Silvia Nane, senadora del Frente Amplio
Silvia Nane, en entrevista con CRÓNICAS, destacó que las políticas de protección a la infancia necesitan una vuelta de concepción, porque “hace 100 años que el sistema no tiene un cambio importante”, y resaltó que en este período hubo una “subejecución” en temas importantes que “no debió ser así”. Por otro lado, enfatizó en que hay una necesidad social de que se generen acuerdos en determinados temas y, respecto de la seguridad social, Nane dijo que la Ley 20.130 de este gobierno “no tuvo un análisis integral de todo” y que “no atendió” a las recomendaciones de la OIT y del Banco Mundial.
Menú: La entrevistada degustó risotto sepia de langostinos, calamares y pulpo, que acompañó con agua sin gas. Para extender la sobremesa, pidió un café.
-Días atrás, el país se sacudió por cuatro noticias de violación y abusos a menores de edad. El caso de la menor de 15 años que fue violada en el Prado y que estaba bajo el amparo del INAU; el docente en Tacuarembó que abusaba de una menor de 12 años; y el caso de violación y abuso a otra menor en Rivera. ¿Qué está fallando en el país?
-Es un montón que sale a la luz, porque hay otro montón que no sale. En el caso de la adolescente que fue abusada sexualmente mientras estaba de licencia en su hogar, hablaron dos autoridades del INAU y los dos dijeron que no tenían nada que ver y que el instituto no tenía responsabilidad. Entonces, está la vida de una gurisa que se rompió y el hecho simbólico de la negación y el oscurantismo que ha tenido el directorio oficialista del INAU, porque, o faltan a la verdad u ocultan.
-¿Cree que el INAU tiene las herramientas y los recursos para abordar adecuadamente estas problemáticas?
-Si con recursos nos referimos a plata, cabe recordar que el INAU devolvió US$ 80 millones por mala ejecución presupuestal y por no tener proyectos serios de abordaje. Y los recursos humanos y la adecuada capacitación, evidentemente no. El sistema de protección de infancia y adolescencia necesita otra vuelta de tuerca, porque está obsoleto en su concepción e implementación material.
-¿Qué propone el FA en este apartado y en qué se diferencia desde lo programático con el Partido Nacional (PN)?
-Hay varias cuestiones al respecto y no todas están encaminadas en un acuerdo. Hay que cambiar la matriz de protección, que debe incluir el apoyo a las familias antes que los menores lleguen a la institución, porque a veces caemos en la cuestión de pensar que el INAU es solamente los hogares. INAU es el organismo rector de todas las políticas públicas de infancia y de todos los gurises, y eso implica que las políticas de infancia estén atravesando muchos organismos del Estado. Hay muchos menores baleados que ingresan al Pereira Rossell. ¿Cómo analiza el INAU esas situaciones con ASSE? ¿Qué está haciendo el INAU para proteger de la violencia a los gurises que no viven en barrios vulnerables?
-¿La situación actual evidencia cierto desborde en la capacidad del Estado para atender estos problemas?
-Hay un desborde, sí. Pero el problema es que no estamos atendiendo donde hay que atender.
-¿Y cómo se logra atender el lugar correcto?
-Primero, entendiendo la interinstitucionalidad que hay que tener y el rol de la rectoría. Una de las posibilidades, que es una de las propuestas que hay, es separar la rectoría de la operación, como se hizo en el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS), donde el Ministerio de Salud Pública (MSP) tiene la rectoría y ASSE la operación. Tal vez con el INAU haya que hacer lo mismo. Hay un principio que sustenta esta propuesta, que es el hecho de que nadie se controla bien a sí mismo. El rol de rectoría y el rol de definición de las políticas de infancia, implica entender la interinstitucionalidad y que la infancia es todo el hecho en sí. Si hay algo que es transversal a toda la sociedad es la violencia a niñas, niños y adolescentes. Lo que ocurre es que la violencia tiene diferentes caras y capas que la van ocultando. Las oportunidades también son diferentes, porque el lugar donde nace una persona la marca para el resto de la vida. Como sociedad y como Estado, desde la institucionalidad, debemos entender que al momento de nacer nadie elige dónde hacerlo. Después podemos hablar de la meritocracia y de un montón de cosas, pero al momento de nacer, hay dos trayectos totalmente diferentes. Quien nace con transferencias y quien nace con herencia tienen expectativas de vida completamente diferentes.
-Usted habla de problemas y compromisos que el próximo gobierno deberá asumir, pero, sin embargo, la situación económica no es auspiciosa. El déficit fiscal está en el 4,2%, el país hace años viene creciendo en el entorno del 1% y distintos especialistas han apuntado a que no hay margen para aumentar el gasto público. ¿Cómo se contempla este panorama que le menciono al momento de hablar de estos compromisos?
-No es solamente hablar de plata. Entender las diferencias al momento de nacer no es un tema de plata. También hay que entender que si existe un plan de alimentación escolar, que está muy bien como política, pero que si no se acompaña con una política en la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) de protección de las trayectorias, hay una pata que queda floja.
-Lo que usted dice es que la plata está y hay que reorganizarla. ¿Esto no va en contra de las recomendaciones presupuestarias de Unicef, por ejemplo?
-Capaz hace falta más, pero lo que yo digo es que hubo una subejecución importante en temas importantes en este gobierno, que no debió ser así. Las políticas públicas son integrales, y es muy difícil entender que si la plata que me sobra de un lugar la puedo reasignar a otro, que no siempre es posible. Pero, por lo pronto, tener una visión integral y tener observatorios de política pública es algo absolutamente fundamental. Uruguay es de los pocos países del mundo con presupuestos quinquenales y rendiciones de cuentas anuales. Y en este período pasó que al momento en el que el gobierno presentó el presupuesto no estaban incluidas las condiciones de la pandemia. Y si no ejecutás la política pública en función de los objetivos que vas necesitando para el país en esos momentos, y como hiciste el presupuesto en base a un plan de gobierno para decir que cumpliste con todas las propuestas electorales, terminás en una falacia. Terminás gestionando una situación que no es real.
-¿Cree que los temas de infancia y de pobreza infantil fueron utilizados como botín electoral en esta campaña?
-No. Pero creo que lo que ocurre es que no se discuten en integralidad, sino que se discuten por pedazos, y cada quien agarra el pedazo que le queda mejor, y me parece que es un tema que no se puede tratar así. Hay que ser muy preciso en la política pública, porque cinco años es mucho en la vida de alguien y principalmente de los niños.
-¿Hay algo que valore de lo hecho en estos cinco años respecto de la infancia?
-Las valoraciones siempre tienen que ser acumulativas. Lo que se hace en cinco años se apoya en lo que se hizo en todo el tiempo anterior, porque las instituciones cambian poco a lo largo de los períodos de gobierno y porque estas muchas veces generan mecanismos de autopreservación. Entonces, vos podés cambiar algunas cosas, pero hay una esencia que no varía. Y a mí me parece que no se pueden dividir estos temas, que son tan trascendentes para las vidas de los gurises, en pedazos de gobierno. Las políticas de protección a la infancia necesitan una vuelta importante de concepción, porque hace 100 años que el sistema no tiene un cambio importante.
-¿Y el FA va a dar esa vuelta importante?
-Hay que empezar a darla. Yo no sé si la vamos a poder dar completa. Pero creo que hay un acuerdo en que hay que dar este paso.
-¿Dónde estarían los impedimentos para que eso suceda?
-No sé si hay impedimentos, todavía no lo hemos analizado. Lo que pasa es que mientras se cambia la matriz de producción, hay que atender las urgencias. Tenemos que entender los costos de romper gurises. Es carísimo y tenemos que ponernos de acuerdo en entender dónde vamos a actuar.
-¿Hay voluntad política para esos acuerdos a los que se refiere?
-Creo que hay una necesidad social de que se generen acuerdos en determinados temas. La voluntad política tiene que aparecer si hay una necesidad social. A mí no me importa si hay voluntad o no.
-Pero sin voluntad política y diálogo, no se materializan los acuerdos.
-Bueno, pero hay que hacerlo, y la voluntad política tal vez la tenga que arrimar la gente. Y la voluntad política capaz tiene que ser una labor de la fiscalización social. No puede ser una decisión estar de acuerdo o no, en algo que es una necesidad social imprescindible. Ponerse de acuerdo en temas urgentes no es una decisión personal y tienen que hacerlo quienes quieran y quienes no. Y si hay gente que no esté dispuesta, los mecanismos sociales tienen que presionarlos.
-El FA ha sido muy crítico en temas centrales de este gobierno, como la educación y la seguridad social. Si es gobierno, ¿va a gobernar en términos refundacionales en estos ítems que fue tan crítico?
-No, porque es imposible materialmente. Este gobierno pretendió ser refundacional en muchas cosas, y terminó rompiendo más de lo que arregló. Y cuando las cosas se rompen, es muy difícil volver a armarlas, porque no quedan igual.
-¿Y cómo los va a encarar?
-En seguridad social vamos a plantear un diálogo. Yo lamento mucho a la gente que desconfía del diálogo, pero la construcción política es diálogo.
-¿En ese diálogo se va a tomar la voluntad que expresó la población en la votación del plebiscito que impulsó el PIT-CNT, que rechazó la derogación de las AFAP, la equiparación de las jubilaciones mínimas al salario mínimo y la fijación de los 60 años como edad de retiro?
-No es una cuestión solo de voluntad. Es una cuestión de problematizar la situación y de poder encarar un análisis serio de las cosas. La Ley 20.130 de este gobierno no tuvo un análisis integral de todo y no atendió a las recomendaciones de la OIT y del Banco Mundial.
-¿Con la LUC qué van a hacer?
-Hay que volver a analizarlo. Por ejemplo, se hacinaron las cárceles de mujeres con hijos, cuando todo el mundo dijo que eso iba a pasar. ¿Qué vamos a hacer con lo que ya pasó? Más que tocar la LUC, como si fuese algo escrito en piedra, hay que preocuparse por las vidas que pasaron por la LUC y no andar votando leyes a la bartola.
“Necesitamos pensar el desarrollo de la ciencia y la tecnología en clave de una estrategia país”
-Usted proviene de la industria del software y del sector de las tecnologías de la información. ¿Cómo ve el panorama que ofrece el país para estos segmentos?
-El panorama no está dado tanto por lo nacional sino por lo global, en general. Pero hay que cuidar mucho las políticas de ciencia y tecnología con grandes acuerdos, y los acuerdos necesitan de una gestión transparente. En la Rendición de Cuentas de 2022, se votó un fondo para el Uruguay Innovation Hub de US$ 10 millones, que se lo iba a dar a la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) de acuerdo a los proyectos que le resultaran interesantes, pero no sabemos qué pasó con eso. Yo busqué la ejecución de los fondos y no los encontré por ningún lado. Necesitamos pensar el desarrollo de la ciencia y la tecnología en clave de una estrategia país, de desarrollo y no solo de crecimiento económico.