Posición sobre protestas en Cuba “le puede jugar en contra” al FA en el debate contra la LUC

El debate > no se centra en los derechos humanos, manifestó el politólogo Fuentes

Foto: PIT-CNT

De acuerdo con el politólogo Antonio Cardarello, la posición tomada por el Frente Amplio (FA) de incapacidad de condenar un régimen que “claramente no es democrático” le puede jugar en contra y ser utilizado por el gobierno en el debate de la derogación de la LUC. A su entender, mientras el FA critica que la ley ómnibus “facilita la represión o coarta la libertad”, la coalición podría afirmar que “se quejan de lo que impone la LUC pero no dicen nada de un gobierno que sí reprime o cercena los derechos políticos y no respeta los derechos humanos”, como en Cuba o Venezuela.

El fin de semana, una serie de protestas populares estallaron en Cuba, dejando (al cierre de esta edición) casi 250 personas detenidas o desaparecidas, y un muerto.

En diálogo con CRÓNICAS, los politólogos Antonio Cardarello y Omar Fuentes dieron su visión respecto al tema. Ambos encontraron un punto en común: las revueltas no tienen su raíz en hechos recientes. “Los problemas de Cuba son estructurales de un modelo económico que demostró haber fracasado y que ha sido siempre el mismo y que se agrava en estos momentos de pandemia”, indicó Fuentes, y añadió que el aislamiento por parte de Estados Unidos juega su parte en este tema, pero “los problemas no son por culpa del bloqueo” en sí.

Cardarello, en este sentido, reforzó que la isla viene de un “largo estancamiento” a partir, por un lado, del mencionado bloqueo, pero también de la caída de la Unión Soviética. Si bien fue hace 30 años, el deterioro económico surgió de ahí; a esto se le suma también la posibilidad —mediante internet, si bien el servicio está restringido— de acceder a otras realidades y bienes de consumo que no llegan al país.

Respuesta y debate

Mientras tanto, ambos expertos analizaron las respuestas tanto del gobierno como de la oposición a los hechos de Cuba.

Fuentes consideró que el comunicado de Cancillería fue “muy medido, muy concreto y sin epítetos duros”, mientras que de la izquierda “va a decir que (el gobierno) no dice nada del bloqueo”. Cardarello, en tanto, arremetió que en Uruguay “se da mucho” la condena a determinados regímenes por la afinidad ideológica, tanto de un lado como del otro. “Están aquellos que condenan la represión o la falta de libertades en un país, pero si pasa en otro que tiene un signo político similar al que ellos defienden ya no ven esas críticas”, expresó.

Sin embargo, Fuentes comentó que su preocupación es, “viendo la calidad del debate que tenemos, que no está en el centro la preocupación por los derechos humanos”.

Los derechos humanos son “una bandera” de la izquierda que “no debería esconderla bajo símbolos que no son reales”.

A su vez, a la hora de analizar la postura del Frente Amplio (FA), los dos coincidieron que no mantiene una posición “clara y unánime” a su interna, y se ve bloqueado por ello. En este sentido, Fuentes consideró que el FA se ve “atado” porque “tener estas fuerzas dentro que siguen pensando que a Cuba hay que defenderlo o que no hay que criticarlo lo complica para poder decir cosas que sí debería expresar”. Por ejemplo, insistió el politólogo, los derechos humanos son “una bandera” de la izquierda que “no debería esconderla bajo símbolos que no son reales”.

En tanto, Cardarello manifestó que esta incapacidad para condenar a un régimen “que claramente no es democrático” es similar a lo sucedido con Venezuela en las elecciones de 2019, donde los partidos de la —entonces— oposición lo aprovecharon tratando de marcar que el FA “no comulga con la democracia liberal”. De esta manera, el politólogo actualizó el tema, y enfatizó que la situación con Cuba le puede jugar en contra al FA en el debate respecto a la ley de urgente consideración (LUC).

“Así como el FA trata de mostrar cómo la LUC facilita la represión o coarta la libertad (…) eso puede ser aprovechado o contestado desde el gobierno como para decir ‘se quejan de lo que impone la LUC pero no dicen nada de un gobierno que sí reprime o cercena los derechos políticos y no respeta los derechos humanos, como en el caso de Cuba o Venezuela’. Entonces, ahí hay un flanco que los partidos de gobierno pueden aprovechar”, precisó Cardarello.