En el Ministerio de Industria, Energía y Minería trabajó a la par del ahora exministro Omar Paganini y poco a poco su figura se fue posicionando en la escena nacional más allá de sus pagos sanduceros. Walter Verri es hoy, como subsecretario de Industria, una voz autorizada de diversos temas, pero como él mismo lo señala, proviene de la política y hacia ahí se dirige de cara a 2024. De su gestión y de lo que se le viene al Partido Colorado (PC) conversó en un mano a mano con CRÓNICAS.
Por Oscar Cestau | @OCestau
Menú Verri degustó hamburguesa vegetariana de espinaca con queso, tomate, pepinillo, cebolla caramelizada, lechugas y papas fritas, que acompañó con agua sin gas. De postre optó por crema diet de vainilla. Para cerrar la sobremesa eligió café.
-¿Cuáles son los temas que hoy más preocupan al Ministerio de Industria?
-Sin dudas que las exportaciones vuelvan a crecer y así que el país vuelva a la senda de crecimiento. En otros términos, se trata de seguir agregando valor a la producción nacional; eso es algo que siempre es un desafío del Ministerio de Industria. Tenemos que seguir apostando a vender lo bueno y muy bueno que hacemos los uruguayos. Después, hay algunos desafíos en otras áreas, como la energía, por ejemplo.
-¿Cuál es la expectativa en la industria? Argentina, en cierta forma, se ha convertido en un dolor de cabeza.
-Se ha dado una circunstancia muy especial producto de la situación macroeconómica Argentina, pero es imposible para Uruguay poder controlar esa situación de descalabro y de desfase que tenemos. Un día Paganini dijo: ‘Mandrake no reside en el Ministerio de Industria’, y bueno, eso es así.
-¿Hay posibilidades de implementar el cero kilo en la frontera como piden algunos sectores productivos o eso es prácticamente imposible?
-Los que vivimos en este país, y más lo que se ubican sobre la frontera, como es mi caso, sabemos que cada vez que se intentó implantar el cero kilo, cualquiera fuera el gobierno, no fue posible mantenerlo por mucho tiempo. Es una medida que atenta contra las libertades y no parece razonable pensar que ese sea el camino. Deberíamos, tal vez, buscar otras alternativas. Hay varios proyectos en el Parlamento dando vueltas, pero no parece ser un tema de fácil resolución.
-En concreto, ¿cómo analiza la relación comercial con Argentina?
-Argentina ha puesto muchas trabas a nuestras exportaciones, de hecho ya no ocupa los primeros lugares como destino. Ojalá que con el nuevo gobierno podamos trabajar en lo que realmente queremos, que haya libertad de comercio entre los países y que no existan trabas que dificulten nuestra producción, como nosotros no se la dificultamos a ellos cuando entran con sus productos a nuestro país.
-¿Qué debe hacer Uruguay a nivel de comercio internacional?
-Uruguay necesita abrirse al mundo, nuestro mercado interno es muy pequeño, y por lo tanto, nuestro crecimiento tiene que ser hacia afuera; si no entendemos eso difícilmente vayamos poder crecer. Por eso este gobierno ha puesto tanto hincapié en los acuerdos de libre comercio; queremos venderle al mundo lo que producen los uruguayos. Uruguay es un país que capta mucha inversión, pero necesitamos seguir abriendo mercados.
-El presidente de la Cámara de Industrias, Fernando Pache, una y otra vez habla de que «no hay que descuidar a los socios del Mercosur», y pone en cifras lo que representa el comercio entre los países del bloque. ¿Está de acuerdo con eso?
-Sí, totalmente. Somos Mercosur y tenemos que entenderlo, hicimos un acuerdo con los vecinos y ahí nos tenemos que mantener. El Mercosur tiene que tener gobiernos que entiendan que si no avanzamos juntos, nosotros lo podemos hacer a nuestra velocidad. Uruguay quiere hacer un acuerdo libre de comercio con China y el propio Alberto Fernández reconoce que llamó a ese país para que no se avanzara. Eso, sin dudas, es algo reprochable desde todo punto de vista; destruyó Argentina y no quiere que a nosotros nos vaya bien. Esa mirada dentro del Mercosur no la queremos, pero necesitamos seguir siendo parte del bloque regional.
-¿Qué ve más viable el acuerdo con China o con la Unión Europea?
-Hoy está más cerca el de la Unión Europea. Por lo menos lo estaba… Ahora se ha alejado un poco. Cualquiera de los dos son bienvenidos. Para Uruguay sería un cambio sustancial.
-¿Da ciertas garantías que un país como Brasil también esté interesado en las negociaciones con China?
-Sin dudas.
-¿Cuáles son los desafíos en materia de energías renovables?
-Uruguay es un ejemplo en un mundo que tiene acuerdos y que trata desesperadamente de poder cumplirlos. Hemos logrado transitar lo que muy poquitos países, o casi ninguno, ha logrado, me refiero a la descarbonización de la matriz primaria de energía, es decir, la energía eléctrica. La energía eléctrica que consumen hoy los uruguayos es 100% renovable, salvo algunos picos en algún momento donde hay que recurrir a la energía térmica, porque no da toda la potencia instalada de renovables. Eso nos lleva a la segunda transición, la que nos convierte en un país diferente. La segunda transición tiene tres pilares: uno es el de la movilidad eléctrica, el segundo es la eficiencia energética y el tercero es el hidrógeno.
-¿Cuál es su visión sobre la electrificación del transporte?
-Es un pasaje lento y costoso. Hoy un vehículo eléctrico cuesta bastante más que un vehículo convencional a combustión, pero el cambio se está dando, y en estos tiempos ha tomado una mayor velocidad. Por nuestra parte, hemos tratado de incentivar la compra de vehículos eléctricos dándole subsidios a aquellos sectores que más consumen, por ejemplo, los taxis y los vehículos de aplicación. A esto se le suma el ahorro del combustible, más el ahorro el mantenimiento del vehículo; esta es una muy buena ecuación para quienes circulan mucho. Lo mismo ocurre con los ómnibus, dado que se transformó en la Rendición de Cuentas el fideicomiso del gasoil.
-¿Hay conciencia en la población de la importancia de ser eficientes con la energía?
-Eso es algo que pasa más que nada por una docencia, donde tenemos que hacerle entender a la gente que no basta con que la energía que consumimos sea renovable, sino que tenemos que usarla bien. Es decir, tener el mismo confort, pero gastando menos, y que por más que sea renovable igual impacta, y en la cuenta de UTE también.
-¿De qué se trata la apuesta del hidrógeno?
-Para descarbonizar aquellos sectores más pesados aún, como el transporte de cargas o el transporte de larga distancia, lo necesario es el desarrollo de la economía del hidrógeno verde; lo que además se puede convertir en un sector de exportación de nuestro país. La hoja de ruta establece además que Uruguay se puede convertir prácticamente en un país netamente exportador de hidrógeno verde y fundamentalmente de sus derivados. Hoy tenemos tres proyectos ya comenzando a dar sus primeros pasos.
-¿Cuánto falta por ejemplo para que tengamos surtidores de hidrógeno?
-No, eso no lo vamos a ver, van a llegar primero los combustibles alternativos, va a llegar primero la gasolina sintética producida a partir de hidrógeno verde y CO2.
-¿Eso es lo que ve más viable?
-Seguramente parte de la descarbonización sea que en lugar de ponerle combustibles fósiles a los autos les vayamos a poner combustibles sintéticos, combustibles verdes, lo que tiene que ver, en definitiva, con la planta que se va a instalar en Paysandú. El producto final es un combustible que se puede echar como si fuera una nafta en cualquier vehículo, sin hacer ningún cambio. Esa es una gran ventaja porque no implica tocar absolutamente nada los motores.
-En cuanto al último acuerdo alcanzado con los transportistas de combustibles, quedó la sensación de que no lo dejó conforme la solución final. ¿Esto es así?
-Es correcto, no estoy conforme. El cambio no tenía la magnitud que los transportistas le dieron, ni tampoco ameritaba la reacción que tuvieron con semejante medida de protesta; habían pasado siete años sin ajustes durante los gobiernos de izquierda y no dijeron nada. Al comienzo de este año le solucionamos el problema, sin embargo, nada de eso se tuvo en cuenta a la hora de analizar con mayor serenidad un cambio que, a mi gusto, no los afectaba en la medida que ellos creían. Era algo que apuntaba a mejorar la cadena de distribución secundaria. El mercado de los combustibles es muy regulado, donde tocar una parte implica modificar otras
-¿Prefería la esencialidad o tampoco estaba de acuerdo?
-Nadie quiere la esencialidad, pero cuando se tiene que gobernar, se tiene que aplicar la ley; la esencialidad es parte del ordenamiento legal. Si hubiera tenido que llegar a ese extremo, el decreto de esencialidad estaba sobre la mesa, es más, ya estaba redactado. Finalmente el tema se arregló con una pausa y una mesa de negociación. Seguramente el año que viene comencemos a trabajar sobre eso.
-¿La idea es solucionarlo en esta administración de gobierno?
-Si es posible yo te diría que sí. Es decir, hay que lograr que las partes nos pongamos de acuerdo en cuál es el precio que debe fijar Ursea para poder financiar el costo del flete secundario.
-¿Cómo ve al Partido Colorado (PC)?
-Lo veo muy bien, y lo digo con total honestidad. Si tú me preguntabas esto tal vez hace seis meses atrás, no era tan optimista, pero cuando veo que presenta seis precandidatos, y que pueden ser más, que todos hacen actos y reuniones, me deja muy contento. Hace mucho tiempo que el PC no tenía tantos candidatos y tantas ganas de salir a la cancha.
-¿En el caso de Batllistas debería elegir entre dos candidatos?
-Batllistas elige un solo candidato y vale la pena la aclaración. El candidato oficial de Batllista como sector político y definido ya por Sanguinetti es Tabaré Viera. Después ha habido algunas fracciones de Batllistas que han abierto sus candidaturas, como es el caso de Andrés Ojeda, por ejemplo. Pero el candidato oficial de Batllistas es Tabaré Viera.
Pedro Bordaberry y la gran incógnita
-¿La realidad del PC sería otra con Pedro Bordaberry en el liderazgo?
-Creo que la realidad no solamente del partido sería otra, sino también la del país y de la coalición. Pedro es un candidato diferente, la gente lo reclama y sin duda podría haber sido el sucesor del gobierno de coalición. Tiene todas las condiciones para que así fuera.
-¿Está cerrada la puerta de la vuelta de Pedro?
-Es una pregunta que habría que hacérsela a Pedro. Es una decisión muy personal que él aparentemente ha tomado por un no. Desde lo íntimo creo que esa puerta no está cerrada, pero es una opinión muy mía. A Pedro le gusta la política, tiene un sentido de la responsabilidad republicana, y por lo tanto, sigo teniendo la expectativa y creo que puede haber alguna posibilidad. No sé si como precandidato a presidente, o tal vez a través de algún sector que nos permita marcar sus votos.
Lo personal y lo colectivo
-¿Cuál es su futuro?
-Mi futuro es volver a la arena política. Provengo del mundo político, voy a volver a dar la batalla por Paysandú y voy a acompañar a Tabaré Viera. Después, en la interna, veremos. Lo primero es dar esa batalla por la interna, pero después creo que la coalición tiene
que volver a gobernar y la forma que tenemos los dirigentes que integramos los partidos es dar nuestra batalla desde el lugar que nos corresponde, en mí caso desde Paysandú. No discuto que hoy tengo una proyección nacional, pero esa será otra historia, para cuando volvamos a ganar y a gobernar.
-¿Su apoyo hoy es a Tabaré Viera?
-Tabaré Viera es un gran candidato. Además de ser una gran persona, ha demostrado durante una larguísima carrera pública una honestidad sin igual. Ha pasado por cargos muy importantes como es ser intendente de Rivera por varios períodos, presidente
de Antel, diputado, senador, y hoy ministro de Turismo… En todos los lugares ha demostrado mucha capacidad para administrar y ser muy honesto con los dineros públicos. Además, ha demostrado ser un líder político de su sector y del partido muy leal y en el cual se puede confiar. En un gobierno de coalición, donde tenemos que interactuar con otros partidos, tener un actor de esas características es algo invaluable.