La diferencia cambiaria con los países vecinos hace que se mantenga la preocupación en todo el litoral, en particular en Salto, que se encuentra con la mayor tasa de desempleo del país. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a 2022, el departamento superó el 14% y, por este motivo, se reunieron autoridades del sector comercial para discutir la problemática.
El encuentro se llevó a cabo en el Centro Comercial e Industrial de Salto, donde estuvieron presentes el presidente del Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay (Cambadu), Daniel Fernández; el presidente de la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay (CCSU), Julio César Lestido; y la presidenta del Centro Comercial anfitrión, Vera Facchin.
En su discurso, Fernández indicó que, si bien el área comercial es la más perjudicada, la problemática repercute en todos los subsectores. También estimó que a fines de 2023 la cifra de uruguayos que hayan cruzado el charco por turismo y compras será de más de tres millones de habitantes. “No se soporta más la situación”, remarcó, y agregó que el motivo de la reunión fue la búsqueda de soluciones y para que “los políticos escuchen los ruegos”.
El trabajo de la DNA
Las autoridades también recibieron preguntas por parte del público presente, que consultó sobre el rol y los controles de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA). A propósito, Fernández sostuvo que desde la DNA informaron que no cuentan con la cantidad de personal capacitado ni el equipamiento necesario para realizar mayores controles.
Sin embargo, el principal reclamo del sector apunta a la Aduana y, en ese sentido, el presidente de Cambadu recordó que durante la pandemia los controles eran más estrictos ya que la frontera contaba con la presencia del ejército. El ejecutivo consideró que “siempre entraron productos de Brasil o Argentina, pero nunca con esta diferencia abismal”.
Otras alternativas
En cuanto a otras soluciones que contempló el público, Fernández fue consultado a propósito de la microimportación, sobre la cual sostuvo que no es parte de la solución ya que “el contrabando llegó a la otra punta del país”, por lo que exige una mayor actuación de la Aduana.
Por otra parte, se refirió a algunos dichos del presidente de la República, Luis Lacalle Pou: “El presidente dijo en enero que un producto valía $ 10 de un lado y del otro $ 100, es el mismo para todo el Mercosur. Pero, ¿quién se queda con la ganancia entre un lado y el otro?”, cuestionó. Asimismo, sostuvo que los productos antes de llegar al consumidor final se encarecen por permisos de Aduanas, intendencias y demás.
En cuanto a un posible descuento del IVA, Fernández respondió que “es en vano sacarle 18,03% a un producto cuando la diferencia es de entre 300% y 400%”. En ese aspecto, calificó a las medidas del gobierno como “irrisorias” dado que el problema no solo influye en los comerciales sino en la industria nacional, por lo que “la baja impositiva no marca la diferencia”.
El rol de la Cámara de Comercio
El presidente de la CCSU sostuvo que las medidas que se tomaron fueron “para paliar la situación, no para bajar los precios”, y añadió que “los comerciantes están usando todas las herramientas posibles para sobrevivir”.
En esa línea, explicó que la diferencia cambiaria se genera fuera del país y que “nos termina afectando y se está poniendo grave”. “Buscamos trabajar en conjunto con las autoridades en un problema que no tiene una sola solución”, remarcó.
En cuanto al cierre de fronteras dijo que los uruguayos son libres de cruzar el charco, por lo que desde la CCSU tampoco están de acuerdo con impedir el paso, así como tampoco con el cero kilo, ya que consideran que una de las principales alternativas es un mayor control por parte de la DNA. “Es natural aprovechar lo que pasa del otro lado”, concluyó Lestido.
