Tras el anuncio del presidente Tabaré Vázquez de las medidas cuyo objetivo es mejorar la seguridad en los espectáculos deportivos, CRÓNICAS consultó a especialistas en la materia y actores de la oposición acerca de su utilidad y puesta en práctica. Si bien en términos generales fueron vistas con buenos ojos, algunos advirtieron que no serán suficientes para terminar con la violencia en el fútbol.
Según Robert Parrado, licenciado en seguridad y asesor del Partido Nacional, las medidas son escasas y pobres con respecto a lo que esperaba. Además, dijo que son “muy policíacas”, dado que tienen que ver con aspectos preoperacionales, pero con un criterio que no suma a lo que ya hay.
En cuanto a la evaluación de la seguridad privada que pretende hacer el gobierno, el especialista aseguró que es un proceso complejo, dado que eso implicaría una formación en corto tiempo de las empresas privadas para el manejo de la seguridad interna.
El sistema de trazabilidad de las entradas “es bastante difícil de controlar”, opinó, por la dificultad de su puesta en práctica. “¿Te imaginás un evento delictivo de magnitud como puede ser un herido de bala o un homicidio en una tribuna? Podés saber quiénes estaban, de acuerdo a las entradas que había en ese lugar, pero ¿te imaginás ocho mil personas teniendo que ir a declarar a un Juzgado?”, ejemplificó.
A su vez, afirmó que la iniciativa de no dejar entrar a quienes tengan antecedentes vinculados a conductas de violencia en el deporte, tiene visos de ilegalidad, salvo que en el proyecto se exprese que es una ley a futuro, y que se aplique a partir de los nuevos procesamientos, porque es imposible que a alguien se le imponga una obligación por un hecho delictivo que ocurrió hace un tiempo.
“Había una necesidad de plantear las medidas rápidamente, pero se necesitan cambios a nivel legislativo y presencia firme de la autoridad policial en el restablecimiento del orden”, dijo Robert Parrado.
“Va a haber un poco más de controles en el exterior, que no está mal, pero es lo que uno esperaría siempre, y no queda claro cuáles son los partidos de alto riesgo. Todo me sonó a collage y no a una propuesta con una mirada integral. Es parte de las medidas que históricamente hemos visto, que no han dado el resultado esperado. Había una necesidad de plantearlas rápidamente, pero se necesitan cambios a nivel legislativo y presencia firme de la autoridad policial en el restablecimiento del orden”, concluyó.
Hay que ajustar
El asesor en seguridad del Partido Colorado y director del Observatorio de Seguridad de Fundapro (Fundación Propuestas), Guillermo Maciel, opinó que las medidas van orientadas en el buen camino, aunque “es una pena que no se hayan tomado antes”.
Si bien manifestó que algunas están muy bien orientadas, explicó que a otras habría que hacerles algunos ajustes, por ejemplo, a la que desaconseja el ingreso de las personas con antecedentes penales asociados a la violencia en el deporte, ya que “un narcotraficante no necesariamente está vinculado a un delito del deporte, al igual que un rapiñero”.
Asimismo, estimó que la instalación de cámaras de reconocimiento facial no será tan efectiva como se ha anunciado, en virtud de que generalmente quienes aparecen en las imágenes rompiendo cosas en las tribunas o generando disturbios, tienen el rostro cubierto para que no se los reconozca.
Sobre la presencia de la Policía dentro de las tribunas, remarcó que es esencial, puesto que en espectáculos a los que concurre tanta gente, la Policía debe ejercer la capacidad de reprimir si es necesario.
Más vale tarde
Para el senador del Partido Independiente (PI), Pablo Mieres, en términos generales las medidas son razonables y van en una dirección compartible. “Lo que uno se pregunta es por qué recién ahora aparecen todas estas propuestas, cuando en realidad podían haberse impulsado hace mucho tiempo”, señaló. De todas formas, dijo que son bienvenidas.
Dado que la prohibición del ingreso a los espectáculos requiere de un marco legislativo que lo autorice, el PI presentó recientemente un proyecto de ley que planteó el diputado Iván Posada, que establece una regulación del derecho de admisión y permanencia en los espectáculos públicos.
Por otra parte, Mieres cuestionó el accionar del gobierno en el anuncio: “Sale el propio presidente Vázquez a proponer las medidas, lo que indica un reconocimiento implícito del deterioro de la credibilidad del Ministerio del Interior. Es Vázquez quien tiene que apechugar y pone en juego su credibilidad que es mayor, toma el toro por los cuernos y lo banca él”.
Además, dijo que quizás las medidas no sean suficientes para atender la violencia en el fútbol, “porque los barrabravas van a seguir existiendo”, aunque servirán para cumplir el objetivo de contener la violencia dentro de los estadios y de las canchas.
A diferencia de Parrado, el senador sostuvo que la identificación de los espectadores con el número de entrada es clave, porque es lo que va a permitir identificar “al que se porta mal”. “Yo no le veo problemas a las propuestas. Quizás esté faltando tomar más medidas, pero estas que se están planteando son adecuadas”, concluyó.
Temor a la ‘represión’
Para el asesor en seguridad del Partido de la Gente y exministro del Interior, Guillermo Stirling, es positivo que se empiecen a tomar medidas sobre un problema que está llevando a un deporte como el fútbol a una situación tremendamente difícil.
“La violencia que generan unos cientos de descerebrados está llevando a que la estructura del fútbol profesional de Uruguay se termine, porque la gente ya no va a los estadios, la gente tiene temor, y creo que se perdió mucho tiempo en tomar medidas que fueran de mano dura, como el propio presidente lo indicó. No es posible que el Estado esté ausente de un estadio, de un espectáculo público, no es concebible que estas mafias hayan manejado situaciones al grado tal de que sean la víctima y no el victimario”, apuntó.
“La violencia que generan unos cientos de descerebrados está llevando a que la estructura del fútbol profesional de Uruguay se termine, porque la gente ya no va a los estadios, la gente tiene temor, y creo que se perdió mucho tiempo en tomar medidas que fueran de mano dura, como el propio presidente lo indicó”, afirmó Guillermo Stirling.
De todas formas, se mostró satisfecho con la conciencia que tiene el sistema político para trabajar en este tema, y por lo cual “todo lo que dependa de él, se va a hacer a corto plazo”.
El especialista indicó que es inconcebible que la Policía no pueda contener los destrozos perpetrados “por todos lados” cuando se gana un partido o se logra un campeonato. “En ese caso lo que sucede es que el Estado está ausente y no impone orden, y eso es lo que comienza a generar una brutal incertidumbre con respecto al futuro de un sector muy importante como es la comunidad futbolística”, lamentó.
Sin embargo, expresó que hay medidas prácticas, operacionales, que no necesitan leyes, sino que requieren de la actuación de la Policía, que “tiene que ser respaldada por las autoridades, y tiene que actuar con mucha firmeza y reprimir si realmente debe hacerlo”.
“La izquierda tiene un temor a la palabra ‘represión’, porque le trae aparejado recuerdos de la época de la dictadura, pero para mantener el orden institucional, la República y la preservación de los derechos que tenemos todos, tiene que haber total respaldo a la Policía para que reprima, para que los delincuentes sientan el peso del orden, cosa que hoy realmente no sienten”, aseveró.