A raíz del TLC que Uruguay firmó con Chile, expertos en comercio internacional explicaron a CRÓNICAS cuáles serían los posibles escenarios futuros en el Mercosur. Para el director del Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Universidad Católica del Uruguay, Ignacio Bartesaghi, el nuevo acuerdo es un antecedente que en el largo plazo podría derivar en el quiebre del bloque. Por otro lado, el investigador del Centro de Estudios para América Latina de la Universidad de Georgetown, Nicolás Albertoni, sostuvo que el tratado “demostró prudencia”, y que sería conveniente seguir por ese camino antes de pensar en negociar con países extrarregionales.
En un contexto de crisis institucional del Mercosur, que se profundizó cuando Uruguay culminó su Presidencia pro Témpore y Venezuela tomó el mando unilateralmente, el gobierno uruguayo apostó a buscar acuerdos bilaterales con países que no conforman el bloque regional.
El pasado martes 4 Uruguay firmó un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Chile, que según dijo el canciller Rodolfo Nin Novoa, “va a traer un gran beneficio”. Además, en la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado, informó que la Cancillería buscará “replicar el modelo negociador con otros países que ya han manifestado su intención de realizar ejercicios similares de integración, tales como México, Colombia y Perú, con los que ya tenemos acuerdos de complementación económica”.
El Mercosur ya tenía un acuerdo vigente con Chile en el que se negociaron bienes, pero el TLC que se cerró días atrás, incorporó otros capítulos que no están restringidos por el bloque. La restricción podría darse por ser una unión aduanera, porque aunque esté en duda este aspecto, al tener una tarifa común, sus socios tienen que negociar en conjunto; y por su resolución 32/00, que ratifica el acuerdo en forma conjunta, siempre y cuando se trate de negociaciones por bienes.
Es por esto que, según explicó Ignacio Bartesaghi, “en el caso chileno no estaría en discusión si se cumplió o no la resolución porque no se renegociaron bienes con Chile, sino que se incorporaron nuevos capítulos al acuerdo que ya había con el Mercosur”.
De todas formas, manifestó que este acuerdo es un antecedente de negociación bilateral, que puede derivar, en el largo plazo, en el quiebre del bloque regional.
Las negociaciones de Uruguay van a seguir de forma bilateral con otros países miembros de la Alianza del Pacífico como Perú, México y Colombia. Por ende, si Uruguay logra incorporar nuevos capítulos –que son los que se están negociando en los acuerdos más modernos del comercio internacional- y lo hace de forma bilateral, eso “podría abrir la puerta a que Uruguay pueda negociar un acuerdo bilateral con un país de extrazona, por ejemplo, con China, que sería el punto de quiebre del Mercosur”, puntualizó.
A su vez, aseguró que si Brasil y Argentina empiezan a permitir flexibilidades en el Mercosur y que Uruguay avance de forma bilateral con China –“donde estaría el golpe fuerte”- estaríamos frente a un nuevo Mercosur, dado por un quiebre de la política comercial común.
En este hipotético escenario, las normas serían más bilaterales y el bloque debería pensar en dejar de lado la unión aduanera y focalizarse un poco más en la zona de libre comercio y en ir generando la aprobación de normas comunes como las que se están negociando a nivel internacional –que incluyen capítulos más avanzados en inversiones, en propiedad intelectual-.
“No hay que redimensionar el TLC con Chile porque no se negociaron bienes. El quiebre se daría si Uruguay logra avanzar con China u otro país asiático en forma bilateral, porque ahí sí es donde se separaría del resto del Mercosur”, concluyó el especialista.
Por su parte, Nicolás Albertoni, destacó que el tratado con Chile puede tener efectos cualitativos, más que comerciales o cuantitativos. El país andino hoy, con sus 26 acuerdos comerciales y 57 socios en el mundo, es un país abierto. “Esto configura un efecto cualitativo”, remarcó, y agregó que no habrá efectos en el comercio directo. De hecho, el acuerdo no tiene implicancias arancelarias.
“Otro aspecto cualitativo es el nivel de temas que incluye el TLC, como el comercio electrónico, el comercio de servicios, la propiedad intelectual. Eso también tiene efectos en la experiencia de Uruguay, que tuvo que salir a buscar datos, normas e información, que como nadie nos demandaba, no necesitábamos, pero ahora que queremos abrirnos al mundo –y el TLC fue un hito en ese sentido- tuvimos que hacerlo”, declaró.
El TLC con Chile marca una señal, dijo el analista, y añadió: “Ante un Mercosur tan desgastado, la pregunta es ¿señal para qué? Vemos señales desde todos lados. Una cumbre con Temer y Macri que fue clarísima en el sentido de la apertura, es decir, que si las condiciones no están dadas para salir entre los cuatro, salgamos bilateralmente quienes podamos o queramos, entonces Uruguay acá está mostrando proactividad. O sea, ya que los líderes del bloque están yendo hacia allí, nosotros también deberíamos ir”.
Sin embargo, advirtió que hay que tener mucho cuidado en los pasos a seguir. “No me parece indicado que estemos hablando de firmar acuerdos próximamente con países como China. Yo creo que debemos ser más prudentes, el acuerdo con Chile demostró prudencia, y no corremos un riesgo inmediato porque nosotros no tenemos experiencia negociadora, entonces, al no tenerla, no podemos salir a negociar con China, que nos pone como contraparte 200 negociadores”, apuntó.