Un estudio de Cifra realizado en abril, constató que un 64% aprueba el proyecto del Partido Nacional de habilitar los allanamientos nocturnos, y un 41% de la población apoya la propuesta del PIT-CNT para reformar el sistema de seguridad social. CRÓNICAS se contactó con la directora de la encuestadora, Mariana Pomiés, quien opinó que la presencia de dos propuestas en una elección nacional es “confusa”, y analizó las probabilidades para el éxito de cada una de ellas.
Dos propuestas de reforma constitucional consiguieron las firmas necesarias para ser votadas en conjunto con las elecciones nacionales. Se trata del plebiscito para habilitar los allanamientos nocturnos, presentado por el senador nacionalista Carlos Camy, que alcanzó la voluntad del 55% del Parlamento; y el plebiscito para la reforma de la seguridad social, impulsado por el PIT-CNT, que llegó a las 430.000 firmas de la ciudadanía. Recientemente la encuestadora Cifra estudió el nivel de aprobación de estos dos proyectos por parte del electorado.
Por un lado, en el caso de la propuesta sobre allanamientos nocturnos, un 64% de los encuestados se mostraron a favor del plebiscito, mientras que 27% se posicionaron en contra y un 9% se mantuvieron indecisos. Para el proyecto de seguridad social, un 41% declaró estar a favor a derogar la reforma actualmente vigente, un 37% se posicionó en contra y 22% permanecen indecisos.
Confusión
La presencia de dos papeletas en el cuarto oscuro que corren paralelas a las elecciones nacionales es un punto que ha generado debate. Según comentó a CRÓNICAS Mariana Pomiés, directora de Cifra, hay varios aspectos de esta situación que “se prestan a confusión”. El hecho de poner el papel en el sobre “implica un trabajo extra” para el votante, ya que “tiene que buscar la papeleta en el cuarto o llevar la propia”. Adicionalmente, “la percepción de la ciudadanía es que es más importante el voto a la presidencia o al Parlamento”, cuando “a veces los plebiscitos tienen cosas de fondo que son mucho más duraderas”.
Además, en algunos casos las listas para la presidencia incluyen determinada papeleta adentro, y puede pasar que un elector no se dé cuenta y vote por algo que no quería, y viceversa: quizás asume que la papeleta está dentro de la lista, y vota pensando que sí la metió en el sobre, cuando en realidad no. “Cuando este mecanismo se junta con las elecciones es muy complejo”, reflexionó.
Reforma de la seguridad social
Si se desagregan por partido las opiniones sobre el plebiscito de la reforma jubilatoria, Cifra encontró que dentro de la coalición tiene índices muy altos de rechazo (57% en el Partido Nacional y 65% en el resto de los partidos); y que un 58% de los frenteamplistas apoyan la propuesta. Dentro de los que no saben aún detrás de qué partido se alinearán, un 44% se muestra a favor, un 24% en contra, y un 32% tampoco sabe si pondrá la papeleta en la urna.
Un problema que identificó Pomiés con respecto al plebiscito presentado por el PIT-CNT es que “da la sensación de que la ciudadanía lo visualiza como estar a favor o en contra de la reforma de la seguridad social”, cuando “si uno lee la papeleta, lo que se propone es distinto”. La propuesta incluye la fijación de 60 años como edad mínima jubilatoria, la jubilación igualada al salario mínimo nacional y la eliminación del ahorro individual jubilatorio. “De hecho, el discurso de cada parte es, o defender la reforma o estar en contra de la reforma”, señaló. Según la socióloga, esto “genera mucha confusión para la población”.
Otro aspecto que afecta en este plebiscito, que Cifra ha medido anteriormente, es que aumentar la edad de jubilaciones “tiene mucha resistencia”, de acuerdo con la entrevistada. Durante un estudio realizado por la firma en 2022, se constató que un 69% de los uruguayos estaban en contra de aumentar la edad jubilatoria.
Ante la posibilidad de que el plebiscito del PIT-CNT pueda dividir a la interna frenteamplista o que afecte los resultados de las elecciones nacionales, Pomiés expresó que “el Frente ya ha votado dividido en algunas cosas previamente”, y que es “difícil saber” qué puede pasar de aquí a octubre, “todo depende de cómo se manejen”.
Allanamientos nocturnos
El plebiscito para habilitar los allanamientos nocturnos tiene mayor aprobación que el de la seguridad social, y alcanza un 64% de las adhesiones. Dentro de los distintos partidos, cuenta con el apoyo de un 84% del electorado del PN, un 90% del resto de la coalición, un 60% de los indecisos y un 45% del Frente Amplio, que se encuentra dividido prácticamente a la mitad en esta disyuntiva.
Proyecciones
A pesar de los números relativamente altos de aprobación que la encuesta arroja para ambos proyectos, Pomiés vaticinó que, “mirando la situación actual, difícilmente se apruebe alguna de las propuestas”. Usualmente, el apoyo que tienen las papeletas en las encuestas no se termina viendo reflejado al mismo porcentaje en las urnas. Si se analizan entregas pasadas, vemos que a esta altura del año el plebiscito en materia de seguridad presentado por Jorge Larrañaga en 2019 tenía un apoyo del 59%, y el de la baja de la edad de imputabilidad que se votó en 2014 un 57%, y sin embargo ninguno se votó. “Si más o menos se mantienen esos comportamientos es difícil que lleguen”, advirtió, aunque distinguió que la propuesta de los allanamientos nocturnos presenta más chances de alcanzar los votos por tener un apoyo hoy del 64%.
¿Más plebiscitos?
El plazo para entregar las firmas para que los plebiscitos pudieran ser votados en conjunto con las elecciones nacionales venció el 27 de abril, y fueron estas las dos propuestas que alcanzaron ese requisito, pero Cabildo Abierto está actualmente en una campaña de recolección de firmas para un proyecto de modificación de la Constitución en materia de deuda y usura. Recientemente anunciaron que llegaron a las firmas necesarias, que corresponden a un 10% del padrón electoral, es decir, 270.000 rúbricas, aunque aún continúan recolectando para poder tener un sobrante en caso de que la Corte Electoral encuentre duplicados o inhabilitaciones. Además, el sector Ciudadanos, del Partido Colorado, últimamente se planteó recolectar firmas para un plebiscito sobre los ingresos a las intendencias.
Si bien puede parecer un aumento de frecuencia en estas instancias de consulta popular, Pomiés señaló que “es algo que ya veníamos viendo” en las últimas elecciones. La especialista opinó que es un mecanismo muy positivo y, si bien destacó como algo bueno que se ahorre dinero y energías en la conjunción con la presidencial, sopesó que la ocasión de las elecciones nacionales termina eclipsando a los plebiscitos, que quedan “totalmente en segundo plano” y “no siempre reflejan lo que la gente votaría” de no darse esa coincidencia.