Baja de impuestos tendrá costo fiscal de US$ 150 millones; menos de lo esperado por analistas
>>En una disertación ante la Asamblea General donde relató “lo que hicimos y lo que pensamos hacer”, el presidente Luis Lacalle Pou destacó que la recuperación económica del país permite “proceder a una baja de impuestos”. En ese sentido, se enviará un proyecto de ley para elevar las deducciones de IRPF, aumentar el mínimo no imponible del IASS y otorgar beneficios para mipymes. El economista Javier de Haedo, comentó que el “costo” fiscal previsto, de US$ 150 millones, es “considerablemente menor al que se había manejado” y elogió que se ajuste en base a las deducciones.
“Estamos en condiciones de proceder a una baja de impuestos”, anunció Lacalle al final de su presentación ante la Asamblea General, asegurando que se trata de una rebaja para “personas que hacen grandes esfuerzos por sostenerse económicamente y que generalmente no tienen apoyo integral del Estado porque no están en una situación vulnerable”.
En el caso del IRPF, el Gobierno presentará un proyecto de ley para que los contribuyentes con ingresos líquidos mensuales inferiores a $ 60.500 pesos, aumenten su tasa de deducciones del 10% al 14%, mientras que la deducción por hijo a cargo subirá de 13 BPC anuales ($73.580) a 20 BPC ($113.200) anuales, manteniendo la duplicación en caso de hijos con discapacidad. Además, aumentará el crédito para arrendamiento de inmuebles de 6% a 8%.
Lacalle señaló que los cambios en estas deducciones alcanzan al 75% de los contribuyentes, y que el 14% de estos, unos 63 mil uruguayos, dejarán de pagar IRFP.
En cuanto al IASS, señaló que “como nos comprometimos en campaña electoral, comenzamos a desandar ese tributo”, y que en ese sentido, se aumentará el mínimo no imponible mensual del impuesto de 8 BPC ($45.280) a 9 BPC ($50.940). También incluye el incremento a 8% del crédito por arrendamiento, al igual que para el IRPF.
Con estas medidas, cerca de 20.000 personas dejan de pagar este tributo.
También, indicó que se propondrán beneficios para las micro, pequeñas y medianas empresas, que son “el corazón económico de nuestro país”.
El mandatario indicó que estas modificaciones implicarán una renuncia fiscal de US$ 150 millones, pero evaluó que ello se verá en parte compensado por “un proceso virtuoso de mayor consumo y dinamismo económico”.
Tras el discurso de Lacalle, el economista Javier de Haedo, quien había sido una de las tantas voces críticas al ajuste anunciado, destacó sobre las rebajas impositivas que “era positivo que la reducción se de por mayores deducciones, especialmente considerando hijos”. En un “hilo” en su cuenta de Twitter donde realizó algunos “apuntes” al discurso del mandatario, De Haedo, indicó que también “es positivo que el costo será considerablemente menor al que se había manejado (menos de un tercio)”.
“Cumpliendo compromisos”
Lacalle comenzó afirmando que aunque su presencia ante el Parlamento para rendir cuentas parezca “un ritual cotidiano”, en realidad “no lo es”, destacando así la fortaleza democrática del país. “Vinimos a relatar lo que hicimos y lo que pensamos hacer”, sostuvo el jerarca, explicando que en un contexto internacional de gran incertidumbre, lograr generar confianza y certezas se logra “cumpliendo los compromisos”.
Recordó que su presencia en el Parlamento es la primera luego de la emergencia sanitaria, y subrayó que “la pandemia no fue obstáculo para que el Gobierno llevara a cabo nuestro plan”.
En primer lugar, destacó la importante recuperación de la economía con un crecimiento en 2022 superior al 5%, y con un “reconocimiento internacional por el desempeño de nuestras finanzas”, el menor riesgo país de toda América Del Sur, récord de personas que dejaron de estar de en la informalidad, de inversiones, de exportaciones, y caída de la tasa de desempleo. “Como superamos esas dificultades y estamos creciendo, tenemos razones para creer en las oportunidades que tiene nuestro país por delante”.
Lacalle destacó la importancia de la ratificación de la Ley de Urgente Consideración (LUC), a la que volvió a definir como una “pensada por y para los uruguayos” y como una “ley justa”, que tuvo “un larguísimo proceso de análisis y de discusión”. “Pasó más de un año y siete meses de vigencia, y lejos quedaron los relatos de los perjuicios que generaría, más bien redundó en beneficios”, resaltó.
Posteriormente se refirió a dos reformas que actualmente están en etapa de implementación y de discusión parlamentaria, como son la educativa (ver recuadro) y de la seguridad social, respectivamente, y que a su entender “fortalecen los cimientos de nuestro país pensando mucho más allá de este quinquenio”.
En cuanto a la reforma de la seguridad social, defendió la necesidad de la misma debido al problema de envejecimiento demográfico que afronta el país y por los cambios en el mundo del trabajo. También destacó que la misma es resultado de “un proceso que ha sido extenso e intenso” y que se trata de “una reforma progresiva”. “Es una reforma necesaria y urgente”, enfatizó.
“Una mejor solución”
En materia de seguridad, reconoció que sigue siendo “un tema importante” en el que “queda mucho por hacer”, aunque evaluó que “los registros han mejorado sensiblemente”. En tal sentido, mencionó el descenso en hurtos, rapiñas y abigeatos, así como del fortalecimiento del combate al narcotráfico. Reconoció también que “el delito de homicidio ha sido el más complejo en la lucha contra la inseguridad y al que más le tenemos que dedicar”, pero aún así destacó que los número están un 2% por debajo de 2019.
Al abordar el tema vivienda, se refirió a los reclamos realizados por los deudores del BHU, reconociendo que se había asumido un compromiso de brindar una solución que hasta ahora no ha llegado. “Es cierto cuando algunos deudores me dicen que no hemos aportado una solución. Mi respuesta es que el paso del tiempo es para tener una mejor solución”, sostuvo Lacalle, y adelantó que “en las próximas semanas vamos a tener una respuesta formal al respecto”.
También destacó la prioridad que ha tenido la construcción de vivienda popular en esta administración, con un enfoque de políticas dirigidas a los asentamientos, pero también apoyando proyectos de inversión.
Por otro lado, sostuvo que el Ministerio de Desarrollo Social continúa en su política de mayor presencia para los sectores más vulnerables y “el impulso hacia la autonomía de las personas”.
En materia de energías renovables, dijo que “Uruguay tiene un camino recorrido que nos sitúa en un camino de privilegio” y que son “políticas que vienen de antes, que tuvieron su anclaje, donde todos hemos aportado”. No obstante, aseguró que ahora se entra en una segunda generación de reforma, que apunta a la descarbonización, y puso el foco en el potencial para producir hidrógeno verde. “La convocatoria a proyectos ya está, pueden estar operativamente a partir de 2024”, señaló.
“La ilusión intacta”
En materia de apertura comercial, subrayó que se está “haciendo todo lo posible para estar más abierto al mundo y firmar más acuerdos comerciales”, y en tal sentido mencionó el TLC con China, y la adhesión al acuerdo Transpacífico.
En la misma línea, recordó la visita del presidente brasilero Luiz Inácio “Lula” Da Silva, que “no fue solo de cortesía, sino de trabajo” y destacó que allí se abordaron cuestiones referentes a obras binacionales y a “la necesidad de abrirnos al mundo”. “No podemos quedar rehenes de la inmovilidad”, aseguró el mandatario, que pidió “sacarnos el corsé que perjudica a los uruguayos”.
Al final de su disertación, Lacalle reflexionó: “Hoy quedan 730 días de gobierno. El Gobierno viene acá con la tranquilidad de estar cumpliendo lo que se comprometió. El camino transcurrido es el correcto. No ha estado exento de piedras y complicaciones. Hoy, con certidumbre, le podemos decir a todo el país que el camino está claro, está claro a corto, mediano y largo plazo. ¿Estamos conformes? No. No estamos conformes”.
Sin embargo, señaló que se tiene “la ilusión intacta”, y que hay “optimismo basado en realidad y en los resultados obtenidos hasta el momento”.
“La transformación educativa está en marcha”
Durante su exposición, Lacalle destacó que “al hablar del futuro del país, es fundamental hablar de educación”, sobre la que “todos en el sistema político hemos enunciado la necesidad de reformar”. En tal sentido, la intención es “dejar de lado los discursos y pasar a la acción”. “Todos tenemos algo de conservador. Pero si de tanto conservar, ya no solo se conserva sino que nos atrasamos, es obligatorio salir de la zona de confort”, afirmó.
Lacalle destacó que el país ha demostrado que se puede avanzar en la reforma educativa, y recordó lo logrado en la pandemia, cuando gracias al esfuerzo de docentes, familias, el acompañamiento del gobierno, y con una especial mención a la tecnología y el Plan Ceibal, se logró ser el país que menos días de clases perdió y que tuvo el menor rezago educativo.
En ese sentido, subrayó la relevancia de una transformación educativa enfocada en el desarrollo de competencias, y elogió “el enorme esfuerzo de la mayoría de los docentes del país”, para avanzar en esa dirección.
“Finalmente, después de tantas veces enunciadas por tantos años, la transformación educativa está en marcha”, sentenció