Se termina un año marcado por la pandemia del covid-19, que tuvo efectos sociales y económicos importantes en el mundo y Uruguay no fue la excepción. Analistas consultados por CRÓNICAS explicaron cuáles fueron los aciertos y los errores en este primer año de gobierno de la coalición. Por otra parte, resaltaron el trabajo del Poder Legislativo, donde se aprobaron leyes fundamentales para el bloque multicolor.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
A solo 13 días de la asunción presidencial del 1º de marzo, se detectaron en Uruguay los primeros casos de covid-19. Enseguida el presidente Luis Lacalle Pou decretó la emergencia sanitaria y exhortó a la población a quedarse en su casa. En ese contexto, se definió el cierre temporal de diversas actividades económicas, que implicaron el envío de miles de trabajadores al seguro de paro.
Las medidas sirvieron para contener la expansión del virus durante los primeros meses desde la irrupción de la pandemia, pero con el correr del tiempo se fueron abriendo distintos sectores de actividad. Esa apertura trajo consigo un aumento considerable de casos y, la situación sanitaria, después de estos nueve meses, preocupa a las autoridades.
Los analistas entrevistados por CRÓNICAS coincidieron en que el “gran logro” del gobierno, por lo menos hasta noviembre, fue la gestión de la pandemia. Eso fue valorado por la ciudadanía, lo que se tradujo en altos índices de aprobación del presidente Lacalle Pou, pero también por el contexto internacional. Tan es así que Uruguay fue visto como un ejemplo a nivel mundial por varios meses.
Así lo explicó el politólogo y director de Factum, Eduardo Bottinelli, quien destacó que más sobre el final del año se generaron ciertos “ruidos” en torno al manejo de la situación sanitaria, donde desde el punto de vista de la comunicación hubo “dificultades”. De hecho, opinó que “no hay un mensaje claro respecto al estado actual de la pandemia”.
Además, sostuvo que no ha habido obras tangibles concretas por parte de este gobierno, lo cual está “amparado” por la pandemia. “El tema es que cuando esta se termine, la gente va a reclamar eso”. Dijo que lo mismo sucede con los indicadores económicos, que están explicados por la llegada del nuevo coronavirus y la población lo comprende, pero cuando la situación pase, “si no hay una fuerte recuperación del empleo, de la economía, eso va a impactar negativamente”.
La coalición conformada por el Partido Nacional, el Partido Colorado, Cabildo Abierto, el Partido Independiente y el Partido de la Gente llegó al poder con determinados objetivos, pero sus agendas “se vieron afectadas” por el covid-19, de acuerdo con el politólogo e investigador del Instituto de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales (Udelar), Daniel Chasquetti. Es por ello que considera imposible analizar la gestión sin tomar la pandemia como un punto crucial.
El mayor acierto, según su visión, fue la estrategia sanitaria que el presidente lideró a partir de marzo, dejando de lado la posibilidad de establecer una cuarentena obligatoria y apostando a la llamada “libertad responsable” de las personas. Fue así que optó por la persuasión, “intuitivamente, y también muy guiado por su postura ideológica”, señaló.
Agregó que los primeros meses en los que Uruguay fue “un país estrella” y un caso a imitar en el resto del mundo, estuvieron aceitados sobre factores estructurales que ya se venían desarrollando, como un sistema de salud integrado y la existencia de los seguros de desempleo. Es decir, “había una serie de fortalezas institucionales que permitieron que eso funcionara muy bien”.
Sin embargo, indicó que hubo un problema derivado de la apertura de la economía, que fue el incremento exponencial de los contagios. “El gobierno a fines de noviembre estaba con una mentalidad casi de situación normalizada, y perdió unos días para tomar medidas más drásticas”, declaró. En ese sentido, dijo que esta situación crítica comienza a dejar al descubierto otros inconvenientes, por ejemplo, la falta de un plan de vacunación, en momentos en que los países de la región ya lo están llevando adelante.
“El cierre del año no es bueno para el gobierno en materia de política sanitaria, incluso hasta se ve un resquebrajamiento entre las preferencias del ministro de Salud, Daniel Salinas, y lo que hace el presidente. El ministro hubiese deseado medidas más duras”, aseveró.
Por su parte, la socióloga y directora de Cifra, Mariana Pomiés, expresó que el gobierno tiene una buena evaluación que, en gran medida, se apoya en la percepción de la gente sobre la gestión de la pandemia, al menos, hasta principios de diciembre. Añadió que la opinión pública se ha concentrado en ese tema, por lo que otros asuntos han pasado a un segundo plano.
El principal problema de los uruguayos, de acuerdo con los sondeos que ha realizado la consultora, es la salud. Le sigue la economía, dejando en tercer lugar a la seguridad.
“Otro acierto del gobierno fue tener la coalición, que le permitió que no existieran muchos ruidos más allá de la oposición. Es decir, que llegara a fin de año con el bloque bastante entero lo ayudó a que no hubiera otros temas dando vueltas a nivel de la opinión pública”, enfatizó.
De todas maneras, coincidió con Chasquetti en la lentitud que han tenido las autoridades en lo que respecta a las negociaciones por las vacunas, cuando los países vecinos ya han comenzado a inmunizar a sus poblaciones, mientras que acá todavía no se sabe qué va a pasar.
La importancia de la ciencia
Uno de los pasos más destacados que dio el presidente en el combate a la pandemia fue la creación del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), conformado por científicos y académicos de distintas áreas. Los tres especialistas coincidieron en que esa decisión fue uno de los grandes aciertos del gobierno.
Para Bottinelli, con la formación de este equipo, Lacalle Pou “le dio una relevancia a la ciencia que no había tenido antes, y un mensaje a los uruguayos de que trabaja con un sustento sólido, para brindar cierta tranquilidad”.
Inclusive, algunos estudios realizados por Factum muestran que la valoración que la ciudadanía hace sobre el rol de la ciencia ha mejorado y, de hecho, “eso impulsó reclamos de inversión” en esa área.
En tanto, Chasquetti afirmó que esa medida fue muy eficiente, así como el haber apoyado a la academia para desarrollar los tests de covid-19. “Eso fue muy relevante porque nos dio autonomía para poder rápidamente incrementar el número de testeos y desarrollar equipos de rastreo”, argumentó.
Asimismo, Pomiés subrayó que fue un acierto del gobierno haberles dado un espacio a los científicos no solo en la consulta, sino a nivel de la opinión pública, ya que es un grupo que tiene referentes conocidos y la gente los escucha con atención y valora sus opiniones. A su vez, comentó que eso “ahora va a ser un desafío, porque de parte de la sociedad puede haber una demanda de que se le dé importancia a la ciencia en materia monetaria”.
Una coalición “exitosa” en el Parlamento
A nivel del Poder Legislativo, los expertos consultados por CRÓNICAS estuvieron de acuerdo en la buena actuación que tuvo la coalición multicolor, que logró la aprobación de dos proyectos esenciales para este gobierno, como fueron la ley de urgente consideración (LUC) y el Presupuesto Nacional.
Bottinelli explicó que en el Parlamento el bloque multicolor “funcionó bien”, tanto en el sentido de aprobar las leyes, como en la discusión de diversos asuntos en los que se terminaron efectuando modificaciones hasta llegar a consensos. En ese aspecto, “la coalición fue exitosa, sobre todo, con la LUC y con el Presupuesto, que fueron las dos grandes pruebas de fuego que tenía”, aseguró.
En concordancia, Pomiés manifestó que, si bien el debate en los temas que generaban diferencias internas costó bastante, “se terminó votando lo que el gobierno quería, aunque con concesiones, pero es un gran logro”.
La coalición se construyó sobre la base del “Compromiso por el país” firmado hacia el balotaje de noviembre de 2019, y “prácticamente todos los puntos del mismo ya fueron incluidos en la LUC y en el Presupuesto”, remarcó Chasquetti.