En conversación con CRÓNICAS, el sociólogo Rafael Porzecanski analizó la actualidad del bloque de gobierno tras la decisión de Ernesto Talvi, líder de la segunda fuerza más importante de la coalición y ex Canciller, de abandonar la política activa. “Se va con dos escenarios totalmente diferentes: frente a la opinión pública en un momento de esplendor y frente a la articulación y al relacionamiento con las dirigencias en un momento de crisis”, reflexionó.
Por María Noel Durán | @MNoelDuran
¿Qué reflexión le merece la salida se Talvi de la política considerando que fue líder de la segunda fuerza más importante de la coalición y también Canciller?
Particularmente a mí no me causó una gran sorpresa en la medida que se notaba cierto desgaste en su caso en el ejercicio de la política, que había problemas de relacionamiento con dos pesos pesados de la política uruguaya actual como su compañero de partido, Julio María Sanguinetti, y el presidente Lacalle Pou; se veían problemas importantes.
Hay una verdadera dualidad. Talvi presentaba un posicionamiento ante la opinión pública como una de las figuras más potentes de la coalición multicolor, incluso reforzada durante su gestión como Canciller.
Las figuras de acompañamiento al presidente mejor posicionadas en los primeros tres o cuatro meses de la gestión eran Álvaro Delgado y Ernesto Talvi. Se va con dos escenarios totalmente diferentes: frente a la opinión pública en un momento de esplendor y frente a la articulación y al relacionamiento con las dirigencias en un momento de crisis. Pocas veces se ve un contraste tan grande y creo que es un elemento muy interesante.
En el caso de Bordaberry, por ejemplo, estaba muy bien en opinión pública pero no tan bien como Talvi y no estaba tan mal en el relacionamiento interno. En ese sentido, esto es un sacudón para el Partido Colorado (PC) porque de las dos figuras de recambio que habían surgido ante el liderazgo tradicional de Sanguinetti y de Batlle, marcan renuncia, tanto Bordaberry como Talvi. Esto pone de manifiesto un problema de renovación para el Partido Colorado para el ala no batllista, problema que ya arrastraba Batllistas, donde no ha aparecido aún el liderazgo que se perfile como claro sucesor de Sanguinetti.
¿Es un golpe de gracia para la renovación en el Partido Colorado?
No diría que es un golpe de gracia porque eso significa que el otro queda knockout y no se puede levantar. Diría sí que es un golpe fuerte y que impone al ala no batllista del PC salir a pensar quién puede ser una figura de peso que se posicione exitosamente ante la opinión pública como lo había hecho Talvi o como lo había hecho Bordaberry anteriormente.
Mientras tanto, Batllistas sigue con un tema no resulto que es la sucesión de Sanguinetti, lo que conecta al PC con el Frente Amplio y con el MPP, por ejemplo, porque Sanguinetti sigue en cancha igual que sigue en cancha Mujica y se necesita construir un liderazgo para competir en 2024. Esto dicho porque es harto probable que ni Mujica ni Sanguinetti estén compitiendo por la presidencia en 2024.
¿Quiénes son los beneficiados y los perjudicados por esta decisión de Talvi?
Da la impresión de que hay un perjudicado claro que es la ciudadanía que más se entusiasmó con el liderazgo de Talvi que en algún punto queda huérfana.
Talvi logró posicionarse como líder, no por casualidad logró ganar una interna contra Julio María Sanguinetti. Generó un entusiasmo en un sector, con sesgo hacia la clase media alta, fundamentalmente urbano y de buen nivel educativo que se identificó muchísimo con su propuesta.
Ese sector queda con un vacío de representación. Por algo Talvi pide disculpas si puede haber defraudado a alguien, tiene en cuenta de que parte del electorado tiene una sensación de orfandad.
Dentro de la coalición multicolor en el corto plazo pierde el Partido Colorado. Al Partido Independiente se le abre una oportunidad de cara al 2024, aunque estemos lejos aún, porque el Partido Independiente perdió electorado a manos del Talvismo. También se le abren puertas al Partido Nacional porque hay vasos comunicantes entre el liderazgo de Talvi y de Lacalle Pou y que Talvi no esté en competencia fortalece al liderazgo similar del mayor socio del bloque que es el Partido Nacional.
Sobre Cabildo Abierto es más discutible lo que pude pasar porque no eran electorados tan parecidos el Talvista y el Cabildante, ahí hay que ver cómo se reconfigura el Partido Colorado, hay que ver si se reconfigura en una lógica más Bordaberrista, que podría ir más directamente en competencia con Cabildo Abierto.
De los líderes del bloque multicolor ya hay dos que quedaron por el camino. ¿Se puede ver afectada la credibilidad de la coalición por este motivo?
Eso depende de las señales que envíen los que quedan. El caso de Novick es especial porque tiene una votación muy pequeña, una estructura partidaria débil y dejó entrever que no estaría activamente en política y no puso condiciones para los cargos; hoy de facto la coalición multicolor funciona con cuatro socios no con cinco.
El caso de Talvi es más sustantivo y depende de cómo sean las señales postalvismo del PC. Hasta ahora el mensaje ha sido que es una renuncia personal y que no pone en riesgo el compromiso del PC con la coalición.
De hecho también se podría hablar del argumento inverso. Si uno tiene en cuenta que una coalición funciona armónicamente si sus socios tienen buenos vínculos personales y son liderazgos compatibles y uno de los líderes que no estaba en sintonía con el principal líder que es el presidente y con su par del PC que es Sanguinetti se retira, en algún punto se alivia el relacionamiento de la coalición. No me parece que la coalición necesariamente se debilite, lo importante es ver también como sigue operando la bancada de Ciudadanos en el marco de la coalición.
Este mes Opción Consultores decía que el 31% de los encuestados asegura que la gestión del gobierno es muy buena. ¿La salida de Talvi puede llegar a afectar a la baja esta tendencia?
Como hipótesis no, no debería tener un gran impacto. Nosotros sabemos que hay un sector frenteamplista que hoy apoya al gobierno. Le dan crédito al gobierno por la gestión del Covid-19 y por la gestión de la economía. Los factores que hoy condicionan la aprobación del gobierno no están tan relacionados al tema Talvi, por eso si hay un cambio sería leve.