La Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) anunció esta semana la contratación del economista chileno, Andrés Rebolledo, y del especialista en política internacional uruguayo, Nicolas Albertoni, con el objetivo de crear un aporte al estudio de prefactibilidad que llevarán adelante en conjunto el gobierno uruguayo y su par chino. En este contexto, CRÓNICAS conversó con el presidente de la CIU, Alfredo Antía, y con Rebolledo al respecto de los pasos a seguir por la gremial empresarial. En este marco, el economista que lideró el equipo negociador del TLC China-Chile afirmó que «este esfuerzo impulsa la dinámica exportadora del Uruguay y lo hace más competitivo».
Por María Noel Durán | @MNoelDuran
La CIU confirmó esta semana la contratación de Andrés Rebolledo, economista, experto en economía internacional y negociaciones comerciales que lideró los equipos de negociación de Chile en su TLC con el gigante asiático. A la par de este trabajará Nicolás Albertoni, especialista en política internacional, actual director de Business Research Lab de la Universidad Católica del Uruguay.
En diálogo con CRÓNICAS, Rebolledo remarcó que el equipo trabajará para que la CIU sea un actor que pueda contribuir al estudio de factibilidad que llevarán a cabo los gobiernos en el contexto de un posible acuerdo bilateral.
Según el especialista, este esfuerzo colectivo apoyando a la Cámara de Industrias es para que pueda desarrollarse y consolidarse una posición desde el punto de vista de cuáles son los intereses, las oportunidades, los beneficios y, eventualmente, las amenazas que puede significar un TLC con China desde la CIU, y pueda luego presentarse a sus pares y al gobierno para así contribuir con la visión empresarial a este proceso de negociación con China.
FODA
A la hora de analizar las fortalezas y debilidades de Uruguay en la previa de las negociaciones, Rebolledo enfatizó que se trata de países complementarios. «Hay una posibilidad real de poder expandir sus exportaciones en el rubro agroalimentario y agroindustrial», remarcó en referencia a Uruguay. Recordó, además, que China es una de las fuerzas más dinámicas de los últimos años en materia de crecimiento y, en consecuencia, también de demanda de bienes importados.
«Siempre es posible que estos acuerdos generen reglas de juego que pueden incentivar a la mayor inversión china en Uruguay», indicó, y añadió que en la experiencia chilena se vio una primera ola de aumento del comercio y, más adelante, una segunda ola asociada a las inversiones del país asiático en Chile.
«Este esfuerzo impulsa la dinámica exportadora del Uruguay y lo hace más competitivo», continuó Rebolledo y apuntó que esto se extiende a otros países, no solo a China: «Uruguay se hace más atractivo en la competencia global», reconoció el economista.
Para el experto chileno, Uruguay tiene “toda la capacidad» para llevar adelante el tratado de libre comercio con China. «Habrá que salvaguardar los temas sensibles y ver cómo eso queda reflejado en un acuerdo que pueda ser balanceado», sostuvo. Asimismo, remarcó que desde la CIU se busca entregar los elementos técnicos con la visión del sector empresarial para que, al final del camino, el gobierno tome la mejor decisión.
Cambios
Consultado al respecto de cuánto cambiaría este acuerdo a la realidad del comercio uruguayo, Rebolledo señaló que estos tratados son muy importantes a mediano plazo. «Debiera provocar un esfuerzo por ser más competitivos y también negociar con otros países», agregó, a la vez que señaló que el propio acuerdo con China tiene un potencial relevante por su magnitud. “A mí me parece que son acuerdos que resultan muy positivos a países como los nuestros -Uruguay y Chile-, que requerimos de mercados internacionales para crecer”.
Las cartas arriba de la mesa
Por su parte, el presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay, Alfredo Antía, aseguró que la gremial empresarial pretende hacer un estudio de prefactibilidad propio donde se identifiquen y cuantifiquen las oportunidades de comercio para el sector exportador nacional y hacer lo mismo con las sensibilidades existentes de la industria.
En este plano, la apuesta para los industriales estará en ver en qué medida se pueden elaborar instrumentos de reconversión y de consideración para los sectores que requieran algún tipo de trato especial para que resulte un camino de ganancia para la industria nacional.
«Hay que apalancarse en los intereses ofensivos que tiene China cuando viene a esta parte del mundo, en el hecho de que somos un mercado pequeño y su necesidad es tener una alternativa más de abastecimiento de alimentos para su déficit actual que, seguramente, crecerá en el futuro”, enfatizó Antía y añadió: «Hay que hacer valer esas fortalezas en la negociación para conseguir el mejor resultado posible para nuestra población”.
En este contexto, el presidente de la gremial de los industriales planteó que desde la CIU deben estar «cerca de la jugada» para defender la producción y el trabajo nacional al máximo y que, al final del camino, esto genere beneficios y se logre una industria más pujante, con más empleo y más inversión en el Uruguay.
La dinámica de trabajo contempla que, a partir de la semana próxima, se inicie una propuesta metodológica que incluirá talleres y encuestas a cada una de las gremiales asociadas a la CIU para tratar de identificar los pros y contras.
«El día uno el presidente dijo que iba a convocar a todos los sectores de la actividad y que el planteo lo hacía de un modo muy transparente porque se proyecta un análisis de prefactibilidad poniendo las cartas arriba de la mesa», remarcó Antía, y aseveró que la idea de la CIU es hacer valer las cartas de juego que tiene y estar cerca del gobierno para poder ayudarlo y, en esa línea, ayudar a las empresas para lograr el mejor resultado posible.
Según aseguró el ejecutivo, el aporte de la CIU al estudio de factibilidad del gobierno estará listo para los primeros días de diciembre.
