El sector del FA en el que conviven batllistas, blancos y frenteamplistas independientes

Convergencia Popular > REGISTRÓ LA LISTA 46 EN TODOS LOS DEPARTAMENTOS

Convergencia Popular Frenteamplista (CPF), que pertenece al Espacio 609, está integrado por gente proveniente de los partidos tradicionales, como es el caso de su principal dirigente, Mariano Tucci, que militó 15 años en el Partido Colorado (PC).

Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

Mariano Tucci
Mariano Tucci

Tucci, hoy edil de Montevideo, conversó con CRÓNICAS acerca de la agrupación nacional de perfil variopinto: en él convergen exdirigentes del Partido Nacional, del PC y de sectores tradicionales del Frente Amplio (FA), como el Partido Comunista o el Socialista.

Con el objetivo de seguir extendiendo la organización, se registró el número 46 en todo Uruguay. Pero, por lo pronto, su Dirección Nacional resolvió tener expresión electoral solamente en Canelones en las próximas elecciones departamentales de 2020. Por tanto, en Montevideo, el elemento natural de acumulación seguirá siendo la hoja 609.

La cara visible de este movimiento se define como “un batllista dentro del FA”. Llegó a ser referente de una organización política de San José de la histórica Lista 15 colorada, pero el tiempo le hizo ver que el modelo de José Batlle y Ordóñez dentro del PC estaba agotado. Fue así que salió a buscarlo en otras partes, y lo encontró en la coalición de izquierda.

“La lista 46 nació como movimiento identitario para reafirmar la vigencia del Espacio 609 y jerarquizar esta herramienta de acumulación política y electoral dentro del FA”, afirmó Tucci, y dijo que sus miembros buscan ser un “bastón” para el MPP y así brindarle su apoyo, sobre todo considerando “las malas experiencias que se han suscitado en los últimos meses”. Una de ellas, recordó, fue el abandono del exdiputado Gonzalo Mujica. De todas formas, CPF logró sumar a la mayoría de los dirigentes que históricamente lo habían acompañado, logrando detener una eventual fuga de votos.

Del buen vivir

Los militantes de este grupo político se definen ideológicamente como “socialistas del buen vivir”, por lo que pretenden emular el modelo ecuatoriano, adaptado a nuestro país, contó el parlamentario municipal. “El Socialismo del Buen Vivir es un conjunto de principios y axiomas fundamentales para el desarrollo del trabajo político militante, por supuesto, reconociendo que es preciso adaptarlo a nuestras tradiciones y particularidades sociales”, explicó.

Agregó que el bienestar común y la felicidad de cada sujeto no se logra mediante la acumulación de grandes fortunas ni una capacidad de consumo excesivo, sino a través de la maximización de las aptitudes y las idoneidades personales y colectivas, del esfuerzo por acumular conocimientos y superarse, del regocijo de la presencia y del acompañamiento de los seres queridos, y de la existencia en armonía con la naturaleza.

Por estos motivos es que su reto fundamental es la universalización de los derechos y su extensión hacia la población más sumergida. “Ello nos exige la inaplazable y urgente organización de la acción política para remozar el Estado, encauzándolo hacia el interés colectivo, no porque las sucesivas administraciones de nuestra fuerza política no lo hayan intentado, sino porque aún no es suficiente y la burocracia muchas veces se impone a las urgencias sociales y económicas”, sintetizó.

Señas de identidad

“En el siglo XXI, nadie puede sostener como idea central o estrategia de largo aliento, la estatización de los medios de producción”

Esta organización política acepta postulados del Socialismo tradicional, pero no todos. “En el siglo XXI, nadie puede sostener como idea central o estrategia de largo aliento, la estatización de los medios de producción. Tampoco aceptamos el cambio violento, es decir, la legitimación arbitraria y el reconocimiento de una sola clase social. Creemos en la movilidad de las clases. Todos los estamentos sociales tienen el derecho de desarrollarse en un esquema general donde los principios rectores sean la solidaridad, la cooperación y la igualdad como utopía inclaudicable”, aseveró el dirigente.

A su vez, señaló que el Estado tiene que desempeñar un fuerte papel como regulador de las relaciones económicas y la producción, en salvaguarda del interés general y de la equidad.