Federico Arregui, fundador de Fogones Artiguistas
Las pérdidas millonarias de Ancap, el ajuste fiscal y el asistencialismo fueron algunas de las razones que motivaron a exintegrantes del ala moderada del Frente Amplio (FA) a crear su propio movimiento, al que se ha sumado gente de otros partidos, con el objetivo de interpelar a la coalición pero desde afuera. Este grupo, llamado Fogones Artiguistas, no descarta aliarse a la oposición, según dijo a CRÓNICAS uno de sus fundadores, Federico Arregui.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
Fogones Artiguistas no es un fenómeno solamente montevideano sino que está diseminado por todo el Interior. La explosión de las redes sociales permite un intercambio muy horizontal, y por ese medio es fácil ubicar a las personas que manifiestan disconformidad con la gestión del FA, sobre todo con el gobierno del expresidente José Mujica y sus consecuencias, sostuvo Arregui.
“Cuando se develó la bochornosa gestión de Ancap llevada a cabo por Sendic, los malhumores y las discrepancias comenzaron a expresarse a través de las redes sociales”, contó. Los desilusionados empezaron a reunirse y hoy están instalados en Tacuarembó, Salto, Soriano, Montevideo, y tienen referentes en otros puntos del país.
El exfrenteamplista fue parte del Grupo Ideas hasta comienzos de este año, cuando decidió dar un paso al costado. Es que dicha agrupación, aunque mantiene una postura crítica, todavía pertenece al FA. “Obviamente por mi historia personal quiero al Frente, pero hoy ya no formo parte”, explicó.
La idea de Fogones no es convertirse en un partido político porque para eso se necesita un capital económico muy importante, y está conformado por trabajadores, afirmó. Sin embargo, sus integrantes comparten la preocupación por una serie de temas cuya solución está pendiente, por lo cual no descartan una alianza con algún partido político.
Tanto el Partido Nacional, como el Independiente y el Colorado, los han invitado a conversar, y están abiertos a hacerlo. “El tiempo dirá si vamos a hacer una alianza con ellos o si nuestro lugar es en la ciudadanía pero convocando a votar en blanco o anulado”, puntualizó.
A su vez, aseguró que la estructura del FA directamente los ignora y los ningunea, aunque las diferentes mediciones de opinión pública definan que hay un alto porcentaje de votantes frenteamplistas que están evaluando firmemente votar en blanco.
Las tres razones
El puntapié inicial para la creación de este grupo fueron las millonarias pérdidas de Ancap. Cuando se conoció esa noticia “quedó demostrado que el FA no es un grupo de personas éticamente superiores a otros. Mucha gente creía que eran mejores que los blancos y los colorados, pero la ética quedó en cuestión a partir del gran agujero negro de esa empresa pública” opinó el vocero.
A ese antecedente se le sumó el apoyo del Plenario de la coalición de izquierda a Sendic. “Con un título inexistente, se siguió persistiendo en la mentira y nadie hizo nada. Se dijo que era un ataque de la derecha y los medios de comunicación, cuando era un error de una persona con una gran responsabilidad. Por eso muchos nos sentimos decepcionados”, lamentó.
El segundo motivo fue el ajuste fiscal aplicado a comienzos de este año, dado que, según Arregui, el equipo económico aumentó el IRPF atacando a la clase media y a los emprendedores, que quieren superarse pero han visto disminuidos sus ingresos de manera real. Luego vino el “tarifazo”, indicó, y agregó que “son impuestos encubiertos con un afán recaudatorio, que es lo que hace que el consumo se esté retrayendo y que la gente esté comenzando a privarse de elementos básicos”.
La tercera razón que une a los miembros de Fogones Artiguistas es su postura contraria a la ayuda económica del Estado a los más pobres sin pedir nada a cambio. “Con el Plan de Emergencia se les dio una piola a los sectores más postergados de la población uruguaya pero no se les exige nada. No hay un plan de salida para esa gente. Si Uruguay hoy entrara en una catástrofe económica, perdiera el investment grade, no pudiera colocar la producción, esas personas que dejaron de estar bajo la línea de pobreza –según las estadísticas-, no podrían insertarse en ningún mercado de trabajo y volverían a caer en la categoría pobreza o indigencia. En eso el FA no ha tenido éxito”, manifestó el exmilitante de izquierda.
Si bien está de acuerdo con que el combate a la pobreza debe mantenerse, señaló que debe hacerse bajo otros parámetros, puesto que el Mides (Ministerio de Desarrollo Social) tiene un presupuesto de 290 millones de dólares y la gente que recibe esos beneficios ya está en condiciones de comenzar a devolverle a la sociedad el esfuerzo que ésta hace al brindarle ayuda. Añadió que “tiene que haber una ruta de salida para esa gente, porque eso es asistencialismo y con eso no estamos de acuerdo”.
Por último, criticó que en el viejo FA había una cultura de premiar el trabajo, el esfuerzo, el estudio, pero que ha ido decayendo. Condenó también la falta de autocrítica de la fuerza política, que “defiende todos sus errores a capa y espada”, por lo cual “es tiempo de que el FA se dé un baño de humildad y de que haya una alternancia en el gobierno”.