“Si se compensa con que podamos, gracias a esos aranceles, firmar con la UE y algo con Japón, saldríamos ganando”

ENTREVISTA

Carlos Mazal, consultor internacional y experto en innovación, propiedad intelectual y gobernanza

El mundo está agitado por distintos factores, pero el que tiene en vilo a gran parte de los países es la guerra arancelaria que desde el norte de América se impone. Al respecto, Mazal, en entrevista con CRÓNICAS, resaltó que, en este agitado contexto, lo que importa es que a Uruguay le vaya bien y que “de rebote” la Unión Europea firme con el Mercosur. Por otro lado, consideró que este año habrá incertidumbre y que el Frente Amplio se lo está tomando “como si aún estuviera en campaña” y no ha empezado a “gobernar con ideas”.

Por Oscar Cestau | @OCestau

-Los aranceles de Donald Trump, ¿son una locura o una jugada maestra?

-Hay algo que es propio de su personalidad, como el hacer altas apuestas para luego poder negociar. El problema es que los aranceles no resuelven, porque ponérselos a Japón hace que este país se acerque a China y a Corea. Y qué es lo más importante, ¿los aranceles o la parte geopolítica? Esto puede resultar en que Japón se acerque a países que son enemigos de Estados Unidos, porque lo tiene que hacer por un tema de sobrevivencia. Entonces, estás empujando y castigando a alguien que es tu aliado más leal en esa parte del mundo. Es verdad que Japón tiene aranceles altos y que Estados Unidos puede sentir que por mucho tiempo le tomaron el pelo porque ellos tienen aranceles bajos y Japón tiene tasas muy altas sobre los autos americanos, y sin embargo en Estados Unidos abunda Toyota y Honda. Lo que hizo Japón, que es una novedad, fue nombrar un ministro para negociar exclusivamente con Estados Unidos. Ahora, si hay algo de ego o narcisismo por parte de Trump, todavía no lo sabemos. Lo que me importa es que a Uruguay le vaya bien y que de rebote la Unión Europea (UE) firme con el Mercosur.

-Algo que era impensable hace un tiempo.

-Impensable por razones políticas, porque hay países que no darían su voto. Francia juega un papel importante, pero Austria también estaba en contra y se manifestó abiertamente a favor. Lula viajó a Japón, no sabemos qué pasó, pero ellos están pensando en un Tratado de Libre Comercio (TLC) con el Mercosur. Al principio era más que nada un gesto, pero ahora se vuelve algo con mayores posibilidades. Y esto, es producto de un efecto rebote de lo que está haciendo Trump. Más que de genio o de loco, lo que está haciendo Donald Trump es impredecible. Tiene un equipo que lo vive halagando, muy jugado a no criticarlo, y la falta de crítica interna es lo peor que puede pasar, porque nadie lo pone en duda y en el medio de todo esto se meten en la guerra, específicamente con los Hutíes, porque es el menos peligroso de todos y está negociando directamente con Irán. Esas son cosas buenas en el fondo, lo que pasa es que es una persona que no despierta simpatías. Y Trump, cuando se la agarra con Canadá por el tema del fentanilo y con México, se busca enemigos que empiezan a hacerse amigos de sus enemigos. Porque en Canadá ya empiezan a hablar de Rusia o de China, algo que antes era impensable. 

-Los aranceles provocan la subida de precios en el corto plazo y de inflación, con tensiones en las cadenas de suministros e incertidumbres en los mercados y freno en el consumo. ¿A quién le sirve eso?

-La palabra que resume todo es incertidumbre. Todo el mundo anda con cuidado. Al final, la incertidumbre se nota en la bolsa; y la bolsa no es solo de los ricos.

-¿Y no será ese el objetivo? ¿Que el miedo provoque un reacomodo en la economía mundial?

-Yo creo que hay algo más detrás de esto. Y por supuesto lo que importa es lo que está pasando ahora, pero me parece que puede existir una jugada que nos beneficie a nosotros si el gobierno está despierto, pero nuestro gobierno no quiere saber nada con Estados Unidos.

-También está el objetivo de destruir la tasa de interés y así entrar en un equilibrio fiscal, teniendo en cuenta la deuda que tiene Estados Unidos.

-Son US$ 36 trillones, es incalculable. Ahora, él quiere, a través de Elon Musk y compañía, hacer algunas cosas con las que yo estoy de acuerdo y que debería hacer cualquier gobierno, el nuestro inclusive.

-¿Por ejemplo?

-Mirar qué es lo que está pasando con el gasto del Estado, viendo si cada persona que está ahí dentro tiene términos de referencia. Hay un gasto completamente innecesario en políticas que van en contra de los intereses de Estados Unidos y está lleno de gente que no es necesaria. Esto puede terminar eliminando el déficit o reduciéndolo a la mitad, pero quebrando el multilateralismo, porque también se quiere ir de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que es el mundo con reglas y que los países más chicos y vulnerables necesitan.

-Trump ha insistido en bajar la tasa de interés. ¿Se lleva puesto a la Fed? ¿Powell resistirá?

-Powell, a esta altura, va a resistir. Y Trump dijo que de ninguna manera pensaba echarlo, porque él mide y larga eso para ver si hay apoyo público y sondear qué responden los demócratas, y eso a la gente no le gusta. La señal es que, si llega el momento, van a cortar las tasas. Porque, si bien han bajado algo, en lo referente a vivienda y construcción en Estados Unidos, los intereses de las hipotecas siguen estando muy altos. El tema de la vivienda es muy complejo porque toda la gente joven quiere comprar casa, pero no pueden pagar los intereses.

-El gran enfrentamiento parece ser entre Estados Unidos y China. Ahora, ¿cómo termina esa guerra?

-El tema es que uno no ve que pueda terminar a corto plazo, porque China tiene cómo responder y una estrategia a largo plazo, mientras que Trump todos los días inventa algo nuevo y no parecería que viniera de una estructura burocrática pensante. China viene pensando esto hace 50 años y lo tiene muy adelantado. Tiene 91 puertos en 56 países, que son más que puertos. 

-En esta guerra, las empresas manufactureras chinas empezaron a revelar dónde se fabrican artículos y marcas de lujo, lo que es un golpe para empresas de Europa.

-Los empresarios norteamericanos se fueron a China porque la mano de obra es barata. Si vos querés armar un auto en Detroit, va a costar 40% más. Lo que no se dan cuenta es que cuando vos sos una superdemocracia y el primer país del mundo, también tenés responsabilidades excepcionales, tenés que de dar el ejemplo y ser más generoso, sin jugarle de igual a igual a todos los demás, porque eso hace que puedas seguir siendo el número uno. Quien es el número uno tiene responsabilidades excepcionales y Estados Unidos se quiere escapar de eso. 

-¿Cómo impacta el tema de los aranceles en Uruguay?

-Si se compensa con el hecho de que podamos, gracias a esos aranceles, firmar con la UE y algo con Japón, saldríamos ganando. Nuestro comercio con Estados Unidos no es tan grande, con China sí. Lo que pasa es que China nos va a cobrar más por el 30% de lo que importamos. A nosotros no nos importan tanto los aranceles gringos, pero sí nos importan los aranceles gringos en los países socios nuestros. Y China es un socio importante, al igual que Brasil, al que también le piensan aplicar aranceles. Y va a haber incertidumbre en un año donde el Frente Amplio (FA) se lo está tomando como si estuviera en campaña aún y no empieza a gobernar con ideas. Llegaron porque hicieron una gran campaña, y eso no se puede negar. 

-¿Ve oportunidades para que Uruguay se alinee con otros países en este contexto de guerra arancelaria?

-Creo que sí, pero es la necesidad que nos lleva a pensar en ese tipo de alternativas. Nos sirven las alternativas como la UE, pese a que beneficia mucho más a los grandes. Pero tras 25 años de negociación sería bueno tener, al menos, un TLC y buscar socios, porque Uruguay tampoco necesita tener TLC con muchos países, como tiene Chile. 


“Veo que el gobierno prácticamente abandonó la posibilidad de unirse al Acuerdo Transpacífico”

-¿Cómo valora la postura de la actual administración en cuanto a Brasil y a la política internacional? ¿Ve beneficioso para Uruguay alinearse con Brasil?

-De ninguna manera. Veo que el gobierno prácticamente abandonó la posibilidad de unirse al Acuerdo Transpacífico (Cptpp). Es nuestro turno en el Cptpp, ¿por qué vamos a retirar nuestra solicitud de adhesión, si le sirve también a este gobierno? El que nos está vetando es Brasil, porque habla con Japón y con todos. Somos el 1% del Producto Interno Bruto del Mercosur y no nos dejan, pero yo creo que no debemos pedir permiso. Ya firmamos un TLC con México estando en el Mercosur, y tampoco debemos pedir flexibilidad, porque estamos admitiendo que hay una traba, si no hay absolutamente nada que nos prohíba.