En diálogo con CRÓNICAS, el politólogo Daniel Buquet analizó en clave política las reacciones que distintos grupos sociales han manifestado frente a la reforma educativa propuesta por el actual gobierno. En este sentido, aseguró que cree que esta se va a concretar a pesar de la resistencia, pero adelantó que, de ganar el Frente Amplio (FA) en un futuro, es muy probable que se dé marcha atrás en las modificaciones.
Tanto los gremios de estudiantes como de docentes se han pronunciado en contra de la reforma educativa propuesta por el gobierno, calificándola como un ajuste estructural que genera pérdidas de espacios de participación y negociación, lo que ha provocado una ola de paros y ocupaciones en el ámbito educativo.
En este escenario, el especialista dijo que “el problema es que muchas veces se ve cualquier cambio como perjudicial”. “Es muy difícil entender qué reforma integral defienden los gremios docentes, lo que sí sabemos es que se oponen en general a cualquier proceso de transformación, incluso a la ley de educación del FA”, agregó.
Aun así, estimó, estos cambios se van a implementar y seguramente la estrategia adoptada puede seguir los canales administrativos que corresponden para su aprobación. “Lo van a hacer hasta cierto punto con la oposición y la resistencia de los gremios estudiantiles y docentes”, adelantó al respecto. Sin embargo, consideró que estas modificaciones “van a terminar siendo revertidas más temprano o más tarde”, con una eventual victoria del FA.
En este sentido, sostuvo que es complejo que los gremios docentes acuerden cualquier reforma que afecte significativamente las condiciones de trabajo, “aunque no sean estrictamente perjudiciales”.
“En América Latina los países lograron mantener dentro del sistema a los estudiantes o a una proporción mucho mayor que nosotros en el segundo ciclo de secundaria y nosotros avanzamos mucho menos, y esto tiene que ver con los intereses y las formas en que los docentes manejan sus cursos, pero también con los niveles de exigencia”, reflexionó en la ocasión.
Interpelación: “un impacto de muy corto plazo”
El pasado lunes, el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, y el canciller Francisco Bustillo, fueron interpelados para conocer los detalles del procedimiento de entrega del pasaporte a Sebastián Marset, quien se encuentra hoy prófugo de la Justicia por delitos vinculados con el narcotráfico.
Al ser consultado sobre los efectos políticos de este hecho, Buquet señaló que esto le da publicidad a un acontecimiento que de por sí es negativo para la imagen del gobierno, desde el punto de vista del delito y de la seguridad.
“La interpelación, en la que se desarrollan argumentos a favor de la idea de que el gobierno actuó en forma inadecuada o podría haber actuado mejor, simplemente fortalece esa perspectiva de que se actuó mal en el plano de la seguridad pública a nivel internacional. Pero me parece que, como toda interpelación, tiene un impacto de muy corto plazo; en unos días no vamos a hablar más de este asunto”, indicó.
