Pablo Darscht: “En Inefop se ejecutó mucho más dinero del que entraba”

El flamante director general del Instituto Nacional de Formación Profesional (Inefop) conversó con CRÓNICAS acerca la auditoría de gestión que realiza en el instituto. “No necesariamente está mal que se haya invertido más de lo que ingresó; hay que examinar no solo la legalidad sino también la conveniencia y la pertinencia de esa sobreejecución”, evaluó en relación con la situación financiera del ente. Acerca de los ejes de su gestión, aseguró que el Consejo Directivo trabaja para que Inefop sea “la gran herramienta de la masa trabajadora del Uruguay para subirse a la cuarta revolución industrial”.

Por María Noel Durán | @MNoelDuran

-Envidrio fue enviada a concurso de acreedores por un préstamo incobrable de Inefop. ¿Cómo trabaja el instituto en este caso?

-Lo primero es que no fue enviada. El Consejo Directivo resolvió el pasado 3 de abril que se intimara el pago en primera instancia. 

Lo otro importante es que esta decisión del Consejo fue por unanimidad, es decir que tanto los representantes del PIT-CNT como los de las cámaras empresariales y del gobierno estuvimos de acuerdo en que este era el camino a seguir dada la bastante evidente incobrabilidad que aparenta tener la empresa.

El 15 de abril se envió el telegrama colacionado intimando el pago. Ahí empiezan a correr algunos plazos y en estos días, dado que no hemos recibido una respuesta satisfactoria, se va a continuar con el proceso. O sea, se va a proceder a solicitar el concurso de acreedores.

-¿Y va a haber alguna investigación por lo sucedido por parte de Inefop?

-Eso está dentro del ámbito de la auditoría de gestión que solicitamos que se hiciera. Y lo primero es esperar al dictamen de la auditoría para, eventualmente, tomar otras medidas. Eso se analizará en el Consejo y si amerita tomar otro tipo de medidas, se tomarán.

-A usted le tocó recibir esta herencia, ¿Qué opinión tiene de lo sucedido?

-Si hablamos en términos de herencia, sería no recibirla, porque ese es dinero que ya se perdió. Ojalá la realidad y los hechos me desmientan, pero tengo la convicción de que esa deuda -al menos mientras permanezca la situación societaria actual de esa empresa- es incobrable. Por eso es que también estoy de acuerdo con pedir el concurso de acreedores a ver si de esa forma el desenlace hace que -al menos- podamos recuperar parte del dinero.

En la opinión personal y más bien de tipo político, esto fue una movida a todas luces inconveniente y que no resguardó los intereses del Inefop como hubiera correspondido. 

En cuanto a la legalidad, la verdad que no soy un experto en derecho, por lo tanto prefiero no hacer afirmaciones demasiado terminantes pero sí proceder de acuerdo al derecho y a la buena administración.

-El diputado Rodrigo Goñi dijo a CRÓNICAS que los exdirectores de Inefop deberían retornar el dinero. ¿Concuerda?

-No quiero hacer una afirmación tajante en ese sentido porque eso implica un manejo del derecho que la verdad no tengo. Lo que sí digo es: fue una decisión absolutamente inconveniente, ostensiblemente motivada en razones políticas que no necesariamente defendían los intereses del instituto, pero eso es una valoración más bien política. Yo no me quiero expedir acerca de si hay responsabilidad patrimonial de los directores en este caso concreto.

-En los últimos años, el Instituto acumuló unos US$ 20 millones de pérdida. ¿Se van a investigar las transacciones en general que llevaron a que la caja esté tan debilitada?

-El Instituto tenía unas reservas muy cuantiosas. En los últimos dos años se hicieron compromisos que afectaron fuertemente las reservas.

Entre el dinero que le entra todos los años al Instituto por el Fondo de Reconversión Laboral y lo que el Instituto gastó hay una diferencia que, los últimos dos años, ascendió a US$ 20 millones y los compromisos para 2020 que nos quedaron implican que eso va a subir, aún, bastante más. Se ejecutó mucho más dinero del que entraba. 

Estamos haciendo dos cosas al respecto. Por un lado, ver el objetivo de la auditoría de gestión porque esto no es nada que no supiéramos, esto era conocido. No necesariamente está mal que el Instituto haya invertido más de lo que ingresó; hay que examinar no solo la legalidad sino también la conveniencia y la pertinencia de esa sobreejecución que hizo el Instituto.

Por otro lado, estamos haciendo evaluaciones de los resultados y de los impactos obtenidos o esperables, porque muchas veces para medir impactos tienen que pasar tiempos largos. Eso lo estamos haciendo como práctica sistemática en cada una de las actividades que el Instituto financió.

Asimismo, estamos buscando limitar lo más posible la ejecución en aquellos proyectos en los que no es evidente que haya que esperar buenos resultados; esto dentro de los márgenes que nos dan los contratos que ya están firmados.

-En este sentido, ¿cómo repercute el incremento de personas en seguro de desempleo, tanto en los servicios que ofrece Inefop como en la caja?

-Todos repercuten en la misma dirección. El Inefop recibe el 0,2% de la masa salarial privada del país. Por tanto, en la medida en que esa masa salarial disminuye, porque aumenta el desempleo, dado que la economía está en recesión y demás, ingresa menos dinero al Instituto.

Por otro lado, como el Instituto tiene como objetivo buscar que la gente mejore en sus capacidades para el empleo, en su empleabilidad, y apoyarlas con capacitación y formación profesional para que logre ese objetivo, el hecho de que haya mayor cantidad de personas desocupadas también incrementa nuestra demanda. 

Entonces, estamos gestionando esa situación, que es compleja por los dos lados, y también porque las reservas obviamente están muy menguadas.

-¿De cuánto son hoy en día las reservas?

-Es una pregunta más compleja de lo que parece. Inefop tiene una serie de compromisos que hacen que, más allá de cuánto dinero haya en el banco, hay una parte de ese dinero que inexorablemente se va a gastar, porque los compromisos ya están firmados y hay contratos que cumplir.

Nosotros esperamos llegar al año que viene con unas reservas que no sean mucho menores a US$ 10 millones. 

-En ese marco, ¿hay riesgo de que no se pueda cumplir con todo lo deseado con este presupuesto?

-Esto es el huevo o la gallina. Nosotros estamos haciendo un plan de acción que intenta atender a toda la demanda que esperamos que venga en el futuro inmediato, con la restricción del presupuesto que tenemos. Por tanto, no debería suceder que no podamos cumplir con todo lo que planifiquemos.

Si tuviéramos el doble de dinero, probablemente podríamos hacer muchas más cosas, o quizás las mismas pero mucho más rápido.

Lo que no va a suceder es que vayamos a contratar cosas que no podamos pagar por no tener caja.

-Con respecto a las capacitaciones, ¿qué tipo de cursos son los más tomados?  ¿La oferta apunta a la digitalización?

-No hay en el Instituto sistemas de información o sistemas de inteligencia de mercado que nos permitan tomar decisiones basadas en información.

No obstante lo cual ya se venía intentando apuntar las capacitaciones hacia aquellas ocupaciones que parecen más factibles de poder absorber nuevos empleados. Ahí hay que hacer un balance entre conjunto de competencias disponibles por el candidato, y competencias requeridas por el mercado y ver si la distancia esa es superable mediante el tipo de acción de capacitación que el Instituto puede financiar.

Dicho eso, en cuanto a lo digital, sí, es una impronta muy fuerte que tenemos el buscar convertir en los próximos años a Inefop en la gran herramienta de la masa trabajadora del Uruguay para subirse a la cuarta revolución industrial. 

-¿Hay alguna cifra que refleje cuántas personas de las que quedan en seguro de desempleo toman cursos en Inefop y si logran la reinserción?

-Ese estudio no está hecho. Lo que sí tenemos es la cantidad de personas, por lo menos hasta 2019, a las que se le asignaba y se pagaba por algún tipo de curso para que hicieran. De esas, no hay una discriminación en cuanto a cuántas venían de situación de desempleo. 

El Instituto usó como gran objetivo durante toda su historia el número de capacitaciones contratadas. Es decir, si uno entra a la página web del Instituto y revisa los compromisos de gestión de todos estos años, están expresados en términos de cápitas pagadas por capacitaciones, lo cual sumado a un manejo muy pobre de lo que fue la supervisión y el monitoreo de las actividades de capacitación, no necesariamente refleja que esas personas hayan realmente participado de esa capacitación, y mucho menos que esa capacitación haya servido para insertarse laboralmente. 

En cuanto a medir resultados e impacto, es una cosa que el instituto hizo muy mal y que estamos intentando fortalecer tanto en los procesos de supervisión de las capacitaciones como el análisis posterior de los resultados. 


Codo a codo

Consultado acerca de los ejes de su gestión, Darscht aseguró que actualmente el Consejo Directivo trabaja en la elaboración de una estrategia que guie los pasos a seguir a largo plazo para Inefop. “Estamos en un proceso muy rico de intercambio con las delegaciones de la parte sindical y de la parte empresarial”, destacó. 

Finalmente, el director general puntualizó: “Aspiramos a que el Instituto sea un actor relevante en este proceso que empezamos de abajo con tasas de desempleo que probablemente los próximos meses sean bastante peores de las ya malas que teníamos en febrero”.

En la misma línea, resaltó que aspira a que el instituto sea un actor clave en la digitalización de la formación profesional en el Uruguay y eso implica un trabajo muy cercano con las entidades de capacitación: “No hay un Inefop exitoso sin entidades de capacitación exitosas y competentes”, concluyó