En sus mensajes en cadena nacional, las campañas del Sí y el No apelaron por estrategias diferentes buscando destacar sus fortalezas de cara al referéndum del próximo domingo. Mientras el Sí apeló a la militancia y a lo emotivo, el No utilizó su “dos de la muestra”, el presidente Luis Lacalle Pou, quien defendió los diversos capítulos que contienen los 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC), que se buscan derogar. El mandatario aseguró que la norma es “una herramienta importantísima” para el Gobierno, y por ello, el triunfo del Sí implicaría “un retroceso”, aunque aseguró que “la agenda no va a cambiar”.
El cierre de campaña del Sí no apeló a una descripción de motivos por los cuales se busca derogar los 135 artículos de la LUC, sino que fue a lo emotivo, enfatizando que no se trata de un referéndum contra el Gobierno y que no es una batalla entre partidos políticos. Se decidió no personalizar en ninguna figura política la oratoria, sino darles la voz a los militantes. El actor Cesar Troncoso realizó una presentación y luego personas “de a pie” brindaron diversos argumentos sobre los cuales votar Sí.
Desde la campaña del No la posición fue opuesta. Sabiendo que uno de los fuertes de la coalición es la imagen pública del presidente Lacalle, no sorprendió que se personalizara en él el cierre de la campaña. Para ello, apeló a un formato que ha sabido manejar con fluidez y con el que tuvo sobrada práctica a partir del estallido de la pandemia: la conferencia de prensa.
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En el inicio de la conferencia, Lacalle recordó las conferencias de la pandemia como esa instancia de “comunicación directa con la ciudadanía”, y que usó “en las duras, las difíciles y las otras”.
Defendió los diversos capítulos que abarcan los 135 artículos que se buscan derogar de la LUC, que –afirmó- es una ley que “tiene su base en los reclamos populares”.
En materia de seguridad, recordó que el 2 de marzo 2020 se les dio a todas las jerarquías policiales “un respaldo jerárquico y moral”, pero que faltaba “más respaldo jurídico”. “Por eso los capítulos más importantes de la LUC son lo que hacen a la seguridad pública. Respaldo a la policía. (…) Protección mayor para los ciudadanos, al mismo tiempo que penas más duras”, sostuvo Lacalle, y agregó: “En este capítulo en particular la derogación significaría un retroceso”.
En educación, mencionó el “notorio deterioro” educativo, y por eso el “otro camino” tomado, y en política laboral, asegurando que parece haber una contraposición entre el derecho a la huelga y el derecho al trabajo. “El gobierno protege el derecho al que estamos obligados constitucionalmente hacerlo: los dos”, sostuvo.
Respecto a la regla fiscal, opinó que “es de sentido común” y sobre la ley de inclusión financiera criticó que fue una norma creada “con la visión de Montevideo” y que la LUC “le amplió una libertad a los uruguayos”.
También opinó sobre la ley de alquileres, afirmando que tiene su “inspiración” en la gente que no accede a garantías y valoró que es “otra oportunidad (de alquilar) en un sistema basado en la confianza”.
Por último, se refirió a las críticas respecto a que la LUC era una ley ómnibus, recordando que la primera vez que mencionó la utilización del instrumento fue a finales de 2017, que el borrador del proyecto se repartió en enero de 2020, antes de ingresarlo al Parlamento, y que se aprobó “en menos tiempo que el previsto en la Constitución”.
“La prueba más contundente de que esta es una buena ley es el tiempo. El tiempo y la realidad es lo que manda, hoy hace un año, ocho meses y 14 días que la ley está vigente (…), los perjuicios que se anunciaban de manera grandilocuente no han sucedido, no se han dado. Sí hay beneficios. Lo dicen los registros de seguridad pública, narcotráfico, adopciones y lo dice un tema que desapareció -que hablaba de un daño irreversible a las empresas públicas- la portabilidad numérica”, concluyó.
Consultado respecto al día después del referéndum, aseguró que la LUC es “una herramienta importantísima” para el gobierno y por ello de triunfar el Sí, habría “un retroceso”. No obstante, reafirmó que “la agenda (del gobierno) no va a cambiar”.