gobierno?
-Veo difícil que estos temas se aborden con la urgencia y la velocidad que sería necesario, porque además el Frente Amplio (FA) es menos partidario de este tipo de cosas de lo que es el presidente Lacalle. Pero, si Milei tiene éxito en Argentina, va a poner a Uruguay en una situación altamente complicada, porque si efectivamente sigue con el ritmo de reformas que está llevando a cabo y la sociedad argentina tolera ese tipo de ajustes, nos vamos a encontrar dentro de tres o cuatro años con un competidor formidable y con una estructura productiva muy similar a la nuestra. Entonces, hay que ver si la sociedad argentina tolera más años de una política de shock tan fuerte como la que está llevando adelante Milei, pero si es capaz de soportar eso, nos vamos a topar con un competidor muy fuerte de toda la producción uruguaya.
-¿Cree que el gobierno de Lacalle Pou no fue tan liberal como se planteó en la campaña de 2019?
-Es un comentario que he escuchado, sobre todo después del revés electoral, y creo que algo de cierto hay. El punto alto del gobierno de Lacalle Pou fue al principio, con el manejo impecable de la pandemia, que fue reconocido en todo el mundo. Pero, después, de alguna manera se quedó en su ímpetu reformista y para algunos es parte del porqué del revés electoral. La realidad muestra que el curso de la economía uruguaya se frenó en los últimos tres años y el crecimiento que hubo después del rebote de la pandemia fue muy bajo, que podría ser otro factor a tener en cuenta para explicar el revés electoral. Pero a mí me hubiera gustado ver una aceleración mayor en el proceso de reformas de este gobierno, teniendo en cuenta que la sociedad uruguaya no está para grandes cambios.
-¿Cuáles cree que serán los desafíos en el corto y mediano plazo que tendrá el próximo gobierno?
-El próximo gobierno tendrá desafíos muy importantes, en parte por las promesas de campaña que se hizo, por la situación que enfrenta de arranque y por un contexto internacional que, salvo temas muy puntuales, será desfavorable para Uruguay. También, si a Argentina le va bien, algo que sería muy bueno para nosotros en el largo plazo, a corto plazo nos va a complicar mucho, en la medida que todas las reformas microeconómicas se lleven a cabo en Argentina, se reduzcan los impuestos y el peso del Estado. Si a Milei le sale bien la jugada, vamos a tener una Argentina muy cara en dólares, lo que nos va a ayudar, pero que será un formidable competidor de la producción uruguaya. Brasil, por otro lado, está teniendo problemas notorios, con un desequilibrio fiscal creciente y que impacta en los mercados financieros y la devaluación del dólar, que todo se constituye en un impacto negativo a corto plazo para Uruguay. A nivel internacional, todavía es una interrogante lo que va a hacer Donald Trump ni bien asuma y si va a hacer lo que dijo en la campaña o no. Si Trump va a hacer lo que dijo en la campaña, será un combo muy complicado para Estados Unidos y el mundo, porque va a llevar a subas en la tasa de inflación y las tasas de interés en dólares van a tender a subir, y el dólar en el corto plazo va a tender a apreciarse. China anunció que probablemente tomará medidas de estímulos más importantes para reflotar la economía en el 2025, pero el comportamiento económico de China en los últimos trimestres ha sido bastante deprimente. El contexto externo que enfrenta la administración de Orsi es bastante demandante y, salvo cosas puntuales, no parece haber muchos vientos externos favorables de los que agarrarse.
-¿Cómo analiza la situación actual del dólar?
-Es uno de los problemas que hereda el nuevo gobierno. Si bien en los últimos meses el dólar ha subido en la plaza local, de la mano de la disparada que tuvo en Brasil, es claro que Uruguay es un país sumamente caro en dólares y la competitividad de la economía uruguaya, desde ese punto de vista, se ve bastante perjudicada en todos aquellos sectores que no han recibido mejoras en los precios internacionales de exportación, como el arroz y la carne. Uno puede tener altos precios en dólares si es sumamente competitivo y productivo, que no es el caso de Uruguay, en términos generales. Y cuando se tiene ese problema y somos tan caros en dólares, nos va a generar dificultades. De hecho, al comenzar la temporada turística, la preocupación es cómo hacer para retener a los turistas argentinos en Uruguay y que no se vayan a Brasil o cómo evitar que los uruguayos también vayan a Brasil. El tema del tipo de cambio será uno de los primeros desafíos que enfrentará el gobierno de Orsi y Gabriel Oddone.
-¿Cree que se descuidó por demás el mercado cambiario?
-Creo que el gobierno usó una combinación de política económica que llevó al resultado que hoy tenemos. El gobierno quiso bajar la inflación para ubicarla en el rango meta, y lo consiguió. Hace 18 meses que estamos en ese rango, pero lo hizo con una combinación de política monetaria y fiscal que, inevitablemente, como cualquier curso básico de macroeconomía enseña, genera esta situación de atraso cambiario. Hubo una política monetaria demasiado restrictiva y hubo una política fiscal más expansiva de lo deseable en una economía llena de rigideces y donde las reformas estructurales para bajar costos internos no se pudieron llevar a cabo. Todo eso lleva a un contexto de altos precios en dólares o lo que se conoce como atraso cambiario.
-¿Cómo ve a Gabriel Oddone como ministro de Economía?
-Sin dudas que Gabriel es un excelente técnico y nadie puede discutir las cualidades profesionales y técnicas que tiene. Es difícil discrepar con el 90% de lo que piensa en materia económica, pero lo que todos nos preguntamos es si podrá mantener en el Ministerio de Economía su impronta y sus ideas que manejó mientras estuvo en el sector privado. Porque, el tema de fondo es que, digan lo que digan, mucho de lo que piensa Oddone no es lo que piensa el Movimiento de Participación Popular (MPP), el Partido Comunista (PCU), la vicepresidenta Cosse y Fernando Pereira. Hay que ver cuánto de lo que son sus ideas económicas va a poder ejecutar Oddone. Creo que la duda que uno puede tener con la conducción económica, que fue lo que trató de dirimir Orsi cuando designó a Oddone en el medio de la campaña electoral, es si se van a hacer grandes cambios en materia económica. Esa es una de las dudas que tengo yo y que tiene mucha gente.
-¿No imagina grandes diferencias entre ambas administraciones?
-Ha sido la constante de Uruguay. Cambian los gobiernos y no hay grandes diferencias. Probablemente haya un sesgo más hacia aumentar el gasto público, pero el tema es que no hay mucho margen fiscal para ello. Hay que ver qué impuestos se van a aumentar, si es que se pretende aumentar el gasto público probablemente haya un intento de gastar más en planes sociales y en reforzar el gasto en educación, pero no veo cambios radicales en ese sentido, al menos mientras Oddone sea el ministro.
“Hay muchas interrogantes y la situación internacional y regional está cargada de incertidumbre”
-¿Cuáles son las perspectivas económicas para el 2025?
-El 2025 será un año muy desafiante, porque hay un enorme nivel de incertidumbre, tanto a nivel de políticas económicas que va a implementar el nuevo gobierno como al contexto regional e internacional. A esto se le suman los temas internos y cómo se va a solucionar o mitigar el atraso cambiario, tratando de lograr mayor crecimiento de la economía. Está la discusión del presupuesto por delante, hay que ver qué medidas de política económica va a implementar el próximo gobierno y si va a aumentar impuestos o no. Hay muchas interrogantes y la situación internacional y regional está cargada de incertidumbre.