La Universidad Católica del Uruguay (UCU) presentó su informe anual de conflictividad laboral y además detalló las perspectivas para el próximo año en este campo. Más allá de lo impactante de las cifras, se consideró que esto era esperable dado que el actual año es previo al electoral, lo que incide en el impulso de las demandas por parte de trabajadores públicos y privados. Sin embargo, se afirmó que lo que provocó el incremento de la conflictividad fueron los cinco paros, que trascendieron de las reivindicaciones típicas.
La Universidad Católica del Uruguay (UCU) concluyó que en el 2023 la conflictividad fue la más alta de los últimos 20 años, superando en este siglo a la registrada en 2015, año en el que destacaron cinco paros generales y un conflicto en materia de educación que terminó con el decreto de la esencialidad para ese sector.
El trabajo de la UCU analizó el desenlace de la conflictividad laboral en el presente periodo de gobierno, subrayando que los años 2020 y 2021 estuvieron marcados por la pandemia, donde primó la disminución de los paros y de las jornadas laborales perdidas.
Asimismo, en el 2022 hubo un marcado aumento de la conflictividad, pero el 2023 lo supera. En concreto, en el presente año se dio un aumento en la conflictividad del 14,43% respecto al 2022, y un incremento del 2,44%, si se tiene en cuenta las cifras ya considerables del año 2015.
Este año, desde el 1º de enero hasta el 30 de noviembre, se registraron 118 conflictos con interrupción de actividades, siendo cinco de estos paros generales; en los mismos se perdieron 1.564.621 jornadas laborables y se involucraron 1.700.870 trabajadores.
Por su parte, las ocupaciones fueron 22, representando un 19% del total de conflictos.
El informe consideró importante destacar que no en todos los casos los paros generales efectuados surgieron como producto de conflictos laborales, se subrayó que en el caso del Día de la Mujer y en los 50 años del Golpe de Estado, los reivindicativos tomaban ribetes más generales.
Desarrollo de la conflictividad sectorial
En lo se vincula a la conflictividad sectorial, hubo una disminución relativa al 2,74% en el promedio con respecto al año pasado, pero sus niveles fueron intermedios si se tiene en cuenta el período 2003-2023.
Este fenómeno se puede explicar según el trabajo gracias a lo que fue la décima ronda de negociación colectiva del sector privado, la cual se llevó a cabo con menos enfrentamientos que en otras oportunidades. En el área privada, lo más significativo en cuanto a conflictos ocurrió en el sector de la construcción.
En el sector público, durante la discusión de la Rendición de Cuentas hubo menos paros que anteriores años, y esto es más destacable aún si se considera que la de este año es la última en la que se puede incluir artículos con aumentos de crédito en el periodo. Las excepciones en este campo fueron un paro de las empresas públicas que se registró en abril, el mismo se enfocó a la recuperación salarial. Por otra parte, hubo otro coordinado de la enseñanza en reclamo de mayor presupuesto en junio.
¿Cuáles son las causas de los conflictos?
Según el estudio, el 48% de los conflictos surgió como consecuencia de “reivindicaciones salariales”, categoría que contiene los paros realizados en búsqueda de mejoras salariales. Lo más destacado en este campo surge vinculado al sector de la construcción.
La segunda razón por la que tuvieron lugar los conflictos fue denominada “condiciones de trabajo”; este tipo de causas representó un 23%. Específicamente, estas reivindicaciones llegaron producto de accidentes mortales, violencia en el ámbito laboral y otras cuestiones vinculadas a la lucha por condiciones de trabajo dignas.
En la tercera posición aparece la razón “empleo”; la misma representó un 13% y su motivación tiene origen en lo referido a despidos, el reintegro de trabajadores en seguro de paro, la regularización de trabajadores en el sector público o directamente el aumento del empleo. Se hizo referencia como vinculada a esta causa denominada “empleo” a los paros de Ancap, Acodike y educación.
Conclusión y perspectivas para 2024
Se indicó que este año estuvo marcado por la influencia de las elecciones presidenciales. Se trata de un hecho que incide en la conflictividad debido a que, tanto para los trabajadores públicos como como los del campo privado, es un momento fundamental para impulsar sus demandas. En ese sentido, se señaló que en definitiva los resultados de la conflictividad son similares a los esperados.
El hecho de que sea la última ronda de negociación salarial, como también la última Rendición de Cuentas, marca la generación de mayor conflictividad, sin embargo, se explica que esto no fue el principal foco en el 2023. Contrariamente, lo que provocó el incremento de la conflictividad y que la llevó a el lugar más alto en 20 años fueron los cinco paros generales, los cuales según el informe ubicaron en su plataforma de reivindicación temas que van mucho más allá de los típicos, que forman parte de la conflictividad “clásica laboral”.
De cara al 2024, año electoral, se estima que la conflictividad laboral se reducirá siguiendo el mismo comportamiento que los últimos años de cada gobierno, observado en los anteriores periodos.
Se indicó también que la recolección de firmas para derogar la reforma de la seguridad social llevará a que el movimiento sindical destine a eso gran cantidad de energías, por lo cual la estrategia que adopten impactará en la conflictividad laboral. Se explicó que poner el foco por su parte en este tema deja menor margen para otras reivindicaciones, aunque por otro lado, si se repite lo sucedido en la campaña de recolección de firmas para derogar la LUC, se ve la posibilidad de que se convoquen algunos paros generales.