El presidente del Consejo Directivo Central (Codicen), Robert Silva, en diálogo con CRÓNICAS, expresó que a pesar de que hay una diferencia entre el presupuesto otorgado por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) y lo proyectado por Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), no se va a presentar un proyecto de presupuesto independiente. A su vez, afirmó que en las etapas presupuestales siempre hay “movilizaciones y reivindicaciones”, y que este año no será la excepción.
Por Romina Peraza | @romiperaza
– ¿Cómo evalúa, en materia educativa, estos casi dos meses desde que se reactivaron las clases?
– Con mucha satisfacción, en el marco de una tarea de mucha responsabilidad y de articulación y coordinación entre los distintos actores.
A nivel macro, hay que destacar el trabajo realizado entre las autoridades de la educación, el Ministerio de Salud Pública -como autoridad sanitaria-, el grupo de asesores científicos y el Poder Ejecutivo, en el marco del Sistema Nacional de Emergencia (Sinae).
A nivel local, ha sido una acción conjunta con la comunidad educativa, los maestros, funcionarios, padres, abuelos, las familias y la sociedad civil organizada, que ha permitido generar ámbitos de intercambios, colaboración y trabajo cooperativo. El logro de esa actividad sistematizada y articulada es lo que nos ha permitido tener una situación hasta ahora de éxito.
– Hay una diferencia entre lo propuesto por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) y lo proyectado por el grupo de presupuesto de la ANEP, según se expresó desde el organismo. ¿Se va a presentar un presupuesto independiente en el Parlamento?
– No es que vayamos a presentar un proyecto de presupuesto independiente; tenemos potestades y estamos analizando nuestra realidad. El presupuesto que tenemos es muy rígido… Está proyectado que en el 2020 tenemos el 91% de nuestro presupuesto con el rubro 0 –recuperaciones de docentes y funcionarios para remuneraciones-, entonces nos queda muy poco margen de acción.
Nosotros tenemos compromisos asumidos por la anterior administración, ya sea en la ampliación o creación de nuevos centros educativos, que nos implican necesariamente más gastos y más pago de salarios, así como compromisos asumidos de pago de salarios o de creaciones de ofertas educativas sin plata, sin recursos permanentes. Entonces, estamos requiriendo eso y, obviamente, algún recurso adicional para innovación educativa.
Sabemos que la educación precisa dos cosas: más recursos y optimizar el uso de lo que ya tiene. No podemos seguir trabajando como se está haciendo en muchos ámbitos, con falta de profesionalismo, con duplicación de costos. Por tanto, estamos estableciendo algunos caminos y analizando otras hojas de ruta.
– ¿En qué ámbitos se está trabajando con falta de profesionalismo?
– Debemos de saber que no podemos replicar gastos en la estructura organizacional. Tenemos una estructura muy compleja, somos el organismo más grande del país. Contamos con 2.784 centros educativos, 700.000 usuarios diarios, y 65.000 funcionarios. Tenemos el presupuesto más grande la Administración Pública, que es el 12,7% del presupuesto total, lo que significa unos $76.000 millones por año.
Entonces, en una estructura tan grande, hay duplicaciones en licitaciones y en servicios que se brindan.
También creemos que hay que optimizar el trabajo en vinculación con el rubro 0, con gastos que se realizan en la administración, por ejemplo, en servicios, en vigilancia, en limpieza. Creo que esto también nos lleva a un trabajo muy importante que vamos a hacer en los próximos tiempos. Esta es plata de todos los uruguayos y, por lo tanto, tenemos que optimizar esos recursos.
– ¿Para qué cosas alcanzará el presupuesto y cuáles quedarán en el camino?
– Hoy no lo sé decir. Vamos a tener muchas propuestas innovadoras y veremos hasta dónde podremos avanzar.
– ¿Es esperable que haya conflicto por el bajo presupuesto?
– La historia del país marca que en las etapas presupuestales hay movilizaciones y reivindicaciones de distinta naturaleza, y estoy convencido que este año no va a ser la excepción.
– ¿Cuánto de lo que usted propuso en la campaña con Ernesto Talvi sobre liceos modelos se podrá cumplir contando con un presupuesto acotado, además de la situación de pandemia?
– Vamos a trabajar fuertemente para generar la propuesta. Nosotros siempre dijimos que en cuanto al número de liceos o de centros educativos de educación media se precisa más de un periodo. Pero estamos convencidos de que vamos a crear muchos centros educativos modelos de educación media en los contextos de vulnerabilidad, con mucho vínculo familiar, con equipo docente y directivo estables, con una nueva currícula para tener una formación más pertinente. Además, con mayores días de clases y actividades. Estamos convencidos que lo vamos a poder hacer.
– ¿Cuándo se tiene previsto que vuelva la presencialidad total?
– No tenemos fecha. Estamos trabajando con mucha precaución y cautela, porque somos conscientes que estas decisiones se toman en el día a día, en función de cómo vaya evolucionando la pandemia.
– ¿La complementariedad entre lo virtual y lo presencial puede trascender a la pandemia?
– Esperemos que sí. Vamos a trabajar para que la virtualidad trascienda la pandemia y siga siendo un elemento importante en el proceso de enseñar y aprender para nuestros docentes y estudiantes; que sea la gran innovación del sistema educativo.
En este contexto, exhortaría a los padres a que verifiquen las situaciones de sanidad, las medidas preventivas que adoptamos en nuestras escuelas, liceos y UTU, para que, en la medida de las posibilidades, si creen que las cosas están bien, procedan a acompañar a sus hijos, animarlos a la vuelta a la presencialidad.