En la edición de CRÓNICAS del pasado viernes 1º de octubre, Daniel Sapelli, presidente de la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay, dio su punto de vista acerca de las medidas dispuestas por el gobierno con el objetivo de brindar soluciones a la problemática económica que atraviesan las fronteras.
Al ser consultado sobre el proyecto de ley elaborado por el senador nacionalista Sergio Botana con el propósito de paliar la compleja realidad de los comerciantes de esa zona, Sapelli expresó que “esa iniciativa no hace más que introducir una forma de legalizar el contrabando”.
A raíz de esas declaraciones, el legislador envió una carta a este medio explicando cuáles son las verdaderas intenciones de su propuesta, documento que publicamos a continuación.
Sr. Jorge Estellano
Director responsable de CRÓNICAS
El Sr. presidente de la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay, Daniel Sapelli, ha opinado en un reportaje que recoge el semanario CRÓNICAS acerca de nuestra propuesta para dar solución a la cuestión fronteriza.
Allí señala textualmente que la iniciativa no hace más que introducir una forma de legalizar el contrabando. Nada más alejado de la realidad. Nuestra propuesta lo que hace es ofrecer un marco para que los hoy ilegales, mañana puedan trabajar en la legalidad y los hoy formales, no sufran una fuerte competencia desleal.
Con nuestro proyecto se paga el mismo arancel cero que hoy abonan los importadores para introducir mercaderías de origen en la región, la misma tasa consular del 3% y el IVA que hoy no recibe la DGI. Las únicas diferencias están en que no incluye la exigencia de aprobación del producto y tiene como compensación el pequeño volumen que se autoriza.
El proyecto deja al descubierto los costos de algunas regulaciones y algunos márgenes abusivos por parte de los importadores. Sin dudas las exigencias de analizar cada producto, de cómo acopiarlos o transportarlos, o de algunos técnicos que deben estar presentes en los procesos, aun sin intervenir, introducen sobrecostos. Se debería pensar en un sistema en el que una vez aprobado cada producto por un importador, dicho análisis no deba ser repetido por otros importadores. Asimismo, se podría pensar en la validación de los estudios que desarrolle el país de origen dentro del Mercosur.
Respecto de los márgenes abusivos de los importadores exclusivos, el país debería encarar el asunto. ¿Por qué razón el consumidor debe pagar varias veces más por un producto sobre su verdadero valor? ¿Cómo se explica que un producto salido de un mismo origen tenga tan diversos precios según venga por la vía comercial interna de su país de origen o importado desde Uruguay? En efecto, si un producto sale desde San Pablo por la vía minorista pagando los impuestos directos e indirectos de Brasil y sus Estados y llega a $ 17 a Barra do Quaraí, ¿cómo se explica que el mismo producto llegue a $ 82 a Bella Unión habiendo salido del mismo origen a precio mayorista, sin pagar impuestos directos y con devolución de indirectos y habiendo sido introducido por el Puerto de Montevideo con arancel cero? Nadie lo puede explicar por costos de fletes, ni por costos financieros de prefinanciación de IVA. Esto solo se explica por regulaciones excesivas o por abusos en los márgenes de los importadores que termina pagando cada uruguayo.
No es de recibo que se afirme que nuestro proyecto ataca la libertad de comercio, la formalidad o la igualdad. Tampoco los costos tributarios. La libertad de comercio está atacada por las exclusividades o por la competencia desleal que sufre el comerciante fronterizo. Los costos tributarios son los mismos y nuestro proyecto no introduce cambios de montos en cuanto a lo que el Estado debería percibir.
Hubiera querido ver a la Cámara de Comercio en una posición que contemple la realidad de sus colegas de los departamentos de frontera, que aliente la formalización del informal, que no condene a la industria nacional a costos de insumos desmedidos y al consumidor al encarecimiento de su vida, ni al país a una inflación superior a la debida.
Sin otro particular,
N. de R.: CRÓNICAS accedió a publicar este comunicado del senador Botana como excepción, pese a que no es el estilo del medio divulgar cartas, sino escuchar las dos campanas y plasmarlas a través de los artículos que nuestros periodistas elaboran cada semana.