Álvaro Villar, precandidato a la Intendencia de Montevideo por el Frente Amplio
Es neurocirujano y director del Hospital Maciel, pero está dispuesto a afrontar el desafío de gestionar la Intendencia de Montevideo (IM). Sabe que los problemas de la capital son complejos y que 30 años de gobiernos frenteamplistas no lograron solucionarlos, pero no se da por vencido. La seguridad, la limpieza y las personas en situación de calle son algunos de los temas que le preocupan. “Si queremos tener una de las ciudades más limpias, hay que pensar en cómo mejorar el nivel de organización de la IM”, afirmó.
El menú En la cava de Panini’s, el jerarca degustó solomillo de cerdo al tandoori, acompañado de manzana asada con queso crema saborizado, y para beber prefirió agua mineral. A la hora del postre, eligió crème brûlée y café.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
-¿Por qué el interés en la IM?
-Es una forma de continuar en lo que he trabajado toda la vida, a otra escala. Muchos de los problemas de la ciudad tienen que ver con la salud de los ciudadanos, no solamente desde el punto de vista de que no tengan infecciones, sino en el sentido de prevenir enfermedades y lograr su bienestar. Una forma de cuidar la salud de los demás es con un modelo de ciudad diferente al que tenemos hoy, donde se haga énfasis en que las personas se sientan bien en Montevideo, lo disfruten. Se ha avanzado, pero se puede hacer mucho más. No es muy diferente a las razones que me llevaron a elegir mi profesión.
-¿Va por el lado de lo social?
-El motivador principal es ese. Yo veo a la ciudad como un gran organismo colectivo, donde para lograr un estado de salud y de bienestar tienen que haber políticas no solo sociales. Por ejemplo, todo lo que se ha hecho en transporte, en la regulación de la velocidad, ha tenido un impacto en la disminución de la mortalidad por accidentes de tránsito en Montevideo.
-¿Cómo surge la posibilidad de que sea candidato?
-Yo nunca lo había pensado.
-¿Tenía pensado seguir en el Maciel?
-Sí, seguir en el Maciel o trabajando en la salud. Yo no sabía qué iba a pasar en este nuevo período, pero en ningún momento había pensado en esta opción. Tampoco había pensado ser director del Maciel ni hacer neurocirugía. Creo que en la vida uno tiene que saber qué quiere hacer, no en cuanto a cargos, sino qué es lo que a uno lo motiva, lo que puede aportar. En este caso, grupos de personas, funcionarios del hospital, gente vinculada con la salud, me vinieron a plantear esta posibilidad, y después fue tomando un poco más de cuerpo porque ellos fueron a hablar en otros lugares. De ahí es que sectores como el de Mario Bergara vinieron a afirmar esa propuesta inicial, que se concretó en la juntada de firmas.
-El secretario general de la IM, Fernando Nopitsch, dijo a Carve que no sabe cuánto conoce usted de administración o de lo municipal y que es una lástima que Daniel Martínez no se postule. ¿Cómo lo tomó?
-Es verdad. Él no sabe lo que yo sé de administración. También es cierto que hay mucha gente que quiere que Daniel sea candidato. No es que yo sea candidato contra otros, creo que hay que concentrar el esfuerzo en generar una propuesta que entusiasme a todos los montevideanos, no solo a los frenteamplistas, porque si no logramos eso no podremos cambiar la ciudad. Es mucho más importante lograr ilusionar a todos en un proyecto que juntar votos o sumar apoyos políticos. Tengo esperanzas de que a medida que Nopitsch me vaya conociendo y que vaya viendo las propuestas, también él se entusiasme con eso. En muchos aspectos queremos mantener cosas que se vienen haciendo, pararnos sobre lo alcanzado y lograr cambios mayores. Ahora Montevideo puede proponerse dar un salto muy grande.
-¿No cree que sería más fácil ganar con Martínez, considerando que hay una circunstancia compleja dada por el triunfo de la oposición a nivel nacional, y que su gestión en la IM ha sido evaluada como positiva?
-Puede ser. No está dentro de mis posibilidades definir eso. Yo veo el panorama que tengo por delante y está la chance de trabajar para ese cambio en Montevideo. Es fundamental lograr un consenso entre todos los que tenemos algo para aportar. Tampoco soy ajeno al hecho de que las divisiones o las discusiones en cuestiones que son menores, van en contra de la posibilidad de lograr ese cambio para la ciudad.
-¿Qué cree que puede aportar para el gobierno departamental desde su experiencia?
-Yo no me había preparado para dirigir el Hospital Maciel y me tocó hacerlo en un período muy difícil. Venía de la crisis provocada por las denuncias de supuestos enfermeros asesinos y una pérdida de credibilidad muy importante por problemas con las empresas de limpieza. Una de las peores cosas que le puede pasar a un hospital es que la gente deje de creer que ahí se la va a tratar de salvar. Hoy, después de ocho años, cuando alguien dice que trabaja en el Maciel, a la gente se le ilumina la cara. Eso también tiene que ver con dirigir un lugar, lograr armar un equipo, y en eso yo me tengo más confianza. En el Maciel trabajamos de manera unida, centrados en el paciente, para ser un hospital de excelencia al que la gente quiera ir a atenderse.
-¿Y se puede replicar eso en Montevideo?
-Se puede replicar, porque creo que un cambio en Montevideo implica recuperar la idea de vecino, de barrio, el saludarse en la calle, el saber quién vive en el apartamento de arriba o si la vecina que vive a dos casas de distancia necesita ayuda.
-¿Por qué cree que eso se ha perdido?
-Montevideo está enmarcada en un proceso mundial de transformación de las ciudades. Nuestros problemas son los de todas las ciudades del mundo y las soluciones que encontremos tienen que estar adaptadas al departamento.
-¿No es una desventaja para usted no tener trayectoria política?
-Puede ser. En general, las debilidades hay que suplirlas sumando gente, armando equipos.
-Ha dicho que aspira a tener una ciudad limpia, lo que generó críticas en la oposición puesto que hace 30 años que el Frente Amplio (FA) gobierna Montevideo y no ha podido solucionar ese tema. ¿Qué responde?
-Que no es un proceso fácil lograr la limpieza de la ciudad. Qué tan limpia está la capital muestra la capacidad del país para encarar desafíos más complejos. Los factores que influyen en que una ciudad esté limpia son innumerables y requieren un nivel de madurez social muy elevado. Yo no creo que la clave de esto sea echarles la culpa a los ciudadanos. Cuando hablo de madurez social, hablo de la capacidad de las organizaciones encargadas de limpiar, de hacerlo. Si queremos tener una de las ciudades más limpias, no solamente hay que pensar en la cantidad de contenedores que tenemos que comprar, sino también en cómo mejorar el nivel de organización que tenemos en la IM, en Montevideo y en el funcionamiento político.
-Otro de los problemas en los que puso énfasis fue en el de las personas en situación de calle. ¿Por qué cree que el FA no ha podido solucionarlo con 30 años de gestión en Montevideo y 15 en el gobierno nacional?
-Es un poco parecido a lo anterior. Tenemos problemas complejos de resolver, por eso yo planteo que el desafío que tenemos es dar un salto como ciudad, porque muchas de estas dificultades no se resuelven con una continuidad de lo que venimos haciendo. Yo no puedo resignarme ni como persona ni como médico a ver gente durmiendo a la intemperie, no nos podemos acostumbrar a eso. Todos estos gobiernos han intentado terminar con eso y si no se ha logrado es porque es un tema difícil, entonces yo sería muy atrevido si ahora vengo y te doy la solución mágica. Lo que digo es que en caso de ser electo intendente voy a poner todo mi esfuerzo y trabajar desde el primer día hasta el último para resolver este tema.
-¿Es necesario un trabajo conjunto con el gobierno nacional en ese sentido?
-Hay varios problemas de la IM que solo se van a poder resolver si somos corresponsables con las distintas organizaciones sociales que están trabajando en esto desde hace más de 20 años. Si no trabajamos con todos esos actores no va a haber solución. Yo no vengo a hacer una intendencia fácil y simple, yo soy consciente de que Montevideo necesita que haya un nivel de complejidad alto para resolver los problemas, para lo cual se necesitan profesionales calificados, buscar la excelencia y trabajar en equipo. La seguridad es otro problema muy importante. Nosotros no logramos una ciudad más segura y estamos faltando a nuestra responsabilidad. Para conseguir esas cosas vamos a tener que colaborar y sentarnos todos a la mesa. Yo creo que un gobierno responsable, como espero que sea el próximo, va a sentarse a trabajar con nosotros, porque no hay ningún problema que pueda resolver si no incorpora a la IM dentro de las soluciones.
-¿Usted da por ganada la elección?
-No. Yo creo que la elección se puede perder, básicamente, si nosotros no somos capaces de proponer una idea de ciudad que realmente ilusione.
-Hablábamos de la limpieza y las personas en situación de calle. ¿Qué otros cambios fundamentales tiene en mente para Montevideo?
-En primer lugar, Montevideo como ciudad sustentable, que disminuya notoriamente las emisiones de dióxido de carbono, que sea responsable. No estamos mirando el cambio climático de afuera. Este no es un tema para que lo hable un grupo de ecologistas, tiene que ver con la posibilidad de tener otro futuro en la tierra y es muy importante todo lo que haga Montevideo en los próximos años para eso. También creo que la capital es la clave del desarrollo económico del país. Por supuesto que nuestra economía depende del campo, pero dentro de esa ecuación, la ciudad cumple un rol muy importante y el proyecto de cambio debe implicar una oportunidad de desarrollo en lo tecnológico, en lo digital, en el puerto. Lo tercero es fortalecer el área que involucra al turismo, la cultura y el deporte.
-¿Cómo se ve negociando con Adeom?
-Siempre hay que tener respeto por la gente que trabaja con uno, entender que hay roles diferentes. Hay que saber que hay límites, que ni el gremio puede dirigir la intendencia ni la dirección puede dirigir el gremio. Para que funcione bien, todos tienen que estar presentes. Es imposible pensar en una ciudad si no hay un gremio como Adeom, que se preocupe por los derechos de los trabajadores, y si no hay una intendencia que piense todo el tiempo en el derecho de los ciudadanos.
-Si no prospera este proyecto, ¿cuál es su opción a futuro?
-Lo más probable es que continúe en la neurocirugía.
“Si yo voy a trabajar para cambiar la ciudad, no puedo estar menos de cinco años”
-Bergara dijo en entrevista con CRÓNICAS que él estaba dispuesto a apoyar un candidato a la IM que fuera a cumplir con su mandato durante los cinco años. Imagino que esto lo han hablado.
-Si yo voy a trabajar con todo un equipo para la IM, para cambiar la ciudad, hay que dedicar no menos de cinco años a eso, y en lo posible 10. No hay cambios fuertes si uno no dedica día y noche a ese esfuerzo. Los gobernantes tienen períodos cortos para transformar un lugar. La forma de compensar eso en una función pública es dedicar el doble de tiempo que a una tarea normal. Un intendente no trabaja ocho horas, dedica el día entero a la comuna. Para poder hacer los cambios que la ciudad necesita hay que trabajar al máximo en los cinco años que tenemos para eso.
-¿Y le gustaría estar 10?
-No es que me gustaría estar 10, me parece que los proyectos que se hagan tienen que abarcar el mayor tiempo posible. Para cambiar algo no se puede estar menos de cinco años y no se debería estar más de 10.
-Martínez estuvo menos de cinco años.
-Martínez estuvo menos de cinco años.
-¿Fue un error? Lo que decía Bergara era justamente por eso de ver a la IM como un fin en sí mismo y no utilizarla con otros objetivos, como el de impulsarse a una candidatura presidencial.
-Yo no considero que tenga la autoridad como para evaluar lo hecho por Martínez, entre otras cosas, porque tengo que tener en cuenta todos los elementos que tuvo él para tomar las decisiones que tomó.
-Pero usted no tomaría esa decisión.
-Si tú me preguntás si yo creo que puedo estar menos tiempo, yo te digo que no.