Durante la pasada semana el gobierno recibió las propuestas de la coalición sobre la reforma de la seguridad social. Al momento, las mismas están siendo analizadas por el Poder Ejecutivo para ver cuáles pueden ser añadidas al documento final. En este contexto, el legislador sostuvo que “si la reforma demora, lo único que provocará es que el margen de maniobra sea menor, algo que nadie desea”.
Por Antonella Echenique | @Echenique_ Anto
Para el diputado colorado Conrado Rodríguez, es “necesaria y esperada” una reforma de la seguridad social, algo que ya había sido planteado en el gobierno anterior. En ese momento, “los números de la seguridad social estaban arrojando complicaciones, y si no se actuaba iba a complicar concomitantemente”, señaló.
En ese sentido, comentó que desde su partido “deseaban” que, por lo menos, la convocatoria del diálogo social la iniciara el gobierno anterior, pero esto no ocurrió.
Una de las razones
En cuanto a la importancia de aprobarse un nuevo régimen de la seguridad social, el parlamentario expresó que es imprescindible por distintos aspectos. Uno de ellos es el demográfico, debido a que “el país tiene una tasa de natalidad muy baja y, al mismo tiempo, ha crecido la expectativa de vida, y esto tiene una repercusión en el sistema previsional porque, con los mismos aportes, se deben pagar más años de jubilación”, remarcó.
Con este contexto, dijo que “el déficit del Banco de Previsión Social (BPS) está siendo incrementado a razón de US$ 100 millones por año”. Esto implica un crecimiento en el gasto global de la seguridad social, que actualmente “está al 11% del Producto Bruto Interno (PBI)”, determinó Rodríguez.
Las capas medias como eje central
Con respecto a los cambios planteados por el PC, el entrevistado mencionó que se elevaron 19 propuestas, pero la más importante refiere a las capas medias. En ese sentido, explicó que “los técnicos notaron que había un pequeño deterioro de las jubilaciones de las capas medias, es decir, aquellas con ingresos nominales de entre $ 40.000 y $ 107.000”.
Por esta razón plantean dividir el aporte personal del trabajador de manera distinta a la que se presenta en el anteproyecto. En el mismo se establece que del 15% que aporta el trabajador, el 8% sea para BPS y el 7% para la administradora de fondos de ahorro previsional (AFAP). Ante esto, sostuvo que los técnicos del PC realizaron cálculos financieros y económicos que indican que si la ecuación fuera diferente “se mejoraría la jubilación por el régimen de reparto para las capas medias de la sociedad”. Por lo tanto, el PC propone que el 10% sea para el BPS y el 5% para las AFAP.
Por otra parte, expresó que la coalición se ha mostrado proclive a acompañar el proyecto. De igual manera, “nosotros seguiremos insistiendo con algunas propuestas en el Parlamento”. Pero en términos generales, “si se demora, lo único que va a provocar es que el margen de maniobra sea menor y esa gradualidad se tenga que modificar, algo que nadie desea”, apuntó.
No están de acuerdo
Dentro del anteproyecto existe una norma que determina que las cuentas de los trabajadores por parte de las AFAP pasarían a ser administradas por el BPS. En este aspecto, el PC no está de acuerdo porque entienden que es contrario al “espíritu” de la reforma de 1995, donde se establecía un sistema mixto con dos componentes: uno de reparto y otro de capitalización individual.
Actualmente la AFAP realiza el cálculo del componente de capitalización individual y el BPS el componente de reparto. “Por tanto, pasar esta tarea al BPS significa ir para atrás con respecto a la reforma de 1995”, subrayó.
De todas formas, consideran positivo que se realice un intercambio de información fluida entre ambas instituciones para evitar que el trabajador tenga que asistir a los dos lugares. Por ejemplo, “cuando vaya a la AFAP le realizarán los cálculos jubilatorios tanto por el pilar de solidaridad intergeneracional como por el de capitalización individual, y lo mismo si asiste al BPS”, explicó.
Añadió que desde el PC reconocen el trabajo que realizan con gran esfuerzo Rodolfo Saldain y la Comisión de Expertos, entre ellos, los representantes del PC.
El aumento en la edad jubilatoria
Uruguay es uno de los pocos países que mantiene una edad jubilatoria mínima de 60 años y 30 años de servicio. Claramente, “el aumentar la edad jubilatoria es algo que no le gusta a nadie, pero el Poder Ejecutivo establece una suba muy racional”, señaló.
Consultado sobre si el incremento de edad tendrá un costo político a nivel electoral, dijo que es algo “muy difícil de establecer”.
Además, mencionó que el propio expresidente Tabaré Vázquez en 2017 había reconocido la necesidad de una reforma.
Rodríguez recordó que también el Frente Amplio integró la Comisión de Expertos, remarcando que si no estaban de acuerdo no formarían parte de la misma. “Entonces, más allá de los ruidos políticos, todos entendemos que estamos en un momento histórico en el cual tenemos que aprobar el anteproyecto, que tiene que ser lo más gradual posible, respetar los derechos adquiridos y velar por mejores jubilaciones para que las personas vivan mejor”, indicó.
