Víctor Rossi, ministro de Transporte y Obras Públicas
El PIB uruguayo crecerá dos puntos porcentuales y las exportaciones US$ 1.000 millones, si la tercera planta de celulosa del país se construye a pocos kilómetros de Paso de los Toros, tal y como está preacordado con la firma UPM. Para que esto se haga realidad, el gobierno deberá invertir otros US$ 1.000 millones para poner en marcha su red ferroviaria, entre otros proyectos. Víctor Rossi, el ministro encargado de estampar la firma para que las manos se pongan a la obra, conversó con CRÓNICAS acerca de lo ya hecho y de las perspectivas ante este nuevo hito que podría significar, según sus palabras, “el escalón más importante en crecimiento de los últimos tiempos”.
El jerarca aseveró que el modo ferroviario existirá en Uruguay “con o sin UPM” y que lo que está en riesgo no es su instalación sino la participación del Estado en el negocio. Asimismo, hizo énfasis en la prosperidad de las inversiones y en su confianza en que las PPP pueden ser un buen instrumento para construir el Uruguay que esté a la altura de las necesidades. En este marco, resaltó que en 2017 la inversión en infraestructura vial duplicó el mejor año de la historia del país y supera los US$ 460 millones, mientras se proyecta que en este 2018 la cifra no haga más que crecer.
El Menú En la cálida cava de Panini’s, el ministro de Transporte y Obras Públicas se deleitó con la pesca del día –corvina- acompañada con puré rústico y vegetales baby grillados. A la hora del postre, optó por el tradicional flan con dulce de leche, todo acompañado por agua mineral.
Por Oscar Cestau | @OCestau
y María Noel Durán | @MNoelDuran
-Lo que haga el Ministerio es fundamental para la instalación de una segunda planta de UPM, la tercera en el país. El primer acuerdo está firmado. Haciendo una puesta a punto del proyecto, ¿en qué etapa está?
-Es fundamental lo que haga el Ministerio, pero es muy importante la actividad de la cartera para el país todo, con planta de UPM o sin ella. Entendíamos necesario impulsar nuestro plan de obras independientemente de que llegara o no la posibilidad de negociar sobre la instalación de la tercera planta.
Uruguay ha venido creciendo, las plantas de celulosa han representado escalones importantes en ese crecimiento; ahora aspiramos a que se concrete esta tercera planta porque va a significar el escalón más importante de los últimos tiempos. Pero, además, Uruguay tiene la necesidad de crecer en otros rubros y eso requiere mayor infraestructura.
Es cierto que la tercera planta nos presenta desafíos. Estamos en la etapa de poner en marcha los esfuerzos para poder concretarlos. En materia ferroviaria está lo más destacado, pero también en infraestructura vial y portuaria.
-El Ministerio informó que, en virtud de las solicitudes recibidas por parte de las empresas participantes, el proceso licitatorio para las obras ligadas al Ferrocarril Central se prorrogó hasta el 29 de mayo. ¿Qué argumento esgrimieron las empresas?
-Para recibir las propuestas habíamos establecido el 9 de abril y, efectivamente, lo postergamos hasta el 29 de mayo. Esto no le va a dar satisfacción en un ciento por ciento a las solicitudes, pero se les ofreció la mayor cantidad de días posibles en relación con el exigente cronograma que nos hemos fijado.
Somos conscientes de que ese tiempo va a redundar en propuestas más afinadas y, en los hechos, mejores.
Es, tal vez, el mayor proyecto de la historia del país en volumen y sabemos que tiene un nivel de complejidad grande. Necesitamos asesoramiento permanentemente para estar a la altura de sus exigencias. Muchas veces las empresas constituyen consorcios integrados por varias compañías para cumplir con esos requerimientos. Pero como tenemos una agenda tan estricta, esta prórroga nos obligó a tomar todos los espacios, y no puede haber nuevos plazos.
“Diez empresas -o consorcios- ya trabajan para presentar sus proyectos el próximo 29 de mayo a la licitación por el Ferrocarril Central.
-¿Aún con esta postergación se está dentro de los plazos estipulados?
-Estamos dentro del cronograma, muy ajustados, pero con márgenes para seguir manteniéndolo.
-¿Cuántas empresas se presentarán y de qué orígenes son?
-Diez son las que han comprado los pliegos, aunque interesándose por las obras hay más y de muy diversos orígenes. Los que compraron pliegos también tienen diversos orígenes e integran consorcios con empresas de diferentes países.
-El gobierno recibió críticas de analistas que cuestionaban lo que el Poder Ejecutivo cedió a la hora de establecer el preacuerdo con UPM. Esto derivó en que el entonces director de Asesoría Macroeconómica, Andrés Masoller, se apartara del Ministerio de Economía por su desacuerdo con estas concesiones. ¿Qué opinión tiene sobre lo que fue la negociación?
-Sí, he leído críticas pero también he visto la opinión de especialistas, en nada vinculados al gobierno, que han afirmado que lo que se hizo fue recorrer el camino necesario para poder asegurar una inversión de estas características en el país. El gobierno tiene que tomar decisiones, no se puede quedar en las opiniones.
En el mundo todos se hacen competencia, lo que no se resuelve de una manera, se resuelve en otro lado, y estas decisiones que tomó Uruguay también las realizó en competencia.
No sé si es la razón que Masoller dio para su decisión. Yo tengo una muy buena valoración de él como técnico y como compañero de trabajo, pero tras su renuncia no tuve la oportunidad de conversar con él. Creo que en su momento se equivocó, se precipitó, quizás influido por alguna situación coyuntural que lo llevó a tomar decisiones sin valorar la globalidad del proyecto. Todos vamos a vivir momento de esos, en los que hay cosas que no nos gustan, pero en la vida, yo que tengo unos años, he aprendido que el valor está en el debido equilibrio.
-El ferrocarril es, en gran medida, el elemento fundamental para la inversión. En ese sentido, el sindicato de AFE ha puesto, directa o indirectamente, escollos al proyecto. Hubo, incluso, un conflicto que involucraba a la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE), su subsidiaria Servicios Logísticos Ferroviarios (SELF) y los trabajadores nucleados en la Unión Ferroviaria (UF), por el despido de seis funcionarios. El conflicto se cerró el mes pasado, aunque hay mucha tela por cortar porque una Comisión analizará la situación de los trabajadores. ¿Cómo es visto este tipo de eventos por parte del gobierno y también de los inversores?
-Me consta que los inversores se encargan de hacer sus propios comentarios. Mi preocupación tiene que ver con que Uruguay necesita modo ferroviario, y acá va a existir modo ferroviario. Nosotros pensamos que tiene que tener la participación del patrimonio que el Estado tiene, que está expresado a través de AFE, y eso incluye a los trabajadores.
En la medida que esto no se logre, lo que se está poniendo en riesgo no es la existencia del modo ferroviario en el Uruguay, sino la participación del Estado en el modo ferroviario.
-¿Hay chance de que no haya participación del Estado?
-Mi contribución a la mejor solución del tema es no abrir más opiniones, no especular. Voy a tratar de llevar adelante mi responsabilidad sin dejarme arrastrar por las actitudes personales. Yo creo que hay que hacer un gran esfuerzo para que el modo ferroviario incluya al Estado.
-¿AFE tiene conciencia de lo que implica todo eso?
-La conciencia se adquiere, se cultiva, y yo creo que es parte de la tarea que no sé si sabemos hacer.
“Lo que está en riesgo no es la existencia del modo ferroviario en el Uruguay, sino la participación del Estado en el mismo».
-Para las obras implicadas en el Ferrocarril Central es necesario que se expropien más de 225 padrones. ¿Qué costo tiene esto para el gobierno y cómo se desarrolla el proceso hasta el momento?
-Se van a tener que hacer todas las expropiaciones necesarias, pero no me comprometo con ese número. Estamos en un 50% de la parte administrativa. Recién se están comenzando las negociaciones con los vecinos. Se intenta no perjudicarlos porque ya bastante los afectamos con la nunca grata sorpresa de que necesitamos un pedazo de su predio. Comprendemos que esas situaciones generan angustia y hay equipos sociales trabajando para llevar adelante la concreción del negocio.
En algunos casos, no se llega a acuerdos y está previsto por la ley una instancia a nivel judicial; eso hace muy difícil sacar conclusiones sobre tiempos y montos.
¿Cuáles fueron los principales escollos que debió sortear el gobierno en el preacuerdo? ¿Los requerimientos fueron lo más complicado?
-No es una negociación sencilla, de hecho participaron ocho ministros y sus equipos. Yo creo que se avanzó con una muy buena disposición de ambas partes. La negociación fue complicada y muy al detalle. El Ferrocarril Central se va a hacer con o sin UPM, pero es cierto que con UPM el ferrocarril tiene dos millones de toneladas de carga garantizada, y en la historia del país nunca se transportó tanto. Eso no significa que no se vayan a transportar otras cargas, pero es un cliente que no puede ser indiferente.
“Con UPM el ferrocarril tiene dos millones de toneladas de carga garantizada, y en la historia del país nunca se transportó tanto”.
-¿Qué pasa con las obras de vialidad? ¿Se está cumpliendo con las inversiones que prometió en su momento el presidente Vázquez?
-Está a la vista que se están cumpliendo. Lo que tenemos atrasado son las inversiones que están relacionadas a las siete PPP que ya están en curso; estas vienen un poco rezagadas en el tiempo.
En todos los demás aspectos, las inversiones propias -por el presupuesto-, y las que se realizan a través de otras concesiones, no solo se han desarrollado, sino que lo están haciendo mejor de lo previsto.
En todas las rutas del país hay obras en construcción, pero lleva su tiempo. Cuando yo pongo la firma, recién se empieza a construir.
-¿Como fue el 2017 en este sentido?
-En 2017 duplicamos el mejor año de inversión en infraestructura vial de la historia del país, y el 2018 va a ser mejor.
-¿Cómo se traduce eso en números?
-En más de US$ 460 millones de inversión concreta en infraestructura vial.
Sobre vías
-El proyecto del Ferrocarril Central tiene proyectado una doble vía hasta Progreso y después cruces de unos 1.000 metros de longitud. Está estipulado que de terminarse la obra del Ferrocarril Central, UPM tendrá derecho a un máximo de siete frecuencias de ida y siete de vuelta por día. Estos son algunos de los detalles que el ministro dejó entrever en su animada charla sobre el modo de transporte. “Todos los uruguayos aplauden la recuperación del ferrocarril”, aseguró Rossi y apuntó que con la infraestructura renovada las frecuencias se incrementarán.
Actualmente, la vía férrea tiene 273 kilómetros pero tras las rectificaciones las resultantes serán un poco menores. “Aunque en el llamado se pide un mantenimiento de 22 años, nosotros pensamos que el mantenimiento será por 100 años”, enfatizó.
Consultado acerca de si la obra se realizará como se había previsto a través de la Participación Pública Privada (PPP), Rossi confirmó: “El esqueleto del llamado está ajustado a la ley de PPP”.
En este contexto, el ministro indicó que Uruguay necesita el instrumento y lo va a precisar aún más en el futuro. “Sin embargo, creer en el instrumento no significa no aprender de las experiencias cuando estas nos muestran insuficiencias o debilidades”, acotó el jerarca. A este respecto, Rossi resaltó que antes de realizarse el llamado, se modificó un artículo reglamentario de las PPP. “A mi entender, en el futuro, vamos a tener que ajustar otras cosas”, concluyó.
Aguas revueltas
La redacción del nuevo Plan Maestro de la Administración Nacional de Puertos será la hoja de ruta para los próximos 25 años. “Esto servirá para guiar a la comunidad portuaria”, subrayó Rossi al respecto.
En este marco, los entretelones de los operadores de la ANP dan que hablar. La principal accionista de TCP, Katoen Natie, suspendió su proceso de venta por la incertidumbre que genera la propuesta de la multinacional Mediterranean Shipping Company (MSC) de instalar una nueva terminal de contenedores en el puerto de Montevideo. A raíz de esto, la ANP instauró una Comisión que cuenta con 90 días- a partir de fines de enero- para expedirse tras evaluar la solicitud de MSC. Ante estos acontecimientos, Rossi afirmó que el puerto de Montevideo está en un momento muy importante de su historia. “Estamos viendo los mayores volúmenes de la historia tras 13 años de crecimiento ininterrumpido”, afirmó.
“Afortunadamente, por las inversiones tanto públicas como privadas, a la ANP llegan propuestas”, destacó el ministro, y agregó que la de MSC fue más publicitada debido al porte de la empresa, pero hizo énfasis en que “no es la única iniciativa que se ha recibido”.
“Recientemente, hemos validado que UPM construya en el puerto”, recordó y agregó: “En ese marco, TCP, por problema de competencia entre las empresas, ha hecho público que suspendió el proceso de venta hasta saber la definición sobre el tema MSC. Yo recuerdo que hasta hace unos meses se hablaba de que MSC era una de las principales interesadas en la compra… son problemas de negocios entre privados. Lo que yo puedo asegurar es que lo que vamos a decidir es lo que más convenga al Sistema Portuario, y bienvenidas todas las iniciativas. No siempre lo mejor para el país coincide con el mejor negocio para los operadores privados”.
Ante el posible cambio de firmas en los operadores portuarios, CRÓNICAS consultó al ministro al respecto de la importancia de salvaguardar la competencia. Sin dudarlo, Rossi dio por sentado que su cartera será intransigente en cumplir la Ley de Puertos que respalda un régimen de competencia. “Estamos permanentemente atentos a iniciativas que pueden, en su seno, tener la intención de prácticas monopólicas, pero existen los instrumentos para no permitirlo”, finalizó.