Los politólogos Daniel Buquet y Mariana Pomiés evaluaron positivamente que en el mundo político aparezcan figuras que no se formaron en este contexto, llamados “outsiders”. Sin embargo, argumentaron que el fenómeno de surgimiento de estos “novatos” no debe desplazar la figura del líder tradicional.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo y Romina Peraza | @romiperaza
Donald Trump en Estados Unidos, Mauricio Macri en Argentina, y Jair Bolsonaro en Brasil son tan solo algunos ejemplos de personas que estaban por fuera de la esfera política hasta que decidieron adentrarse en ese mundo. En Uruguay ese fenómeno también se empezó a dar hace unos años. Edgardo Novick, Gerardo Sotelo, Juan Sartori, Guido Manini Rios, y Laura Raffo son los ejemplos más recientes.
En diálogo con CRÓNICAS, los politólogos Daniel Buquet y Mariana Pomiés coincidieron en señalar que este fenómeno global se ha instalado en Uruguay y que resulta positivo para el país.
Para Buquet, si bien este acontecimiento fue más visible en la campaña electoral del 2019, no es algo nuevo. Sucedió en las elecciones municipales de 1989 con Tabaré Vázquez, y en 1958 con Benito Nardone en las elecciones nacionales. Ambos eran personas sin trayectoria político-partidaria convencional.
Asimismo, el politólogo afirmó que este fenómeno no ha llegado a desafiar al sistema de partidos. Agregó que hay dos aristas del asunto: una, la de la oferta; otra, la de la demanda. La oferta se da cuando esas personas alejadas de la política -“outsiders”- se lanzan como candidatos por su cuenta. La de la demanda sería cuando los partidos buscan novatos, es decir, personas sin una trayectoria política convencional “por distintas razones”, explicó. En su opinión, esto último es el más común en Uruguay, y cuando un partido recurre a este recurso es porque entiende que tendrá mayor chance electoral.
-¿Hay chances de ganar?
-Hasta el momento la mayoría de las nuevas figuras que han aparecido no han logrado ganar las elecciones. Sin embargo, sí han obtenido buenos niveles de aprobación, evaluó Pomiés.
El caso más reciente es el de Guido Manini Ríos, excomandante de las Fuerzas Armadas, quien en las elecciones nacionales de octubre obtuvo el 11,04% de los votos. Esto representa un buen caudal de votos, teniendo en cuenta que su partido, Cabildo Abierto, tenía pocos meses de vida.
Para Pomiés es muy difícil que alguien que viene totalmente de afuera en el sistema político uruguayo gane. Pero sí puede obtener una buena votación y, de esta manera, desafiar al resto de los candidatos con más trayectoria.
Si bien no se han publicado encuestas de intención de votos, para la politóloga Raffo podría tener una buena votación en las elecciones municipales de mayo, aunque no sea quien gane.
A su vez, los politólogos coincidieron en que, a pesar de los aspectos positivos que tiene la incorporación de estas nuevas figuras en la política, no se debe perder el rol de los líderes tradicionales. “También es bueno que se mantenga cierto equilibrio”, analizó la directora de la encuestadora Cifra, donde “los políticos que deciden dedicar su vida a eso tengan también su espacio”.
Buquet, por su parte, proyectó que en el corto y mediano plazo “no habrá un desplazamiento relativamente rápido de esas figuras outsiders con respecto a los líderes y los partidos establecidos”. Al contrario, las figuras se integrarán a las fuerzas políticas creando su propia corriente, apuntó.
Hay que renovar
Gran parte de la sociedad acusa a la clase política uruguaya de añeja. Desde varios rincones del país se pide que exista una renovación de los candidatos. En este sentido, para Pomiés la renovación que se lleve a cabo dentro de los partidos es algo natural y sano.
Agregó que lo que ha costado es la “renovación más generacional”. Esto es, que a los líderes más antiguos se les ha dificultado formar a sus sucesores y darle espacio a las nuevas generaciones, explicó.
Por otro lado, en cuanto a la aparición de estas figuras outsiders, para Buquet no son producto de un desgaste de los políticos tradicionales, sino de la incapacidad de los partidos de renovarse.