La tarde de ayer jueves 14 de noviembre, nos enteramos de la triste noticia del fallecimiento de Carlos Steneri, un extraordinario académico y profesional, que se convirtió en actor clave para la salida de la crisis del año 2002. Buscando mantener vivo su legado, recordamos algunos de los conceptos vertidos en estas páginas en los últimos años (la última entrevista fue publicada hace apenas dos semanas), que lejos de perder vigencia, se hacen más necesarios que nunca.
Steneri nació en Montevideo en 1945. Era licenciado en Economía por la Universidad de la República y Master of Arts en Economía por la Universidad de Chicago. Trabajó en la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), fue director ejecutivo alterno del Banco Mundial, director de la Unidad de Gestión de Deuda, pero quizás su rol más importante para el país lo jugó como agente financiero de Uruguay en EEUU y Canadá, un cargo que desempeñó desde 1989 hasta el año 2010. Ese lugar lo llevó a estar en la primera línea de negociaciones con el FMI y el gobierno de EEUU para lograr una salida que evitara el default durante la crisis del 2002. Su libro “Al borde del abismo: Uruguay y la gran crisis del 2002-2003” narra con lujo de detalles los sucesos de esos años, desde la perspectiva de quien vivió las negociaciones a contrarreloj para lograr una solución.
Steneri era una fuente de consulta permanente en las páginas de CRÓNICAS. Sus últimas entrevistas dejaron en claro su visión de largo plazo que tenía para el país, más allá de las vicisitudes del día a día.
-Debe haber una visión de que el país no puede tener otro quinquenio más de crecimiento en el 1,1%. El país tiene un problema y, a mi entender, creo que esa realidad no estuvo dentro de las propuestas de los candidatos, no porque no entiendan que es importante, porque, inclusive, escuchándolos, todos hablan de crecimiento, pero el punto es que las propuestas están más centradas en cumplir objetivos relacionados con agendas sociales, que me parece bien y no estoy en contra de eso, pero para poder financiar las agendas sociales hay que crecer, porque si no, son promesas que quedan en el vacío. (…) Debe haber un gran debate donde participen todos, para establecer qué programas o cosas hacen falta y son prioritarias para empezar a generar movilidad al crecimiento de la economía, que puede abarcar desde desregulaciones, una actualización más profunda de la inserción internacional, hasta proyectos y sectores que se podrían estar dinamizando.
(CRÓNICAS, 1º de noviembre de 2024)
-Entiendo que si el FA fuera ganador del balotaje, Gabriel Oddone y su equipo tienen las cosas muy claras y, si ganara la coalición, creo lo mismo. No hay preocupación, salvo la expectativa y el deseo de que se puede más, que es correcto, porque la gente quiere más y quiere más justicia social, pero tenemos que entender que para lograr esas cosas de manera genuina y sostenible tenemos que crecer más.
(CRÓNICAS, 1º de noviembre de 2024)
-El atraso cambiario y el costo país es algo que se puede mitigar con una mejor inserción internacional y con un mejor acceso a los mercados. Si se logra una rebaja de 10% en un determinado producto al acceder a un determinado mercado, es como haber obtenido una devaluación real del tipo de cambio del 10%. (…) Por eso, la agenda del gobierno debe seguir apuntando hacia este aspecto, que tiene las restricciones que ya conocemos del Mercosur y de un mundo errático y que se cierra cada vez más.
(CRÓNICAS, 26 de abril de 2024)
-La prioridad permanente es la modernización del país en todos sus sentidos, que dé lugar a ganar eficiencia, que eso nos haga más competitivos y posibilite emplear a más gente. Estamos viviendo en un mundo cada vez más complejo donde nuestros competidores juegan, ellos están en la misma tesitura de modernizarse y hacerse más eficientes, para producir mejor, con mejor calidad. En nuestro caso eso se traduce en una agenda de gobierno que implica desde la modernización permanente de nuestra infraestructura básica, carreteras, comunicaciones, como también la mejora de las capacidades de nuestra mano de obra. Por último, debemos saber que la estabilidad política es un activo muy importante para que eso pueda ser llevado adelante. Si hay desorden y tensiones políticas innecesarias, el ambiente se enrarece, dejamos de actuar sobre los objetivos que son prioritarios.
(CRÓNICAS, 23 de diciembre de 2022)
-Mirando con la perspectiva del tiempo y purificado de todas las emociones y tensiones, diría que lo que deja la crisis del 2002 es la confirmación de que cualquier sociedad cuando hace política económica o toma posiciones para resolver situaciones críticas tiene que tener como objetivo preservar valores básicos. Estos hacen al funcionamiento sano de una sociedad, por ejemplo, el respeto de la ley, tratar de no aplicar medidas que se conviertan en su violación flagrante. También mirar a largo plazo, mirar los beneficios futuros a pesar de que ello implique costos enormes en el corto plazo, incluso sacrificar capital político, algo que pueda significar perder elecciones.
(CRÓNICAS, 23 de diciembre de 2022)
Una eterna deuda
Hace un año, en noviembre de 2023, la Academia Nacional de Economía le realizó a Steneri un merecido homenaje a su trayectoria, instancia donde uno de los conceptos más reiterados por todos los oradores de la noche, fue la enorme deuda que tiene el Uruguay con él.
Desde el Consejo Editorial de CRÓNICAS, nos plegamos a ese sentimiento de deuda y les enviamos el más sentido pésame a familiares y amigos.
