El director de Equipos Consultores, Ignacio Zuasnabar, señaló que en esta elección “es más favorable el cambio que la continuidad”, observando distintos factores que podrían marcar una “alternancia electoral”. Por otro lado, el periodista Nelson Fernández evaluó las decisiones de los candidatos por sus respectivos vicepresidentes. Martínez fue “desprolijo”, Lacalle Pou tuvo “la mejor jugada”, y Talvi generó “algún enredo”.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
Las elecciones internas dieron mucho de qué hablar. Las derrotas de Carolina Cosse y Juan Sartori, la victoria de Ernesto Talvi sobre Julio María Sanguinetti, o la sorpresiva cantidad de votos de Guido Manini Ríos, fueron algunos de los temas que dejaron material para el análisis.
A esto se le suma la elección del vicepresidente: la rapidez de Luis Lacalle Pou, la polémica Martínez-Villar, y la duda de Robert Silva ante la Corte Electoral.
En este contexto, el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) realizó el pasado martes un desayuno de análisis de coyuntura política. Los expositores fueron Ignacio Zuasnabar, director de Equipos Consultores y politólogo, y el periodista Nelson Fernández.
Recuerdo del ‘99
Zuasnabar observó la intención de voto de los distintos partidos a junio de este año -es decir, previo a las internas-.
Según los datos que presentó, el Partido Nacional (PN) tiene una intención de voto de 33%, el Frente Amplio (FA) de 29%, y el Partido Colorado (PC) de 12%. Así, resaltó que no sólo la suma de la oposición es “significativamente mayor” a la del FA -45% contra 29%-, sino que el partido oficialista no marca menos del 30% en esta encuesta desde las elecciones de 1999. “Esta medición del FA es histórica”, apuntó el politólogo.
En este sentido, Zuasnabar profundizó esta idea, y afirmó que, frente a este escenario, esta elección “se parece mucho a la del ‘99”.
Al recordar la coyuntura de 20 años atrás, indicó que el FA estaba en el entorno del 30% en su intención de voto, y la suma de los partidos tradicionales estaba en 47%.
Asimismo, el experto explicó una serie de factores de largo, mediano y corto plazo que llevaron a esta situación.
A largo plazo, “los uruguayos se han movido a la derecha”. Este cambio “lo venimos visualizando desde el año pasado gradualmente”, con una tendencia moderada, pero en este 2019 “los resultados ya son muy claros”, evaluó Zuasnabar.
A mediano plazo, se percibió que los ciudadanos “siguen dísconformes” con la situación del país. Un 17% califica la situación económica como buena o muy buena, mientras que otro 49% la califica como mala o muy mala. A esto se le suman disconformidades con la inseguridad y el empleo; todo esto hace que, a junio de este año, un 55% de la sociedad desapruebe el desempeño del presidente Tabaré Vázquez -frente a un 25% que lo aprueba-, según el politólogo.
“Nuevamente hemos vuelto al Uruguay pesimista que critica a los gobiernos, y eso es un escenario propicio para la alternancia electoral”, añadió.
Por último, a corto plazo, “algunos elementos podrían ser favorables al FA”. La imagen del candidato Daniel Martínez es “algo mejor” que la de sus rivales en la oposición. Con 29% de opiniones positivas, vence a Lacalle Pou y Talvi, quienes marcaron 26% y 18% respectivamente.
De esta manera, ante todo este contexto examinado por el experto, concluyó que “es más favorable el cambio que la continuidad”.
Entre aciertos y desprolijidades
El periodista concentró gran parte de su discurso en la elección de los vicepresidentes, algo “no menor”, sostuvo. “El que tira es el presidente, pero el vice importa, e importa cómo se resuelve”, agregó.
Así, señaló que la decisión de Martínez fue “una demostración de fuerza”, como si dijera “’acá mando yo’”. Sin embargo, la forma en que lo hizo fue “desprolija en general”, ya que causó mucho malestar en la interna de Frente Amplio. Para Fernández, el hecho generó una serie de rispideces que, como punto de partida, no es el ideal.
En el otro lado del espectro estuvo Lacalle Pou, quien tuvo “la mejor jugada”. Nadie pensaba que la misma noche de las elecciones internas se iba a tener una fórmula definida, pero el candidato blanco la cerró “demostrando que tenía una estrategia” al elegir a Beatriz Argimón. Además, lo impuso “con un clima de fiesta”, despejó dudas y “se pudo hacer el tiempo para descansar”; por todo esto, su punto de partida “fue bueno”, según Fernández.
Por último, Talvi eligió a quien se desempeñara como consejero de la Administración Nacional de Educación Pública. Para alguien que “está para ganar”, Fernández cuestionó si lo eligió como complemento de fórmula o como vicepresidente. “En el caso de Robert Silva, es alguien que desde los 25 años trabaja en la enseñanza, o sea que uno dice ‘si querés llegar al gobierno, es una buena figura para tener en la enseñanza, no para poner en un cargo para el cual no tiene experiencia’”, expresó el periodista. A esto se le suma que está a la espera de la Corte Electoral para saber si está habilitado como vicepresidente o no, por lo que “Talvi tiene un arranque que genera algún enredo”.