De cara al próximo domingo 27 de marzo, fecha en que se llevará a cabo el referéndum que busca la derogación de 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC), los politólogos Daniel Buquet y Daniel Chasquetti, en diálogo con CRÓNICAS, brindaron su análisis sobre las encuestas presentadas y los diferentes escenarios que podrían ocurrir a nivel jurídico y político.
A pocos días de la fecha destinada al referéndum sobre los 135 artículos de la LUC, ley principal del programa de gobierno de la coalición, la campaña se intensificó para ambas partes. El tema se vuelve cada vez más relevante para la agenda política y social del país, donde oficialismo y oposición buscan convencer a la gran cantidad de indecisos que reflejan las encuestas.
En este contexto, Buquet manifestó que el panorama de los sondeos podría cambiar en la medida en que los que hoy aparecen como indecisos comiencen a optar entre una u otra opción.
El politólogo explicó que, según las encuestas, en general, la opción por el No lleva una ventaja significativa, aunque no extraordinaria. Por tanto, para que gane el Sí, más del 80% de los indecisos deberían elegir esa opción, lo que “no es imposible, pero sí muy poco probable”.
Sin embargo, si bien esa es la situación actual, en estos pocos días que restan, la campaña, más allá de los medios de comunicación, tomará un componente de trabajo territorial, recorriendo barrios, pueblos y el “puerta a puerta”. Esta instancia será decisiva y, por tanto, habrá que esperar, reflexionó.
“Yo diría que el panorama en general, como en casi todas las elecciones de Uruguay, mantiene incertidumbre, pero es favorable para el oficialismo”, apuntó.
Por otra parte, Chasquetti planteó que el escenario es bastante “parejo”, aunque el No tiene un poco más de intención de voto. En ese sentido, marcó que la diferencia estará en la gran cantidad de indecisos y en el poder de convencimiento de las dos partes que deben salir a buscar a esta población en estos días.
La popularidad y la economía
Asimismo, citó una teoría “no muy fuerte”, que explica que todo resultado de una elección que surge en la mitad de un período de gobierno, se puede calcular con base en dos variables: la popularidad y la situación económica. El especialista enfatizó en que la situación es contradictoria, ya que, a pesar de la popularidad muy alta del presidente, la opinión de la ciudadanía respecto a la economía no es del todo buena. Por tanto, opinó que se deberá esperar para ver cómo afectan en la sociedad diferentes situaciones y si esto influirá de alguna manera en los ánimos a favor o en contra de la derogación.
Chasquetti señaló que la campaña del gobierno no se ha centrado en los artículos, sino en pedir un voto de confianza a la gente. Desde la perspectiva de las ciencias políticas, eso es “nacionalizar la campaña, transformar el referéndum en un plebiscito sobre el gobierno”, analizó.
Con respecto a esto, observó que la idea de poner a Luis Lacalle Pou a liderar el mensaje final de la campaña, se alinea con esta estrategia de poner la reputación y la popularidad del presidente al servicio del No. “Cuando miramos por qué tiene una popularidad tan alta, podemos apreciar que los uruguayos siguen valorando muy bien la forma en que el gobierno enfrentó la pandemia”, advirtió. En conclusión, aclaró que, “si todo se mantiene constante, probablemente gane el No”. Esto solo podrá revertirse debido a factores como el humor de la ciudadanía y el trabajo territorial de los partidos, agregó.
Diferentes escenarios
Buquet señaló que cualquiera de los posibles resultados tendrá un impacto muy fuerte a nivel jurídico y simbólico. En primer lugar, dijo que la derrota del oficialismo generaría un debilitamiento en el gobierno, por los artículos que ya no estarían vigentes y las dificultades que se podrían producir dentro de la propia coalición. Por el contrario, el gobierno se vería muy favorecido por la victoria en el referéndum.
En tanto, Chasquetti describió la hipotética derrota del No como una “catástrofe” para el gobierno, pues todos los supuestos de la campaña, como que la ciudadanía les otorgó un mandato en el 2019, se caerían. Por otro lado, en el caso de ganar, el experto expresó que sería un empujón y un soplo de confianza que generaría condiciones para avanzar en las iniciativas que el gobierno quiera llevar adelante.