Según Mariana Pomiés, directora de la encuestadora Cifra, el apoyo del gobierno, la coalición y el presidente en particular “que lo respaldó y dijo que iba a seguir ahí”, reafirmaron la posición de Heber ante el Parlamento. En sintonía, Robert Parrado, especialista en seguridad, señaló que “el debate político no suma nada en materia de seguridad pública”.
El ministro del Interior (MI), Luis Alberto Heber, compareció el pasado martes en el Parlamento. Durante la jornada se dieron candentes cruces con tinte político y hasta elevados tonos de voz.
Al término de la misma, el Frente Amplio (FA) catalogó de “insuficientes” las explicaciones del ministro acerca del plan estratégico que había declarado tener días antes, a la salida de una reunión con el presidente de la República, Luis Lacalle Pou.
“Las expresiones del Poder Ejecutivo (PE) se caracterizaron por negarse a una mirada integral de la violencia y por atacar a la gestión del FA”, reclamaron.
Más allá de la burbuja parlamentaria, según contó la entrevistada, la opinión pública no suele seguir de forma continua lo que sucede en el Parlamento, pero sí presta atención a los dichos de sus referentes políticos sobre cada materia.
“La gente no presta mucha atención a las consecuencias. Es más, hay cierto descreimiento de que el mecanismo sea realmente útil. Lo que puede llegar a tener repercusiones a nivel de opinión pública son las cosas que se comentan después de la interpretación, desarrolló Pomiés.
En este sentido, explicó que lo más resuena desde representantes del FA son comentarios sobre un argumento “incompleto” o que “no hay un plan estratégico”. Y desde el oficialismo, lo más destacado, es que la coalición aumenta su apoyo a Heber.
“Está claro que el gobierno está alineado detrás de su gestión. Y el presidente, si en algún momento pensaba cambiarlo, no es ahora. Porque reafirmó que iba a seguir siendo su ministro. Políticamente, este llamado sirvió para reafirmar al ministro Heber en su puesto, mirando las consecuencias políticas”, afirmó la directora de Cifra. Además, advirtió que según mediciones de la encuestadora, la mayoría de la opinión pública tiene la percepción de que la inseguridad aumentó en los últimos seis meses.
Si no suma, que no reste
En diálogo con CRÓNICAS, Robert Parrado, licenciado en seguridad pública y asesor del MI, advirtió sobre la politización y el efecto partidario que toman estos asuntos. A su consideración, deberían tratarse con el mismo cuidado que la economía o la educación.
En sintonía, sugirió que el momento atravesado por la seguridad obliga a analizar la región para reconocer si existe un “corrimiento del delito”. Y agregó que, cuando se trata de una sucesión delictiva, la mirada debe contemplar aspectos sociológicos, psicológicos y antropológicos.
“El debate político no suma nada en materia de seguridad pública. El que tenga propuestas que las diga de frente”, subrayó el experto.
Además hizo hincapié en la necesidad de mirar la situación “de manera cabal” para poder distinguir y abordar los delitos en forma diferencial, “no solo con investigación policial”.
Sobre la temática, Pomiés trajo a colación la visión de expertos, quienes indican que estamos empezando a vivir situaciones que para nosotros son nuevas, pero que son “estrategias” del narcotráfico.
“Son ajustes de cuentas, pero son asesinatos igual que los otros; no debería ser un juicio de valor que determine en qué gráfica tiene que entrar”, estableció.
“Respete mi trayectoria”
El cruce entre Beatriz Argimón, vicepresidenta de la República; y Amanda Della Ventura, senadora por el FA, fue uno de los que más trascendió durante la jornada, principalmente en redes sociales.
Más allá de muchas evaluaciones político partidarias que puedan surgir de este acontecimiento, Pomiés opinó que a los uruguayos “nos gustan las cosas medidas”.
Por esta línea, afirmó que a nivel de opinión pública no se ve con buenos ojos los exabruptos, sino que lo que se espera es una convivencia pacífica.
“Sobre todo por nuestros referentes políticos, nos gusta preciarnos de una convivencia pacífica, que los conflictos se resuelven hablando, de que la gente a pesar de sus diferencias políticas, ideológicas, deportivas puede mantener el buen diálogo. Eso es como parte de nuestras características. Otra realidad es que, en el Parlamento se dan discusiones que se pasan de tono. Esta no es la primera, ni va a ser la última”, concluyó la experta.