Luego de las declaraciones del ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, quien aseguró que “el Mercosur se va a modernizar y quien esté incómodo que se retire”, el gobierno argentino tomó cartas en el asunto con el objetivo de evitar una fractura en el bloque regional.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, se reunió con el canciller Santiago Cafiero; el ministro de Economía, Martín Guzmán; el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca, según consignó La Nación. En el encuentro “analizaron la nueva situación planteada y barajaron soluciones al diferendo por la rebaja del Arancel Externo Común, una demanda brasileña que desde Balcarce 50 confían en resolver pronto”, señaló el citado medio.
En tanto, Cafiero mantuvo ayer una charla “constructiva” con el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Carlos França, con quien conversó acerca de “la potencialidad que tiene la coordinación entre ambos países en materia de infraestructura”, tal como informó el canciller a través de su cuenta de Twitter.
“Para Argentina preservar la unidad regional es una política de Estado”, agregó el jerarca.
Fuentes de la diplomacia consultadas por el diario argentino expresaron que el país vecino “continuará trabajando de manera amistosa y en favor de los sectores productivos y el empleo regional con los gobiernos de Brasil, Uruguay y Paraguay. El diálogo y el consenso son las herramientas características del Mercosur, una creación colectiva que cumplió 30 años”.
Además, aseguraron que los equipos técnicos de la Cancillería y de los ministerios respectivos están trabajando porque “el Mercosur sigue siendo una instancia estratégica para la integración y el desarrollo económico”. Quiere decir que la negociación sigue abierta para encontrar una solución que satisfaga a todos los socios del bloque.
Desde la Cancillería argentina comentaron que la postura de Brasil es “agresiva” e hicieron énfasis en la necesidad de “defender al Mercosur, sin dejar de proteger a los industriales argentinos”, pues algunos rubros quedarían en desventaja con una apertura indiscriminada de las importaciones.
A principios de setiembre, Lacalle Pou anunció que Uruguay comenzaría las negociaciones para avanzar en un Tratado de Libre Comercio con China.
Esto no cayó bien en Argentina, dadas las relaciones comerciales que mantiene con Beijing. De hecho, esta semana, Cafiero aseguró: “Nosotros somos importantes para Beijing, y ellos no van a oficializar un acuerdo que puede complicar la relación bilateral con Argentina”.