Alfredo Antía: “Una industria que no le puede vender a su propio Estado es difícil que pueda tener futuro”

Día de la Industria

Alfredo Antía, presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay


En la antesala del Día de la Industria, CRÓNICAS dialogó con el presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), Alfredo Antía, acerca de la actualidad del sector. En este sentido, el ejecutivo se refirió al crecimiento del 5% en 2021 frente al 2019, hecho que describió como “un bálsamo” tras los números negativos que se arrastraban del quinquenio anterior y que recrudecieron en la pandemia.

Sobre la reactivación de la actividad y del empleo, Antía hizo énfasis en el planteo excepcional realizado al gobierno  acerca de un aumento del 20% en el margen de preferencia nacional de la producción uruguaya en las compras públicas. “Siempre me gusta decir que una industria que no le puede vender a su propio Estado es difícil que pueda tener futuro”, sostuvo y aseguró que desde la CIU confían en que la herramienta de la compra pública pueda ser analizada con una mirada de interés nacional por parte de las autoridades. El proyecto fue presentado a los Ministerios de Economía e Industria y a la Comisión de Industria del Senado en junio de este año.

Por María Noel Durán | @MNoelDuran

En el marco del Día de la Industria, ¿cómo analiza la actualidad del sector?

Nosotros venimos de un proceso de crecimiento en “V”, luego de un año de pandemia que fue muy duro, como lo fue para el país en su conjunto. Retrotrayéndonos en el tiempo, el quinquenio previo a la pandemia fue un periodo que realmente sacudió a la industria, afectó muchísimo sus posibilidades tanto en el mercado interno como en el mercado exportador, con caída de la producción sistemática del entorno del 11% entre 2014 y 2019. A eso hay que sumarle la caída durante la pandemia de un 6%. Entonces, este rebote que estamos viendo ahora y que comparado con el 2019 nos muestra números positivos y un crecimiento del 5%, parece un bálsamo y un elemento estimulante para encarar el futuro.

El crecimiento que estamos viendo está fuertemente influenciado por las exportaciones, también por la construcción y por los efectos que tiene la misma sobre una serie de industrias que producen en el país. Y, por cierto, estamos viviendo el inicio de la movilidad casi plena en el país y que claramente confluye hacia una recuperación de la actividad económica que, esperamos, se consagre con una temporada de verano que permita la llegada de turistas y agregue esa demanda estacional tan bienvenida para la economía uruguaya que la temporada pasada estuvo ausente.

¿Cómo se encuentra la productividad del sector? ¿De cuánto es la capacidad ociosa?

En materia de producción, el Índice de Volumen Físico relata ese crecimiento de 5% comparativamente con 2019. Los números en relación con 2020 hay que soslayarlos porque es un año de caída, por eso preferimos comparar con el 2019.

La recuperación del empleo en relación a este año viene algo más rezagada, todavía quedan 7.000 puestos de trabajo por recuperar y eso lo veremos con el paso del tiempo en qué medida es posible si las condiciones de competitividad acompañan este proceso de salida de la pandemia al que estamos asistiendo.

Con respecto a la capacidad ociosa, nosotros medimos cuál es la capacidad de las empresas de absorber demanda extraordinaria, y de acuerdo a las encuestas que realizamos al sector industrial nuestra producción está en un 62%. Quiere decir que si se dan las condiciones de competitividad, tenemos la posibilidad de absorber nueva producción, y dentro de esa nueva producción, empleo, que parece ser el principal reclamo que la comunidad tiene para hacer en estos días.

¿Cuáles son los principales desafíos del sector de cara al 2022?

Nosotros tenemos una agenda que se vuelve un tanto reiterativa, pero no tenemos más remedio que hacerla, que es cuidar mucho los costos internos. Por un lado, el tema de los combustibles… Tenemos la expectativa de que el nuevo tratamiento que se propone del abatimiento del factor «X» en ese cálculo del precio de los combustibles determine una rebaja que sea significativa en el mediano y largo plazo.

Tenemos costos energéticos por encima de la región y ese es un reclamo permanente que realizamos. Existe un problema con el costo y la productividad de la mano de obra, que es algo que también resaltamos. Necesitamos más mercados y, por cierto, respaldamos toda medida que el gobierno tome, en el sentido macroeconómico, de reducir la inflación, de reducir el déficit fiscal que claramente es elevado y persistente y que no ha tenido a lo largo de este tiempo la oportunidad de ahorrar en momentos de bonanza y guardar para los momentos de recesión. 

En ese sentido, más allá de los detalles que puedan no ser del gusto de unos y otros, apoyamos con los dos brazos la reforma de la seguridad social para que ese agujero que implica el déficit previsional actual y futuro, de algún modo, tenga un freno, porque ya sabemos que los déficit se terminan pagando o con impuestos o con endeudamiento; y ambas cosas, particularmente esta última, determina ingreso de divisas para tapar los agujeros, y eso genera reducción del tipo de cambio que también, al igual que los impuestos, afecta a la competitividad.

¿Qué avances hay en el trabajo que hace la CIU en relación al TLC entre Uruguay y China?

El presidente de la República anunció el día 7 de setiembre este plan de trabajo para realizarlo antes de fin de año. El 29 de setiembre realizamos la contratación del economista Andrés Rebolledo, que fue quien dirigió los servicios exteriores de Chile cuando este país negoció su tratado con China y otros tantos en el mundo; ahora estamos aprovechando su conocimiento y la experiencia de su país. Es un ciudadano que quiere al Uruguay, que ha sido embajador de su país en Montevideo y aprovechando su trayectoria en estos asuntos nos está ayudando a leer dónde están las oportunidades de este TLC para fortalecerlas y dónde pueden estar las dificultades para tratar de aligerarlas y, de este modo, defender a todos los sectores industriales que representamos.

Esta semana calificamos a los sectores con mayor riesgo en color rojo, con riesgo intermedio en color amarillo y con potencialidad de desarrollo en color verde y hemos tenido reuniones para preparar un informe que el mes que viene estaremos presentando al gobierno, y así colaborar con los negociadores uruguayos para que el resultado sea el mejor posible para la industria y el país.

En el actual contexto de recuperación del empleo, ¿cuál cree que es el camino para fomentar la reactivación?

La reactivación del empleo viene más lenta. Nosotros creemos que en la medida en que se recuperen las condiciones de competitividad y se abran nuevos mercados, las posibilidades van a ser mayores.

Le hemos planteado al gobierno en forma excepcional un aumento del margen de preferencia nacional de la producción uruguaya, de modo tal de unir, por un lado, la capacidad ociosa de la industria y, por otro lado, la necesidad de empleo de nuestra gente. Esa alternativa de ampliar al 20% el margen de preferencia nacional podría unificar una diversidad de sistemas de estímulos para distintos sectores industriales en uno solo que facilitaría tanto al administrador como a las empresas un régimen que generase un atractivo más para poder participar de las compras del Estado en momentos en que, efectivamente, la industria viene creciendo pero debe afianzarse en sus posibilidades de competencia y apalancarse hacia el futuro. Siempre me gusta decir que una industria que no le puede vender a su propio Estado es difícil que pueda tener futuro. Confiamos en que esa herramienta de la compra pública pueda ser analizada con una mirada de interés nacional por parte de las autoridades y así sea aprobada.

¿Hubo alguna respuesta del gobierno ante este planteo?

Se está estudiando el tema. Está presentado en la comisión de Industria del Senado, en el Ministerio de Industria y en el Ministerio de Economía. Existen varios sistemas, pero la unificación en uno podría ser una salida que terminase amparando a todos, facilitando a la Administración a la hora de decidir.

¿Cómo ve los niveles de inversión en la industria?

Nuestra encuesta propia revela que estamos en un año en el que está aumentando la inversión a nivel industrial y esa es una buena noticia porque nos muestra un escenario de posibilidades de desarrollo del sector. Nosotros estimulamos a nuestros asociados a que revisen la posibilidad de acceder a tecnología que muchas veces está disponible, y en algunas oportunidades a buenos precios, de modo tal de dar algunos saltos tecnológicos que le permitan a las empresas ser más competitivas, tomar más mercados y proyectarse al futuro.


Entre la crisis logística y un Mercosur sin memoria

La crisis logística impacta con dureza entre los distintos sectores productivos a nivel mundial y la industria uruguaya no es la excepción. 

Según el presidente de la CIU, la mencionada crisis no solo provoca dificultades en el sostenimiento de la cadena de suministro, es decir demoras en la llegada de las materias primas que se utilizan para el proceso industrial, sino que además el producto terminado está teniendo dificultades para encontrar contenedores.

“Esa es una parte del problema, la otra parte es el costo”, recordó Antía y sostuvo que se paga un precio muy elevado para llegar, por ejemplo, a China lo que recarga las cuentas de las empresas y afecta seriamente el costo final de los productos. “No sabemos cuándo exactamente la situación se regularizará”, añadió el representante de la gremial empresarial. 

En esta línea, sostuvo que fenómenos como la crisis de los contenedores plantean la necesidad de “corregir” el mercado regional. Ante este escenario, hizo hincapié en “esta zona de libre comercio imperfecta como definimos al Mercosur, tan lejos de la unión aduanera aquella que en algún momento se pretendió y aún más lejos de un mercado común que en algún momento se proclamó”. 

Antía definió que el foco debe estar en tratar de corregir el accionar de los cuatro países que integran el bloque “con medidas sensatas, que recorran los problemas de convergencia regulatoria que hay, el reconocimiento mutuo, las trabas no arancelarias, poder integrar mejor nuestras economías y desarrollar un comercio en esta región como nos lo planteamos 30 años atrás”.

“Tenemos que tratar de recuperar el origen. Lo que pasa es que hemos hecho tantas excepciones a lo largo del camino, que los distintos países no hemos logrado trabajar el valor del comercio entre las partes, y así hemos llegado a este momento de estancamiento”, reflexionó el titular de la CIU. En este sentido, trajo a colación la noticia de que Brasil bajó el arancel externo común en un 10% de forma unilateral y señaló: “Pensar que a Uruguay se le criticaba por recorrer el camino de la flexibilización”, comentó y puntualizó: “Esto revela que es una raya más al tigre, hay que tratar de sincerar la situación y aprovechar esa dificultad logística para encontrar los puntos de equilibrio que reencuentren a los países en la búsqueda de sus objetivos”.