La parlamentaria argentina, Elisa Carrió, visitó Uruguay los pasados días y, durante una conferencia, se refirió a la corrupción en nuestro país, subrayando que los uruguayos conocen muy poco sobre “la verdad”. Al mismo tiempo, dijo que el Frente Amplio tiene que responder por las críticas y las denuncias penales que se han cometido en el seno de su gobierno, sobre todo las referidas a Ancap y al quiebre de Pluna.
Por Anahí Acevedo | @PapovAnahi
La diputada argentina por la Coalición Cívica para la Afirmación de una República Igualitaria (CC-ARI), Elisa Carrió, brindó una charla en el Palacio Legislativo el pasado 7 de noviembre. El acontecimiento fue organizado por el Instituto de Estudios Cívicos y Coorganizado por las fundaciones Casa de los Lamas, Konrad Adenauer Stiftung y Hannah Arendt.
Carrió fue recibida con aplausos de pie en la antesala de la Cámara de Representantes y su disertación contó con la moderación de Mercedes Vigil y la presencia de la diputada argentina Mariana Zuvic, junto con representantes nacionalistas uruguayos.
Durante el evento, la abogada y catedrática argentina realizó continuos paralelismos entre conceptos políticos, pasajes bíblicos y personajes pertenecientes a la Grecia Antigua. La premisa del encuentro radicaba en “el poder de la honestidad” y estuvo presente en todo momento la problemática de la corrupción.
Respecto a esto, Carrió aseguró, en diálogo con CRÓNICAS, que “muchas verdades uruguayas viven en los sótanos”, y que la enorme mayoría de los uruguayos, a pesar de ser decentes, “no saben nada respecto a la corrupción que hay en su país”.
No obstante, reconoció que en Uruguay “se está tomando una mayor conciencia” acerca de esta problemática, y que es a los jóvenes a quienes les corresponde tomar un rol para ayudar a esclarecer. “No se trata de destruir lo viejo, sino de sacar a luz la oscuridad para que se limpie. Hay que hacer limpiezas para llevar autenticidad a las relaciones políticas”, señaló.
Respecto al ex presidente José Mujica, opinó que no es corrupto en lo personal, y que “hay que separar las cosas”. “Una cosa es el gobierno del Frente Amplio en su totalidad y otra es la honestidad o austeridad personal de un presidente” dijo, y añadió: “El gobierno tiene que recibir las críticas y las denuncias penales que han cometido en el seno de su gobierno, sobre todo en Ancap y en la quiebra de Pluna”.
Carrió aseveró que “la verdad está en lo que no se dice, no en lo que se dice” y citó al recientemente fallecido ex presidente, Jorge Batlle, con su polémica frase “Los argentinos son una manga de ladrones del primero hasta el último”. Sobre esto expresó: “dijo la verdad sobre Argentina”.
Encerrados
La parlamentaria se refirió a la inseguridad y declaró que no hay que temerle a los delincuentes, puesto que a ellos se los debe meter presos, y que siempre se tiene que pensar en un hipotético juicio final, se sea o no creyente. “La verdad tiene que ser un latigazo en algún momento, porque es lo único que hace reaccionar”, sostuvo.
Sobre el delito, dijo que este no tiene partido ni ideología, y que si un hijo comete una infracción se lo debe llevar a la comisaría. “En esa seguridad es donde la sociedad se lidera y sabe que tiene que cumplir las reglas, desde el más pobre al más rico. Pero primero tienen que cumplirlo los que tienen privilegios, porque si no, si los señores presidentes en Argentina se robaron un presupuesto entero, ¿cómo los chicos no van a robar?”, se preguntó. A la vez, enfatizó en que “el ejemplo es la educación”.
En este sentido, expresó que vida y política es lo mismo, y que el problema de la modernidad se debe a que estos dos tópicos se separaron. Sobre esto, ilustró: “no se puede predicar la moral con la bragueta abierta”.
A la vez, aseguró que la condición del ser es el llamado a ser libre, lo que conforma la estructura de los derechos. En esta línea, declaró que el Estado tiene el papel de asegurar la posibilidad de libertad en aquellos que la tienen condicionada por su pobreza, y no de oprimir y encerrar.
Igualmente, expresó que parte del pueblo uruguayo se siente encerrado en un lugar debido a que no tiene la posibilidad de dialogar, bajo una lógica de una mayoría pero aclaró: “no es que no haya democracia”.
Perdón, justicia y libertad
En tanto, explicó que, como el diálogo es el fundamento del sustento humano, uno debe salir a la libertad, porque si no, esta última se transforma en el privilegio de una elite. “Salir a la libertad requiere de coraje, porque no sabes adónde vas”, agregó.
Por otra parte, Carrió diferenció la justicia del perdón, y dijo que este último no exime de un castigo. A la vez, hizo énfasis en que todas aquellas personas que mataron deben pedir perdón.
“El perdón es, a veces, la forma de la justicia. Por eso se tienen que arrepentir en nuestra sociedad absolutamente todos, de cualquier lado que sea, que hayan matado. En nombre del Estado o en nombre de los ideales”, dijo y añadió: “No es que el Estado y que aquellos funcionarios que ejercieron la tortura no tienen que ser condenados, es que tienen que pedir perdón todos lo que mataron. Porque la única salida a la libertad es la no violencia”.
Al mismo tiempo, se refirió a que el Estado Nación está en crisis y que se deben construir repúblicas territoriales con identidad, haciendo énfasis en Derecho internacional y derecho común internacional. “Nadie reside solo en un territorio ni sabe a futuro dónde se casará, tendrá hijos, ni vivirá”, expuso.
Mujeres y política
Uruguay aprobó en 2009 la llamada “Ley de Cuotas” (Ley Nº 18.476) para aumentar la participación de las mujeres en la política. Sin embargo, Argentina había sancionado una ley similar en 1991, conocida como “Ley de Cupo”. La misma establece que al menos el 30% de la lista debe estar ocupada por mujeres.
Respecto a esto, Carrió reconoció que el efecto que ha tenido en el país vecino “ha sido muy positivo en algunos casos”, sobre todo en la llegada de mujeres a comisiones en el Parlamento, que históricamente estaban destinadas a hombres. Sin embargo, recordó que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner no ingresó al Parlamento gracias a esta ley, debido a que era la esposa de Néstor Kirchner.
De todas formas, dijo que las leyes que prevén que las listas deban ser llenadas por un determinado número de mujeres, no resuelve el “pensamiento machista de la política”, y aseguró que cuando se designan los lugares hay políticos que colocan a sus esposas. Por tanto, aseveró que deben haber criterios en los partidos políticos para que familiares de políticos hombres no puedan estar en el lugar que no ocuparon los hombres por el cupo”.
Además, afirmó: “Lo que sí nos ha pasado es que está lleno de amantes en el Parlamento. Algunos ponen a las esposas pero otros directamente a la amante, entonces solucionan el problema de la cuota alimentaria”.