Demanda interna muestra señales de debilitamiento y contexto “no es muy optimista”

Daniel Sapelli > “El consumo no está alegre”

Los datos de algunos indicadores asociados al consumo, sumado a una situación regional que “no es muy optimista” hacen prever que la demanda doméstica no empujen de la economía como lo hizo en los últimos años, según el vicepresidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios, Daniel Sapelli. El empresario cuestionó el incremento de los costos internos.

Por Ricardo Delgado | @ricardo_dl e Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo

El consumo interno ha sido uno de los principales motores de la economía uruguaya en los últimos años. Incluso cuando la mano venía brava desde el contexto internacional o cuando los países de la región comenzaron a mostrar serias dificultades, el mercado doméstico –aunque poco significativo a escala global- continuaba mostrando dinamismo y era uno de los principales motores que movía la actividad local. Así lo reflejaba la mayoría de los informes de Cuentas Nacionales que publicaba el Banco Central del Uruguay (BCU). De acuerdo a los últimos datos disponibles, el crecimiento del Gasto Consumo Final Privado se expandió un 2,8% en el primer trimestre del año en términos interanuales, explicando 2 puntos porcentuales, del aumento de 2,2% que registró la economía en el período.

Sin embargo, algunos indicadores empiezan a mostrar señales de alerta:

Si bien la recaudación de la Dirección General Impositiva (DGI) mostró un leve crecimiento de 2% en la primera mitad de año en términos reales, los impuestos al consumo mostraron una caída de 0,5% en el semestre. En particular, los ingresos por concepto de IVA tuvieron una baja de 0,3% en enero-junio.

En tanto, la confianza del consumidor uruguayo se encuentra en su menor nivel en dos años y se acentúa en la zona de “Moderado Pesimismo” (ver recuadro); el mercado de créditos al consumo muestra “cierto estancamiento” con una “baja propensión de los usuarios a contraer nuevos créditos”; y la encuesta de actividad de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios (CNCS) muestra “una situación dividida entre las empresas consultadas: mientras algunos rubros han tenido un crecimiento moderado en la ventas, otros permanecen en una senda negativa y no han logrado revertir la situación acumulada de deterioro comercial tanto en términos de niveles de venta como en relación a sus niveles de rentabilidad”.

Con el freno

Consultado por CRÓNICAS respecto a la situación actual que afronta el comercio, el vicepresidente de la CNCS, Daniel Sapelli, aseguró que “no es muy optimista”. Además de la situación que reflejan los datos mencionados, el empresario le agrega al combo de problemas el contexto internacional, por la situación de Argentina con el tipo de cambio y el fortalecimiento general del dólar.

Respecto al impacto de la apreciación del billete verde, señaló que ha afectado de forma muy heterogénea según el sector, pero afectando particularmente a los bienes importados. A modo de ejemplo mencionó que hay sectores que han logrado mantener cierto dinamismo como el automotriz o el tecnológico, pero otros bienes importados de consumo diario o de valores intermedios como los electrodomésticos “se han frenado muchísimo desde 2013 a esta parte”.

Para el representante empresarial, el aumento del dólar tiene “una cara buena y una cara mala”. El lado positivo golpea en los sectores industriales, exportadores y el sector agropecuario, que buscan un dólar más fuerte para recibir más pesos y poder soportar sus costos. Sin embargo, ese comportamiento “tiene la contracara que se consume menos (en el mercado interno) porque hay menos poder adquisitivo en términos relativos”.

Señal de ajuste

Desde el lado empresarial se cuestiona el encarecimiento de los costos internos, principalmente por los ajustes salariales que están previstos.  “Los costos siguen subiendo, siguen subiendo, y si los sueldos suben, por algún lado hay que hacer el ajuste. Las empresas no pueden sostener el vender igual o menos y pagar cada vez más sueldos, ya sea a sus empleados o a empresas tercerizadas”, sostuvo Sapelli.

En cuanto a la encuesta de actividad de la CNCS previamente mencionada, analizó que es “una foto de la película, no la película total” en relación a las diferentes situaciones de los sectores y rubros que conforman la Cámara. Continuó con su analogía cinéfila sosteniendo que la “película completa” sí se obtiene al observar también los factores de la recaudación del DGI y la confianza al consumidor. En ese sentido, resumió que la evolución de todos estos indicadores demuestran que “el consumo no está alegre” y que la gente tiene esa percepción.

Con todo esto en cuenta, Sapelli confirmó que espera una caída del consumo en los próximos meses. Argumentó su posición: si bien resta un año y medio de gobierno y, por lo general, “en el último año no hay grandes cambios” –por lo que no habría razones mayores para tender hacia el pesimismo-, hay factores “detrás del telón”. Principalmente, cataloga a las situaciones de los países vecinos, Argentina y Brasil, como actores que el comercio uruguayo “no puede ignorar” y que “van a tener que tener un ajuste”.

De la misma manera, al ser consultado sobre el futuro del comercio en relación a la economía del país, habló con esperanzas; “ojalá que el comercio se mantenga como un motor de la economía”, expresó el vicepresidente.

A pesar de remarcar previamente su pesimismo sobre la realidad hoy, se consideró “en términos generales” y de cara al futuro como optimista.


Percepción sobre situación económica del país en su mayor nivel de pesimismo

La confianza del consumidor uruguayo se contrajo por cuarto mes consecutivo en junio y se ubica en su menor valor de los últimos dos años, según el informe publicado por la Cátedra SURA de confianza económica de la Universidad Católica y Equipos Consultores.

El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) se ubicó en el sexto mes del año en 42,3 puntos, lo que implica una caída de 3,6% en relación a mayo, permaneciendo en la zona de “Moderado Pesimismo” y acercándose a la zona de “Atendible Pesimismo” (por debajo de los 40 puntos). Este deterioro de la confianza se explica por la contracción de los subíndices de percepción sobre la situación económica del país, que retrocedió 7,9%, y de la situación económica personal, que cayó 3,3%. Estas caídas fueron parcialmente compensadas por una mejora en la predisposición a la compra de bienes durables que tuvo un aumento mensual de 4,1%.

El informe destaca que la contracción del subíndice de percepción sobre la coyuntura económica del país por segundo mes consecutivo, deja a ese subíndice con el mayor nivel de pesimismo en los más de diez años en los que se releva. El pesimismo es mayor en las expectativas sobre la situación económica a un año que se ubica por primera vez en zona de “Atendible Pesimismo”.

Medida en términos interanuales, la confianza del consumidor muestra una caída de 10,8%, y se explica por la disminución de los tres subíndices que componen el ICC, siendo el de la percepción sobre la situación económica del país el de mayor contracción.

Si se considera el promedio de la primera mitad del año, se observa una caída del ICC de 4,4%, también con un mayor deterioro de las expectativas sobre el futuro de la economía local, seguida por una menor predisposición a la compra de bienes durables y estabilidad en la percepción sobre la situación personal.

En lo que refiere a los “Otros Indicadores” de confianza económica, también se constata una evolución más pesimista en el mes de junio: cinco de los seis indicadores registraron mayor pesimismo económico. La única mejora es la del indicador de preferencia por depositar en moneda nacional, que presentó un aumento del 10,6%, recuperando la caída de los últimos dos meses. En cuanto a los restantes cinco indicadores, el más afectado en junio fue el de expectativas de inflación, el cual percibió un incremento de 10,3%, ubicándose en zona de “Atendible Pesimismo”. Le siguieron los indicadores de expectativas de ingresos (-4,2%), de capacidad de ahorro (-3,8%), de expectativas de desempleo (1,7%) y de preferencia por depositar en el país (-1,1%).