“Debería existir un fondo para crear centros de rehabilitación con lo que se obtiene de las incautaciones”

La senadora> Hizo hincapié en la ausencia del Estado en la recuperación de los adictos

La senadora nacionalista, Verónica Alonso, dialogó con CRÓNICAS acerca de sus propuestas para hacer frente al consumo abusivo de alcohol y al combate de las drogas. En esta línea destacó la importancia de trabajar en conjunto con el gobierno a pesar de no estar respaldada por su partido. “Yo estoy convencida de que hay temas que no tienen banderas políticas”, indicó la legisladora que propone crear un fondo para la rehabilitación de la pasta base a partir de lo recaudado en los allanamientos de las bocas de droga.  Por otra parte, la senadora reflexionó sobre la corrupción del sistema político en su conjunto y señaló: “No colaboran los políticos cuando se señala para un lado pero para el otro se barre debajo de la alfombra”.

Por María Noel Durán | @MNoelDuran

-¿Qué balance realiza acerca del trabajo que se llevó a cabo en torno a combatir el consumo abusivo de alcohol?

-Yo creo que es un balance positivo, primero por una cuestión de forma, porque hay que destacar que referentes del sistema político de distintos colores, con la sociedad civil y con organizaciones que están vinculadas al tema, nos sentamos alrededor de la mesa y eso me parece positivo, la forma de trabajo ya hace la diferencia porque creo que deberíamos tratar así otros temas también, más allá de las diferencias que tenemos. Intentamos ponernos de acuerdo en un tema complejo que tiene muchas aristas pero que es necesario abordar.

El segundo punto que destaco de este balance positivo es que a partir de esto se empezó a tomar cierta conciencia en la sociedad con respecto al tema del consumo de alcohol. Si bien puede ser cuestionado el tema de la tolerancia cero, nosotros pensamos que es una señal positiva. Hay más conciencia en este tema vial, principalmente en los más jóvenes que comienzan a tomar conciencia de que pueden tomar siempre y cuando no manejen.

El 15 de octubre será el día para la toma de conciencia del consumo abusivo y problemático del alcohol.

-Los resultados demuestran que es una batalla difícil, puesto que si bien se tomaron medidas como no hacer publicidad en eventos públicos, distan bastante de las rígidas medidas que aplicó el Ejecutivo con el cigarrillo. ¿Qué piensa de las consecuencias?

-Sí es una tarea difícil y larga porque implica cambios culturales. Además, a diferencia del cigarro, el alcohol es una droga socialmente aceptada y no está mal su consumo social. Me parece que es importante destacarlo.

Mi objetivo no es ir contra el consumo social. En Uruguay hay un consumo social que no está mal, está bien; en mi casa los domingos se almuerza y hay una botella de vino, y si voy a un lugar y se toma no está mal. El problema está en el consumo abusivo, problemático.

Hay que analizar por eso a qué población vamos a apuntar porque no alcanza con una norma. Los resultados se van a ver cuando haya cambios culturales para enfocar este tema.

Yo creo que los cambios tienen que estar en la población más joven. Que no hay que prohibirles el alcohol porque no es el camino pero sí manejar el tema desde la educación desde las edades más iniciales, la prevención es esencial y por eso está el Ministerio de Educación y Cultura dentro del grupo de trabajo. La idea es que estén en la currícula escolar las advertencias acerca del consumo abusivo. Ese es un objetivo que fue logrado, los resultados no van a ser de un día para el otro.

La otra población que es importante es la de las mujeres embarazadas. En este caso, las mujeres tenemos que cambiar concepciones, en algún folleto dirigido a embarazadas leí que se podía consumir en dosis razonables té, café, y alcohol. Yo me pregunto, ¿qué son las dosis razonables? Los médicos aseguran que durante el embarazo no se debería tomar alcohol porque se puede provocar, entre otras cosas, el síndrome del alcoholismo fetal que es un tipo de retardo mental que es 100% prevenible si la mujer no consume alcohol durante el embarazo. Por eso está el MSP en el grupo de trabajo, para hacer hincapié en estos temas, sobre todo en las poblaciones más vulnerables. Este resultado tampoco se va a ver de un día para el otro pero vale la pena poner manos a la obra.

-Usted hacía referencia a la forma, a que pudieran ponerse de acuerdo el Poder Ejecutivo, los diferentes partidos, la sociedad civil y demás. ¿Debería ser una política de Estado el combate de drogas y alcohol?

-Sin dudas. Creo en el concepto de política de Estado bien entendida, porque es un concepto que ha sido muy manoseado y deja de ser creíble, pero creo que más allá de los vaivenes de los gobiernos, deberíamos ponernos de acuerdo en una línea económica, en las políticas sociales, en educación y también en las políticas de combate a las drogas.

Para mí un tratamiento serio de este tema debe estar basado en tres pilares: el control de la demanda, el control de la oferta y la reducción de daños. Yo creo que el actual gobierno se basó solo en un aspecto que es el de la reducción de daños pero esto es como un taburete, las tres patas deben estar firmes para que se sostenga. Se hizo énfasis en esa política sin hacer énfasis en la reducción de la demanda, la de la oferta puedo coincidir en algunas cosas, pero la reducción de la demanda falló.

Ojalá pudiéramos sentarnos a tratar estos temas en una visión más integral sobre la lucha contra las drogas y el narcotráfico.

-En este contexto. ¿Qué significó para usted estar en este ámbito por su cuenta sin el respaldo del Partido Nacional?

-Algunos compañeros no entendían que teníamos que estar sentados a la misma mesa con el gobierno. Yo estoy convencida de que hay temas que no tienen banderas políticas y plantee mi clara convicción de que voy a colaborar tendiendo la mano, apoyando y construyendo, más allá que como senadora también debo ser firme en el control. Estoy segura de que estoy haciendo lo que creo que tengo que hacer más allá de si mi partido tiene matices con respecto a esto.

Cuando el proyecto del alcohol ingrese en el Parlamento, intentaré convencer a mis compañeros de que este es un buen camino. Es el camino que los políticos tenemos que recorrer, no es cada uno en su bando mirándose el ombligo y creyendo que las ideas de cada uno son las mejores y que el resto no valen. Tengo que convencerlos de que este proyecto en particular va a ayudar para combatir este problema.

-Hizo énfasis en la lucha contra la pasta base y las drogas sintéticas. ¿Por qué estas drogas? ¿Cuál es su plan para combatirlas?

-Yo creía antes de que el gobierno pasado ingresara el tema de la marihuana, que había que atender el combate de la pasta base porque es la droga que está instalada en los sectores más vulnerables y es la que mayor daño genera a la salud y en la integración familiar. Hay que seguir con el combate de las bocas de pasta base que en muchos casos más allá de las incautaciones nos da la sensación de que las bocas no desaparecen.

Para eso creo que lo que hay que hacer es considerar el problema de la pasta base como un problema de la salud pública, no está considerado de esta forma y por lo tanto no hay mecanismos de rehabilitación y esa es otra de las ausencias del Estado porque salvo quien pueda pagarlo no hay atención por parte del Estado y sabemos que los afectados son los sectores más vulnerables.

Por eso creemos que de lo que se obtiene de las incautaciones debería generarse un fondo para crear centros de rehabilitación. Después deben darse dos debates, uno es el de la internación compulsiva, si debe hacerse o no. El otro es el tema del combate real a las bocas de pasta base que funcionan como centros en la noche, cuando no se puede llegar por las limitaciones en los allanamientos, pero durante el día son casas de familia.

El tema de las drogas sintéticas me lo planteó el presidente Vázquez y creo que es un tema que está y va a seguir estando en el tapete por lo que me parece que es necesario que se siga trabajando en esto.


Sin barrer debajo de la alfombra

En los últimos días la interna del Partido Nacional se encendió gracias al caso del intendente de Soriano Agustín Bascou en el que, entre otras cosas, se lo involucra en compras de productos y servicios de la Intendencia a su propia estación de servicio por un monto de $14.139.000 entre julio de 2015 y diciembre de 2016. Mientras que Lacalle Pou crucificó a Bascou asegurando que él “ya hubiera renunciado” ante las inconductas del intendente. Las filas de Jorge Larrañaga, correligionario de Bascou en Alianza Nacional, protegieron y respaldaron al jerarca municipal. Tal como se dibuja la interna, la senadora Verónica Alonso se posicionó en medio de ambos planteos, y aseguró a CRÓNICAS que al intendente le hubieran venido bien unas vacaciones. “Por la situación que estaba viviendo el intendente tanto en lo público como en lo privado hubiera sido bueno que diera un paso al costado, eso quiere decir que se tomara licencia y resolviera los problemas, por él, por la Intendencia y el partido; creo que sería una buena cosa”, concluyó.

Finalmente consultada acerca de las declaraciones de Goñi de que Uruguay está inmerso en una crisis ética, Alonso coincidió en que ha habido un deterioro. “Una cosa es compararnos con nosotros mismos y otra con los demás. Estamos lejos, por suerte de Argentina y de Brasil, yo no me quiero parecer a ellos pero sí ha habido alertas importantes, semáforos en rojo que han ocurrido por ejemplo con el vicepresidente de la República”, indicó. Alonso se dijo preocupada, sobre todo por el desencanto de los ciudadanos con el sistema político, algo que se origina con los hechos de corrupción. “Por eso hay que fomentar los instrumentos de transparencia “No me siento parte de las viejas prácticas políticas. No colaboran los políticos cuando se señala para un lado pero para el otro se barre debajo de la alfombra”, subrayó y aseguró que hay que ser rigurosos con el control por la responsabilidad de ser servidores públicos y fortalecer los instrumentos que sean necesarios para velar por la transparencia.