El Directorio de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) continuará su funcionamiento por los próximos 60 días con tres miembros. Como no hubo acuerdo en el Senado, los trabajadores no estarán representados en ese ámbito durante la discusión presupuestal.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
La remoción de los tres directores políticos del Directorio de ASSE trajo consigo la caída de los dos directores sociales. El presidente Tabaré Vázquez tomó la decisión de remover de sus cargos a Susana Muñiz, Mauricio Ardus y Jorge Rodríguez Rienzi, luego de que saliera a la luz que el segundo había contratado a la novia de su hijo como secretaria. Pero por ley, al cesar la mayoría de los integrantes, caen todos.
Es por esto que tanto Pablo Cabrera, representante de los trabajadores, como Natalia Pereyra, representante de los usuarios, deben ser nuevamente designados para volver a integrar el Directorio. Si bien las venias para los nuevos directores políticos -Marcos Carámbula, Marlene Sica y Julio Martínez- fueron aprobadas por unanimidad en el Senado, no hubo acuerdo para votar las de los otros dos directores.
Una vez que el Poder Ejecutivo envía la solicitud de las venias, éstas deben votarse por una mayoría especial de tres quintos del Senado. Si no son aprobadas por ese Cuerpo porque no se alcanza esa cantidad, a los 60 días el Ejecutivo puede reiterar la propuesta y en esa segunda instancia se necesita una mayoría simple para su aprobación.
La realidad es que hoy no hay votos suficientes para volver a designar a quienes formaban parte del Directorio desde mediados de 2016. Si bien el Frente Amplio los respalda y está dispuesto a votar la solicitud del Ejecutivo, desde la oposición argumentan que no apoyan el corporativismo.
El tema fue tratado en la Comisión de Asuntos Administrativos de la Cámara Alta la semana pasada. Según la versión taquigráfica a la que accedió CRÓNICAS, el vicepresidente de esa Comisión y senador oficialista, Enrique Pintado, explicó que es partidario de dar su voto porque “se trata de las mismas personas que ya trabajaban como directores sociales y cuyos méritos fueron fundamentados en su oportunidad”.
Por su parte, el senador colorado Pedro Bordaberry, adelantó la voluntad de su partido en el sentido de no votar las venias. “Creemos que poner corporaciones en el gobierno de los entes es equivocado porque el que llega a un lugar por una corporación, en definitiva, se debe primero a la corporación que lo puso. Creemos que quienes tienen que estar al frente de los entes son los representantes de toda la sociedad y no de una parte porque, entre otras cosas, después se mezclan. Los directores deben tener voz, deben estar representados –si quieren, hasta que cobren un sueldo–, pero no deben tener voto”, puntualizó.
El presidente de la Comisión y senador nacionalista, Luis Alberto Heber, también votó en forma negativa, aunque dejó en claro que en el Partido Nacional no hay una única postura sobre este tema. Aunque los blancos coinciden en que Pereyra carece de representatividad –fue votada por 38 personas- y votarían en contra de que vuelva al Directorio, algunos estarían dispuestos a aceptar la designación de Cabrera, informaron a CRÓNICAS fuentes legislativas.
Fuera de discusión
En los próximos meses se llevará adelante el debate por la última Rendición de Cuentas en la que se puede elevar el gasto, y el hecho de quedar fuera del Directorio en esa circunstancia preocupa a la Federación de Funcionarios de Salud Pública y a la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado.
Pablo Cabrera, quien cuenta con el apoyo de ambas organizaciones, dijo en diálogo con CRÓNICAS que los trabajadores no formarán parte de la discusión presupuestal, por lo cual no van a tener la posibilidad de debatir desde adentro los procesos de transformación. “Una cosa es lo que hacen los sindicatos, luchando por el Presupuesto y saliendo a dar el debate en la opinión pública, y otra cosa es que los trabajadores tengamos un lugar en la institución”, explicó. Dijo también que de parte del poder político la decisión de no votar su designación es desconocer la voz democrática de los trabajadores, porque en su caso pasó por un mecanismo de elección.
Consultado por CRÓNICAS al respecto, Bordaberry sostuvo que no quedan fuera de la discusión porque “como todos los trabajadores, plantearán su punto de vista y sus pretensiones al Directorio”. Sí reconoció que “no estarán de los dos lados del mostrador, lo que es lógico porque representando a un sector no pueden decidir por el interés general”.
Cabrera respondió que la opinión del senador “es un tanto sesgada y equivocada desde todo lugar, porque nosotros hemos demostrado con trabajo que no hemos puesto un interés corporativo, sino que hemos apostado por el interés general”.
Desde el oficialismo dijeron a CRÓNICAS que entienden la preocupación de los trabajadores, aunque no hay nada que puedan hacer ya que con su mayoría absoluta no alcanza.
