Pese a un mayor número de personas que se volcaron al mercado en busca de un trabajo, la creación de empleo permitió registrar un nuevo descenso de la tasa de desempleo en el mes de julio, ubicándose en 7,8%.
Los indicadores del mercado laboral volvieron a mejorar en el mes de julio, ubicándose en niveles de 2018, aunque las características de ocupación de la población con empleo mostraron un leve deterioro, según los últimos datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
De acuerdo a los resultados de la Encuesta Continua de Hogares, la tasa de desempleo se ubicó en el 7,8% de la Población Económicamente Activa (PEA) en el mes de julio, marcando un descenso de cuatro décimas de punto respecto al dato de junio. Ello representa que hubo unas 144.000 personas desocupadas, según la estimación del INE.
El descenso de la desocupación es doblemente positivo, puesto que la caída se dio pese a que un mayor número de personas se volcó al mercado de trabajo en busca de un empleo.
La tasa de actividad (que mide la proporción de personas en edad de trabajar que tienen empleo o lo buscaron) se ubicó el mes pasado en 63,5%, un leve incremento de una décima respecto a junio, pero marcando un nuevo máximo desde diciembre de 2018 (63,8%).
De igual forma, la tasa de empleo (que mide la proporción de personas en edad de trabajar que cuentan con empleo) ascendió al 58,6%, cuatro décimas más que en junio y su mayor nivel desde noviembre de 2018. De esta forma, los ocupados ascienden a 1,7 millones, lo que representa un máximo histórico a nivel cuantitativo, aunque no respecto a la tasa, cuyo máximo se alcanzó en junio de 2011 y febrero de 2014 (61,1%).
No obstante, en el séptimo mes del año volvió a verificarse un leve deterioro de los indicadores que refieren a las condiciones de empleo de la población ocupada. El subempleo (trabajar menos de 40 horas semanales y querer hacerlo más) subió a 9,6%, en tanto, el no registro a la seguridad social ascendió al 21,9% de los trabajadores.