El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) se apresta a reformular el modelo de varios programas de atención a la población más vulnerable, según adelantó el viceministro Armando Castaingdebat en entrevista con CRÓNICAS. También repasó la gestión del organismo llevada adelante en este año marcado por la pandemia, cuyos efectos empeoraron la situación socioeconómica de muchos uruguayos.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
La irrupción de la pandemia en Uruguay, tan solo 13 días después de que este gobierno asumiera el mando, hizo que las nuevas autoridades del Mides debieran cambiar sus prioridades. De inmediato el foco pasó a estar puesto en hacer frente a la emergencia alimentaria, puesto que rápidamente las ollas populares comenzaron a multiplicarse por todo el país.
Eso, de acuerdo con Castaingdebat, “desnudó un entramado social que no era el que estaba en el relato del gobierno anterior”. La situación implicó un aumento de personas en situación de calle que ya no podían seguir pagando la pensión, graficó. A muchos, inclusive, se les cortó la cadena de alimentación. Sin embargo, el jerarca aseguró que no van a faltar recursos para salud ni para alimentos.
En el tema sanitario, el Ministerio ha brindado apoyo, sobre todo, a la población más vulnerable, y en lo que respecta a la responsabilidad compartida que tiene con el Ministerio de Salud Pública con los residenciales de personas mayores.
Pasados nueve meses desde que comenzó esta administración, el covid-19 ha cumplido un año en el mundo y ha dejado diversas enseñanzas, según el subsecretario. De hecho, recordó que durante los primeros días, tanto él como el ministro Pablo Bartol temían hasta tocar los botones del ascensor de la institución y lo hacían con los codos. “Era el temor a lo desconocido, no se sabía bien cómo se propagaba el virus ni dónde estaba”, explicó.
Desde hace años, el Mides tiene una línea de acción a través del INDA (Instituto Nacional de Alimentación) en los comedores municipales de todo el país. En un primer momento, se evaluó la posibilidad de actuar con un sistema de canastas físicas, pero llegaron a la conclusión de que logísticamente era imposible.
Fue así que, en coordinación con el Ministerio de Industria y Antel, se creó la aplicación Tuapp, mediante la cual se carga el equivalente a una canasta en dinero y el beneficiario lo canjea por los productos en los supermercados adheridos. Esa herramienta, además, permitió un derrame de dinero muy importante en los comercios barriales, comentó, dado que, si se hubiera hecho con canastas físicas, la licitación la habría ganado algún miembro de las grandes superficies.
Hoy el Mides lleva más de un millón de canastas otorgadas mediante esa plataforma. Mensualmente, hay más de 300.000 uruguayos que hacen uso de este beneficio. No pueden acceder a él quienes ya perciben alguna prestación de la cartera ni aquellos que poseen cobertura de seguridad social.
Al mismo tiempo, el Ministerio utilizó mecanismos ya existentes, como la Tarjeta Uruguay Social y la Asignación Familiar, lo cual “también ha contribuido a que el país esté pasando este proceso sin grandes dramas sociales”, opinó el jerarca.
La llegada de la vacuna a Uruguay está prevista para el segundo semestre del año que viene y se espera que pueda paliar el problema sanitario causado por el covid-19. Sin embargo, Castaingdebat sostuvo que “todo este proceso va a dejar consecuencias socioeconómicas importantes a largo plazo, por lo cual la atención del tema alimentario demandará bastante tiempo más”.
En tanto, próximo al verano cierran los CAIF y la mayoría de los comedores escolares, por lo que desde el Mides se está proyectando la implementación de una red de asistencia alimentaria a través de los gobiernos departamentales y los municipios. También se apoyará a los merenderos sociales y las ollas populares en los meses venideros.
Reforma a futuro
Luego de 15 años desde su creación, Castaingdebat entiende que el Ministerio tiene una gran fortaleza en cuanto a su composición técnica. No obstante, considera que se han asignado muchos recursos a las políticas sociales, pero los destinatarios no han logrado mejorar, por ejemplo, en lo que respecta a la gente en situación de calle.
“A lo largo de todos estos años se ha destinado muchísimo dinero, capacidad técnica y tiempo para tratar de combatir eso y, lamentablemente, el número de personas que viven esa realidad va en aumento. En ese sentido, si no vamos a un cambio de modelo con la gente en situación de calle, vamos a seguir teniendo el mismo resultado”, expresó.
Consultado sobre en qué consistiría esa reforma, el viceministro señaló que hasta ahora se han dedicado a los refugios, a dar contención durante la noche y alimentación, pero lo que se requiere es una reinserción de esos individuos a la sociedad.
En ese contexto, planteó dos líneas de acción. La primera es disminuir las entradas a los refugios, para lo cual se instaló una oficina dentro del Comcar en el entendido de que gran parte de la gente en situación de calle proviene del centro penitenciario y no ha logrado una reinserción familiar o social al recuperar la libertad. El propósito en ese caso es tratar de identificar algún vínculo familiar que pueda contener al liberado, tratar de encontrar una inserción laboral o de capacitarlo.
La segunda es asumir que hay una porción de uruguayos que van a necesitar sí o sí del acompañamiento del Estado en forma permanente, ya sea por la edad que tienen o por la situación en la que han llegado a esa etapa de la vida en cuanto a lo sanitario o psicológico. Por ello es que se han establecido lugares de contención que funcionan las 24 horas.
“Sabemos que al final del período no vamos tener una solución definitiva para esta problemática, pero aspiramos a lograr lo que el Frente Amplio (FA) no pudo en 15 años, que es tratar de reinsertar en la sociedad a muchos uruguayos que están viviendo en situación de calle”, puntualizó.
Por otra parte, el jerarca indicó que hay una definición clara del ministro Bartol de priorizar la primera infancia, más concretamente, los primeros mil días de vida.
La remodelación de programas de la cartera apunta a que “la mayor cantidad posible de uruguayos pueda dejar de estar en esa línea de dependencia total con el Estado”, añadió.
“No es responsable” el reclamo de una renta básica universal
El FA viene desde algunos meses reclamando la implementación de una renta básica universal. Sobre esto, Castaingdebat afirmó que esa solicitud “no es responsable, y menos con un país como el que dejaron”.
Agregó que “cualquier medida que vayas a tomar, tenés que ver cómo la sostenés y cómo la pagás; aquí no existe que las deudas no se paguen. También es cierto que todos los escenarios están arriba de la mesa, pero el presidente ha sido claro: entiende que ese no es el camino y que las ayudas deben ser más focalizadas”.
Por último, aseveró que por más que llegue la vacuna, hay hábitos de conducta y de convivencia que vinieron para quedarse, como el tapabocas, la higiene, el teletrabajo y tantos otros. “Uruguay está en condiciones de un autocontrol, más allá de que en los últimos dos meses se haya disparado un poco el problema sanitario”, aseveró el subsecretario del Mides.