El triunfo de la coalición multicolor puso fin a 15 años de administraciones frenteamplistas, y para el partido de gobierno es tiempo de reflexionar acerca de los motivos que llevaron a la derrota electoral. En ese marco, CRÓNICAS conversó con dirigentes de varios sectores de la fuerza política, quienes explicaron esas razones, aunque surgieron discrepancias.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
Culminadas las elecciones nacionales, el Frente Amplio (FA) se encuentra en un proceso de intercambio en torno al resultado electoral, proceso que servirá para analizar lo hecho e identificar omisiones, debilidades y errores. Formalmente, ese camino fue iniciado en el Plenario del sábado 21 de diciembre, que tenía como objetivo ordenar la discusión. Al mismo tiempo, la mira está puesta en la votación departamental, por lo cual el partido debe aprender de las equivocaciones del pasado, para fortalecer sus posibilidades de mejorar hacia la campaña que se viene.
Así lo plantearon en diálogo con CRÓNICAS varios dirigentes oficialistas, quienes además vertieron una serie de factores que, en su conjunto, pueden explicar el fracaso en los comicios de noviembre, que dieron ganador al presidente electo Luis Lacalle Pou.
Algo en lo que no hubo acuerdo entre los frenteamplistas consultados, fue en el peso que tuvo la renovación en la pérdida del gobierno. La idea de renovar las candidaturas se venía manifestando desde hacía algunos años en la interna de la fuerza política, y de hecho era un aspecto que se había manejado desde el propio Plenario del FA.
Sin embargo, hasta último momento de la definición, había frenteamplistas que esperaban la postulación del expresidente José Mujica. El ministro de Economía, Danilo Astori, luego de analizar la posibilidad, la descartó públicamente.
El diputado por el Nuevo Espacio, Jorge Pozzi, es uno de los que siempre sostuvo que Mujica y Astori tenían que ser candidatos, en el entendido de que “la renovación por decreto no camina”. Incluso dio a entender que el tiempo le dio la razón, dado que todo ese proceso de cambio terminó con la necesidad de “ir a buscar a Mujica y a Astori”, a quienes el expresidenciable Daniel Martínez había nominado como sus posibles ministros –de Ganadería y Relaciones Exteriores, respectivamente- en caso de ganar el gobierno. “Evidentemente, la renovación no es por decreto; tuvo un costo y no sé si realmente va a ser efectiva para adelante”, lamentó Pozzi.
El diputado del MPP, Alejandro “Pacha” Sánchez, también cree posible que haya habido un costo por la renovación, ya que “el FA tenía referentes muy fuertes, con un nivel de popularidad muy alto”. Agregó que quizás la fuerza política trabajó poco en los procesos de renovación y entonces tuvo dificultades luego para que emergieran nuevos liderazgos. De hecho, dijo que el FA hasta el día de hoy sigue inmerso en esa transformación y que sus líderes históricos “son difíciles de sustituir”.
De todas maneras, en este punto no hubo consenso entre los entrevistados por CRÓNICAS. El senador electo por Fuerza Renovadora, Mario Bergara, no comparte esa posición. “¿Cuál era la opción, que los candidatos fueran Mujica y Astori, y eso necesariamente nos habría dado el triunfo? Creo que es imposible de demostrar”, manifestó. Añadió que hubo un cúmulo de factores que derivaron en la derrota electoral.
El senador del Partido Comunista, Juan Castillo, tampoco coincidió con que la renovación haya pesado a la hora de votar.
Una mirada integral
Más allá de la incidencia de la renovación, los dirigentes entrevistados estuvieron de acuerdo en que fueron múltiples los motivos que llevaron al fracaso en noviembre.
Según “Pacha” Sánchez, “Martínez cometió errores en la campaña” y la fórmula no logró construir la confianza suficiente para que la gente le diera el voto, ya que lo que terminó pasando fue que triunfó la opción contraria.
“Algo de responsabilidad tiene Daniel, pero asignarle la derrota no es justo. Hubo un cúmulo de errores que tienen que ver con el gobierno, con el relacionamiento con la sociedad. Muchas veces el FA se quedó sin capacidad de tener iniciativa política en varios temas que eran preocupantes para la gente, como la seguridad, donde hay demasiadas miradas contradictorias dentro del partido; en política económica también hay diferentes miradas y eso no le permitió tener una síntesis para expresarla con más claridad, defender las acciones que se llevaron adelante y explicar qué se quería hacer en el futuro” reflexionó el legislador.
Por su parte, Castillo entiende que en el análisis del fracaso que hoy se está discutiendo, deben tenerse en cuenta errores políticos de la campaña, decisiones que se tomaron en el gobierno, estados de ánimo de la opinión pública, y la coyuntura de los procesos de cambio que se están dando en el resto de América. “También tiene que ver con cómo afrontamos la campaña, la fórmula, los discursos, cómo nos posicionamos en los debates, el programa; hubo un conjunto de cosas que se fueron sumando”, señaló.
En la misma línea se expresó el senador del Partido Socialista, Yerú Pardiñas, quien indicó que este camino de evaluación del ciclo electoral debe estar orientado a que se entienda que el resultado no fue responsabilidad del excandidato. “En la medida que eso se comprenda, va a ayudar a que haya una mirada en un colectivo importante del FA de que es posible capitalizar la buena gestión de Daniel en la Intendencia de Montevideo (IM) para un nuevo período. Será un desafío convencer al resto para que se habilite eso”, aseveró.
Para Pozzi, si bien no se le puede “achacar toda la culpa a Daniel”, en su momento el exintendente “se despegó de Tabaré Vázquez, cuando este lo llamó y le dijo que la candidata a vicepresidenta tenía que ser Carolina Cosse, y prefirió elegir a otra”.
La candidatura posible
Hacia la elección nacional, la estrategia elegida por el comando de campaña de Martínez fue centrarse en su persona, en su trayectoria y en su imagen en solitario, tanto en los estrados como en las publicidades en la vía pública. Aunque algunos hoy lo creen erróneo, los dirigentes explicaron que en realidad eso no quiere decir que le hayan soltado la mano, sino que fue parte de una táctica de la organización. En ese punto coincidieron Bergara, Castillo y Pardiñas.
Sin embargo, surgieron diferencias en cuanto a la conveniencia de que Martínez vuelva a ser candidato a la IM.
Bergara todavía no tiene una postura totalmente definida. “No me queda claro que sea un factor que ayude al posicionamiento del FA, pero tampoco tengo una tesitura de que Daniel está totalmente averiado y desgastado y que no debería postularse, para nada, creo que tiene el derecho y la posibilidad de competir”, puntualizó.
En tanto, Castillo enfatizó en que al momento ningún sector político partidario de la interna del FA ha propuesto la candidatura de Martínez y dijo que en el caso de los comunistas, están pensando en otras opciones. Ya se han reunido con quienes a nivel de la prensa sonaron como posibles postulantes, entre ellos, Gustavo Leal, Pablo Ferreri, Fernando Pereira, Graciela Villar, Mario Bergara y Carolina Cosse. También comenzaron a mantener entrevistas con sectores del FA para tomar una decisión en el corto plazo, puesto que en los próximos días quieren tener definido el nombre.
Por otro lado, Pozzi considera que si el exintendente tiene ganas de presentarse nuevamente a competir por la IM es correcto que lo haga. Añadió que “es un gran gestor, un gran realizador de cosas, y hubiera sido un gran presidente, pero no llegó”.
Finalmente, Pardiñas cree que a Martínez “lo desgastó mucho la campaña electoral y le pesó ser vislumbrado por algunos como el único responsable”, aunque es posible que “integrándose a colectivos de trabajo y de discusión, se pueda revertir esa mirada”.