“Tras la ratificación en las urnas del sistema de seguridad social, es tiempo de enfocar los esfuerzos del debate público en otros desafíos que Uruguay debe afrontar”, señala un informe de Ceres en el que se destaca la “excelente noticia” que representó el resultado del pasado domingo. “Dejemos atrás esta discusión y enfoquemos nuestras energías en construir un futuro próspero para Uruguay y su democracia”, señala el documento.
“Tanto oficialismo como oposición pueden respirar tranquilos: no se reformó la Constitución ni se alteraron las bases del sistema previsional”, afirmó el Centro de Estudios para la Realidad Económica y Social (Ceres) en un informe publicado luego del domingo 27 de octubre.
El documento presenta información detallada para comprender el proceso que condujo a la reforma de la seguridad social, su gestación, los cambios implementados y la necesaria adaptación que la dinámica del asunto exige.
Con una votación inferior al 40%, el plebiscito impulsado por el PIT-CNT no logró el apoyo necesario para derogar las bases de la reforma de seguridad social aprobada en 1995 y reformada en 2023. De esta forma, el informe sugiere que cerró un proceso complejo, en el que “los uruguayos demostraron al mundo una vez más madurez cívica y responsabilidad ante las nuevas generaciones”.
El documento destaca el procedimiento democrático que precedió a la reforma, que incluyó la participación de diversas organizaciones de la sociedad civil que dieron su punto de vista en el Parlamento. “De haberse aprobado el plebiscito, no solo habría implicado la confiscación del ahorro de los uruguayos, sino también un cambio abrupto en las reglas que rigen nuestra economía y sociedad. Esto habría puesto en riesgo la credibilidad de la República, conocida por su estabilidad económica y política”, advierte el texto.
De ese modo, agrega, “Uruguay decidió no caer en la incertidumbre de los populismos ni en aventuras improvisadas”.
Cambiar el foco
Con el respaldo popular a la reforma previsional, Ceres insta a enfocar las energías en temas urgentes que requieren atención como la pobreza infantil, la seguridad pública, la salud, la inserción internacional, la educación, la investigación y desarrollo (I+D), el futuro del trabajo y la eficiencia del Estado. El informe remarca que se trata de temas definitorios para las posibilidades de Uruguay de avanzar en el camino del desarrollo o retroceder.
De esta manera, el país cierra un ciclo “de discusiones que comenzó en 1995” y puede centrarse en enfrentar los “desafíos demográficos, tecnológicos y económicos que demandan adaptación continua”. El informe de Ceres enfatiza que el respaldo al sistema vigente es claro y que hay que avanzar, perfeccionar lo necesario y mantener una visión realista del presente. “Reabrir este debate sería un retroceso”, concluye.