Sebastián da Silva, senador del Partido Nacional
El senador nacionalista asumió como titular de la banca luego de que Sergio Abreu fuera electo secretario general de la Aladi. Dada su trayectoria como productor rural, en el Parlamento se abocará, principalmente, a los asuntos relacionados con el agro. En diálogo con CRÓNICAS, Da Silva destacó la importancia de que el país se dedique a colocar productos en China. También se refirió al proyecto sobre forestación presentado por Cabildo Abierto (CA): “El error más grande fue la forma; se hizo un tratamiento con mucho perfilismo e inexperiencia”.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
-¿En el Parlamento se dedicará a los temas agropecuarios?
-Sí. Yo siempre estuve en contra del político todólogo, creo mucho más en lo que me ha dado la actividad privada, que es la especialización en el tema, entonces, la parte agropecuaria va a ser el eje fundamental.
-¿Hacia dónde cree que Uruguay debería apuntar en este año que comienza?
-Uruguay debería tener tres agendas para el 2021. Una es la sanitaria, por todo lo que podemos imaginar que va a pasar, como la vacunación.
Segundo, una agenda de institucionalidad democrática, para que muchos de los horrores que pasaron en el gobierno del Frente Amplio (FA) no queden indemnes. No puede ser que haya 2.000.000 de dólares enterrados en pilotes y nadie se haga responsable. El sistema democrático se fortalece responsabilizando a los culpables, al igual que pasó con la crisis financiera del 2002, que el sistema financiero se fortaleció cuando los Peirano fueron presos.
La otra agenda es la de la pospandemia. El mundo va a tener una expansión monetaria enorme y bajas tasas de interés. Y cuando la humanidad recupere la libertad van a salir conductas exageradas, sobre todo, en lo que tiene que ver con aprovechar la vida; eso va a llevar a una gran expansión del consumo y tenemos que hacer valer esa oportunidad.
Uruguay está en el mapa del mundo y en la pospandemia va a ser recordado por haber tenido un líder muy serio y liberal. Mucha gente va a venir al país para conocer o vivir y, al igual que en otras expansiones económicas, como el boom de la soja, nuestro deber es no hacer lo que hizo el gobierno pasado, sino que ese viento de cola quede reflejado en reformas estructurales y mejoras sustantivas.
-¿En qué proyectos va a trabajar en este período?
-Nosotros tenemos capacidad productiva ociosa en el agro y necesitamos tener acceso a los mercados para poder colocar los productos. China es nuestro norte, a través de ese país podemos ser exportadores de melones, de sorgo, de zanahorias, de boniatos, además de carne, soja y trigo. Eso puede llegar a generar una revolución productiva en todos los estamentos, pero básicamente en los pequeños y medianos productores.
Nuestra aspiración es que no menos de 30 productos del campo uruguayo tengan acceso habilitado a los mercados chinos. Lo mismo pasa con el aprovechamiento del pasto; como recurso estratégico, hoy hay mecanismos que colaboran para una mejor utilización del pasto que hace que el ganado coma más eficientemente.
Otro tema es el incremento del procreo, la única variable agropecuaria que no ha crecido, dado que siempre mantenemos esa mediocre tasa de 60%. Hoy la información es clara, sabemos dónde están los problemas, quiénes los tienen y hay tecnología y mucho gasto público en institucionalidad agropecuaria como para levantarla con muy poca cosa.
El otro eje es la promoción y el fomento de la cría del lanar, que tiene por delante un futuro enorme. Como los ciclos biológicos de la oveja son muchísimo más cortos que los del ganado, la posibilidad de expandirse es mayor.
-¿Cómo tomó su partido el proyecto que presentó CA sobre la forestación?
-El proyecto tuvo un pésimo manejo. Yo coincido en que es lógico que se revisen algunos aspectos de la Ley Forestal. Desde los primeros eucaliptus que plantaron la familia Otegui y la empresa Shell a los eucaliptus clonados de UPM, ha pasado mucha agua bajo el puente y es racional que la ley se actualice, pero con parámetros uruguayos, que nunca implicaron ponerle un porcentaje legal a ninguna producción industrial, comercial ni agropecuaria.
Yo estoy muy esperanzado de poder sacar una ley de consenso. Hay que discutir la vigencia de los suelos de prioridad forestal, pero el error más grande fue la forma; se hizo un tratamiento con mucho perfilismo e inexperiencia. Ahora en el Senado lo vamos a tratar de reencauzar, como ha sido la tradición uruguaya.
-¿Qué cree que se debió haber hecho?
-Por lo pronto, discutirlo con los involucrados; el ministro de Ganadería nunca fue consultado, así como muchos de los que están en el negocio forestal. Yo no creo que en Uruguay haya que elegir entre forestación o ganadería, sino que ambas deben convivir.
Cuando tú tenés un prejuicio sobre el desarrollo forestal y el impacto que ha tenido en muchas zonas, y le agregás una gotita de perfilismo, eso te lleva a que el 15 de diciembre (el día en que se votó el proyecto), en medio de una pandemia, termines tironeando una coalición de gobierno a menos de un año de que esté funcionando; eso es inexperiencia pura.
-¿Qué consideración hace sobre el hecho de que el FA haya dado su apoyo a esta iniciativa, con lo cual se aprobó en Diputados?
-Aprovechan la inexperiencia, usan al perfilismo para generar una picardía política. Naturalmente, eso habla de tener más experiencia parlamentaria.
-¿En la interna de la coalición hay forma de llegar a consensos teniendo puntos de vista tan diversos con respecto a la forestación?
-En el fondo no creo que haya puntos de vista tan diversos, lo que hay es un error en la forma. Si nosotros nos ponemos a discutir la forestación desde el vivero, el plantín, hasta las plantas de celulosa, vamos a encontrar 95% de coincidencias, por lo menos conmigo.
La Ley Forestal es lo suficientemente generosa para que el eucaliptus sea plantado solo en los suelos de prioridad forestal, yo no tengo objeciones con eso. Sí las tengo con la forma y con una pésima medida legislativa que es ponerle un porcentaje del 10% de la superficie para el desarrollo forestal, que es un saludo a la bandera que lo único que hace es dar malas señales.
-Cuando dice que es lógico que se actualice la Ley Forestal, ¿a qué aspectos puntuales se refiere?
-Hay algunos suelos, por ejemplo, el 9.3, que hoy podrían estar perfectamente dedicados a la agricultura de secano porque son areniscas muy profundas, que pueden salir del área de prioridad forestal. Y hay algún otro suelo muchísimo más superficial como el 2.11b, que hoy no está dentro de la Ley Forestal y son suelos de cerrillada, de muy poca productividad.
Cuando hablo de actualizar me refiero a la esencia de la ley, que son suelos aptos para el crecimiento del eucaliptus y de relativa baja productividad, que en Uruguay dan más provecho plantando un árbol que criando ganado.
-CA habla de limitar el desarrollo de la forestación, lo que los nacionalistas no comparten.
-Muchas veces, dar parte de un establecimiento en renta para la forestación permite que el productor tenga un ingreso muchísimo más grande que el ganadero, y eso hace que no venda sus campos a una gran empresa o a un extranjero. Entonces, con todo lo que sea limitación u ocurrencia política de limitar una actividad económica, en principio yo no estoy de acuerdo.
-¿Cómo espera que sea la discusión de esta iniciativa en el Senado?
-Muy argumental, como tienen que tratarse las leyes. Yo voy con un espíritu abierto a tratar de poner en blanco y negro ejemplos como los que te acabo de decir. O sea, suelos que con la siembra directa deberían sacarse de la prioridad forestal y suelos que no sirven para otra cosa que para criar ovejas se tendrían que poner en la prioridad forestal.
-Lacalle Pou planea vetar el proyecto si se aprueba en el Senado, según consignó El País. ¿Le parece una decisión correcta?
-A mí me pagan el sueldo para que ese extremo no se llegue a dar.
-¿Usted cree que no va a llegar a suceder?
-Yo estoy convencido de que vamos a llegar a un acuerdo porque los argumentos técnicos que manejamos son de mucho sentido común.
-¿Qué opina de las declaraciones del diputado de CA, Eduardo Lust, quien dijo que si Lacalle veta el proyecto, la fuerza política que integra tiene que dejar la coalición?
-Es una declaración más del diputado Lust.
-¿Le resta importancia?
-Lust no fija la agenda de gobierno ni mucho menos.
En la coalición “hay que tratar los temas con argumentos, no con perfilismos o titulares rimbombantes”
-¿Cómo ve el futuro de la coalición de gobierno?
-Dinámico, con temas donde coincidamos, otros en los que habrá que negociar y algunos que quizás generen discrepancias. La coalición hoy gobierna porque hubo una voluntad popular que quiso terminar con 15 años de gobierno del FA. Ese mandato es el que a nosotros nos une, por eso hay que tratar los temas siempre con argumentos, con madurez, no con perfilismos o titulares rimbombantes.
-¿Cree que sería necesario un nuevo “Compromiso por el país”, dado que gran parte de los puntos del acuerdo fueron aprobados en la ley de urgencia y el Presupuesto?
-Probablemente sea necesario porque buena parte de nuestra agenda de desarrollo está en stand by por la pandemia. Hay muchas cosas que son razonables al mirar para el futuro, por ejemplo, cómo aprovechamos las tasas de intereses internacionales bajas y la expansión monetaria que se va a dar en el mundo, cómo dejamos de perder el tiempo con el acuerdo Mercosur-Unión Europea y nos dedicamos a colocar productos en China.