En medio de un período de crecimiento económico poco esperado por los analistas, que lleva a la economía a registrar un alza cercana al 4%, el mercado laboral no parece recuperarse a causa de un atraso cambiario que ronda el 15%. Isaac Alfie, Javier de Haedo e Ignacio Munyo analizaron el presente y las perspectivas de la economía nacional y regional. El déficit fiscal, y el tipo de cambio estuvieron en el centro de la preocupación de los tres economistas.
Por Adolfo Umpiérrez | @AdolfoUmpierrez
“Por ahora, lo que puedo ver son dos años de más de lo mismo”, dijo el economista Javier de Haedo en la mesa de análisis económico, organizada por el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) con el apoyo de la Fundación Konrad Adenauer, que compartió con Isaac Alfie e Ignacio Munyo el miércoles en la Expo Prado. Para el ex director de la OPP del último gobierno blanco, actualmente en filas del Partido de la Gente, se da un desfasaje entre el crecimiento económico y el del mercado laboral dado que, mientras la economía creció cerca de un 4% este año, el Índice de Salario Real nominal, el que pagan las empresas, subió un 6%.
A su vez, el ex ministro de Economía, Isaac Alfie, sostuvo que Uruguay está en medio de un crecimiento económico superior al previsto luego de pasar por un período sin crecimiento, aunque en el último año cerrado a junio la cantidad de horas trabajadas se redujo en un 5%. Alfie, a su vez mostró algunos números de recuperación del mercado laboral en cuanto a la cantidad de puestos creados. Mientras durante 2015 y 2016 se perdieron más de 35 mil puestos de trabajo, en el último año cerrado a junio se había constatado un crecimiento en 5000 puestos de trabajo.
Si uno mira las exportaciones en volumen, en el último año móvil las exportaciones están cayendo en el orden del 5%, inclusive las industriales y las agrícolas. Crecen las agrícolas y el sector de la industria ligado a esto, básicamente los alimentos.
La gran coincidencia entre los expositores se centró en el atraso cambiario por el que, aseguran, atraviesa Uruguay por estos días. “En los primeros seis meses de este año, la cotización promedio del dólar cayó más de 11% respecto al primer semestre del año pasado, con precios promedios que crecieron 6,4%. Claramente un encarecimiento en dólares para el sector exportador, que además la estadística del sector exportador global muestra una caída del primer semestre muy grande. En todo caso no subieron los precios de exportación y esto repercute de lleno en el sector primario que es el que más mueve la producción, y también en el industrial”, sostuvo Alfie.
A su vez, Alfie agregó que estos problemas de rentabilidad se reflejan en el empleo, “porque las empresas hacen los ajustes como pueden”.
Además, el economista se refirió a “otros problemas que siguen latentes”. “Hay un problema fiscal cuya dimensión a esta altura debe preocuparnos a todos”. Alfie detalló que el ajuste fiscal puesto en marcha por el gobierno en enero, ronda un punto del PIB, por lo que la DGI subió su recaudación casi un 0,6% del PIB en estos siete meses, “pero de eso, 0,4% es IRPF, 0,1% es IRAE y 0,1% es Imesi. Con lo cual, ese 0,6% en el año va a dar 1% para cuando cierre, pero cuando uno mira el resultado fiscal general, el resultado no se ha movido, tenemos un déficit el 3,6% que ajustado estamos en 3,7% o 3,8%, un número muy parecido al que cerramos el año pasado”, sentenció.
“El gasto público hoy en Uruguay supera el 35% bien medido. Estamos a un nivel de gasto público del PIB de Estados Unidos con un ingreso per cápita del 30% de ese país, con lo cual tenemos un problema porque el remanente del ingreso para ahorrar es menor y por lo tanto tenemos problemas para generar ahorro e inversión, sin depender tanto de la inversión extranjera”, explicó Alfie al mismo tiempo que agregó que la Inversión Extranjera Directa, en el último año móvil cerrado a marzo, fue la menor en términos del producto desde 2002, “si me preguntan a mí, creo que es la más chica en los últimos 20 años porque la medición hoy es mejor que antes en términos de cobertura”, aseguró.
Inversión en asfalto
En referencia a las obras de infraestructura que el gobierno tiene en carpeta, el economista aseguró que Uruguay hoy necesita disponer de un punto del PIB por año durante los próximos cinco años para solucionar los problemas de infraestructura. “No solo rutas. También es necesario el calado del Puerto de Montevideo y el dragado del Canal Martín García, si se hacen números podríamos llegar a hacerlo solos, sin que Argentina ponga un peso”, aventuró.
En este sentido, De Haedo aseguró que según algunos estudios realizados, está en dudas la viabilidad del ferrocarril destinado a la operación de UMP, aun cuando la planta esté instalada y funcionando.
Así no se puede seguir
El economista Ignacio Munyo, por su parte, aseguró que son necesarias algunas reformas. Por un lado, sostuvo, es imprescindible apostar a un aumento, de forma gradual, de la competitividad. “Esto tiene que ser así a menos que haya un ajuste internacional que no lo va a haber”, aseguró. Además, el analista agregó que es importante que se apueste a una reforma para aggiornar la regulación laboral.
Munyo también apostó a la reforma de la educación. “Si hoy recibimos 100 currículums de jóvenes en una empresa para una tarea específica, en Uruguay solo 1,5 de esos 100 podrá agregar valor a la producción con sus capacidades, en Buenos Aires ese número asciende a cuatro, y en Corea del Sur a 20”, explicó. “Pero me quedo tranquilo [continuó] porque allí está trabajando la gente de EDUY21 que le va a entregar al próximo gobierno una propuesta de reforma de la educación”, sostuvo.
Los de afuera
“La fiesta va a continuar mientras haya financiamiento internacional barato para la región”, sentenció Alfie, al mismo tiempo que De Haedo agregó que, actualmente, el gobierno argentino se encuentra trabajando “con ahínco” para “lograr” el próximo default.
“No entiendo cómo Brasil sigue teniendo crédito internacional. Argentina depende cómo midamos la deuda. Acá la cosa es mientras haya financiamiento internacional abundante y barato, esto sigue, y sigue con atraso cambiario porque déficit fiscal con financiamiento externo es atraso cambiario, de manual”, explicó. “Si esto para, vamos a tener que ajustar y el tipo de cambio va a ir a otro lugar que no es el de hoy, y que suele no ser el de equilibrio, sino que suele sobrepasar el equilibrio cuando los flujos de capitales cesan” agregó.
Por su parte, el economista Munyo analizó los costos y beneficios en materia de comercio exterior, que le insume a Uruguay estar en el Mercosur. “Actualmente gastamos 0,3 puntos del PIB en aranceles para entrar a China, y el Mercosur nos ahorra 0,4 puntos del PIB por no tener aranceles para venderle a Argentina, Brasil y Paraguay”, detalló, al mismo tiempo que lamentó que Uruguay no pueda compensar esos puntos del PIB que “ahorra” integrando el Mercosur, con acuerdos con países como Corea del Sur, o el Reino Unido, quienes una vez escindidos de la Unión Europea estarán “desesperados por firmar acuerdos de libre comercio”.
Alfie también mostró su preocupación por la escasa diversificación de mercados con la que cuenta Uruguay. “Un dato relevante es que si bien las exportaciones están subiendo, en realidad cuando uno mira la variación, el 84% lo explica China, y el 18,5% Brasil, con lo cual todo el resto es -2,5%. Un problema en China para Uruguay es un problemón, y el resto de los mercados son caramelos surtidos que suman y restan”, sostuvo.